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El plante de Obama arruina las esperanzas de Zapatero en la presidencia europea
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TERMINA EL OASIS EUROPEO DEL LÍDER SOCIALISTA

El plante de Obama arruina las esperanzas de Zapatero en la presidencia europea

El plante de Barack Obama ha desbaratado la estrategia política de José Luis Rodríguez Zapatero para el primer semestre del año. Sin una cumbre de alto

Foto: El plante de Obama arruina las esperanzas de Zapatero en la presidencia europea
El plante de Obama arruina las esperanzas de Zapatero en la presidencia europea

El plante de Barack Obama ha desbaratado la estrategia política de José Luis Rodríguez Zapatero para el primer semestre del año. Sin una cumbre de alto nivel con Estados Unidos, la presidencia rotatoria de la Unión Europea parece más un lastre para el presidente del Gobierno que el anhelado oasis internacional donde recomponer su imagen y escapar de los problemas domésticos. El desaire estadounidense y los malos datos del paro (124.890 desempleados más en enero) dibujan un panorama que Zapatero ya no podrá contrarrestar con la gris agenda europea, y que le obligan a cambiar su estrategia para sobrevivir al 2010.

La noticia de que Obama no se presentaría en mayo en Madrid fue recibido como un duro golpe para el conjunto de Europa, aunque la ansiedad manifestada por Zapatero por lograr la foto con el presidente estadounidense se tradujo en la prensa extranjera como un fracaso para los intereses del Ejecutivo español. Fuentes cercanas a Zapatero describieron a The New York Times su estado anímico como “avergonzado” y “enfadado”. Este mismo diario reveló que dos altos cargos de Obama habían viajado hace dos semanas a Madrid para preparar la cumbre, por lo que la decisión estadounidense tomó por sorpresa a Moncloa y a la Presidencia de la UE en Bruselas.

Gideon Rachman, analista de política exterior de Financial Times relataba en su blog lo que algunos estadounidenses comentaban en Davos ante la posibilidad de que la cumbre se suspendiera: “Cuando los españoles se enteren, será como si una bomba atómica hubiera caído en Madrid”. En efecto, la bomba ha caído en la capital de España, pero su explosión parece tener un efecto retardado. La primera reacción oficial, desde Miguel Ángel Moratinos a Leire Pajín, se ha centrado en quitar hierro a la ausencia y mostrar comprensión sobre la agenda de Obama. Pero, según fuentes socialistas, se espera que la anulación de la gran cita de Zapatero este semestre le obligue a reaccionar, y busque una alternativa estratégica para contener la hemorragia en las encuestas.

Y es que, sin Obama, el semestre español se reduce a acontecimientos poco sexys para la comunicación política, como consejos de ministros europeos que pasan sin pena ni gloria, reuniones en Bruselas, viajes como el reciente a Etiopía; y cumbres de limitado calado popular: América Latina (similar a las rutinarias Iberoamericanas), Marruecos, México o del Mediterráneo. Un escenario que, de acuerdo con fuentes del PP, refuerza su idea de que España ha perdido influencia internacional en los últimos años, y que puede devolver la mirada de Zapatero a la agenda nacional.

Regreso al Congreso de los Diputados

Su actividad doméstica más inmediata será el próximo martes, cuando presidirá la reunión del Grupo Socialista en el Congreso para motivar a sus diputados y tratar de relanzar su trabajo parlamentario. La sesión del martes coincide con el inicio del curso político, donde los socialistas afrontan el reto de mantener los pactos con las minorías que han logrado sostener al Gobierno.

Una parálisis legislativa podría ser fatal para el Ejecutivo de Zapatero, que debe llevar a la Cámara asuntos tan polémicos como la reforma de las pensiones, la Economía Sostenible, el nuevo Código Penal o la Ley de Ciencia. Además, al perder interés la presidencia española, la evolución de la crisis y materias clave como la reforma laboral centrarán la atención política, social y mediática. Un brusco cambio de planes que pone a prueba la famosa capacidad de improvisación de Zapatero.

¿Obama, antieuropeo?

Irónicamente, Zapatero se ha volcado en construir una relación con el que ya empieza a ser considerado el presidente estadounidense con menos interés por Europa que ha habitado la Casa Blanca. De origen africano y criado en Asia, Obama ya dio muestras de su desinterés por el viejo continente cuando en noviembre envió a su vicepresidente Joe Biden a comer con Jose Manuel Durao Barroso en Washington. Asimismo, los analistas coinciden en que el presidente de EEUU quedó muy decepcionado con el nivel de sus aliados tras la última cumbre con la UE, en Praga.

Una sensación a la que se une la confusión por la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, con nuevas figuras de bajo perfil como Herman Van Rompuy, y el desplazamiento de la geopolítica hacia el Pacífico. China, Rusia, Afganistán y Oriente Medio serán las prioridades de Obama, y Europa tendrá que esperar.

El plante de Barack Obama ha desbaratado la estrategia política de José Luis Rodríguez Zapatero para el primer semestre del año. Sin una cumbre de alto nivel con Estados Unidos, la presidencia rotatoria de la Unión Europea parece más un lastre para el presidente del Gobierno que el anhelado oasis internacional donde recomponer su imagen y escapar de los problemas domésticos. El desaire estadounidense y los malos datos del paro (124.890 desempleados más en enero) dibujan un panorama que Zapatero ya no podrá contrarrestar con la gris agenda europea, y que le obligan a cambiar su estrategia para sobrevivir al 2010.

Barack Obama