Zapatero irrita a Van Rompuy al imponer ‘la foto’ con Obama en Madrid

La Cumbre Unión Europea-Estados Unidos ha protagonizado la primera colisión entre las dos figuras que pugnan por representar a los 27: Herman Van Rompuy y José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente del Gobierno ha conseguido imponer Madrid como sede para la anhelada fotografía con Barack Obama, a pesar de que Van Rompuy deseaba hacer valer su título de Presidente del Consejo para recibir en Bruselas al líder estadounidense. Zapatero ha ganado la primera batalla, pero el conflictivo reparto de papeles al que están obligados tras la puesta en marcha del Tratado de Lisboa continúa recabando la atención de la prensa internacional.

El diario alemán Die Welt señalaba ayer cómo el jefe de Gobierno español “lucha insistentemente” para que la cumbre con Estados Unidos tenga lugar en Madrid, de modo que “Zapatero  pueda lucirse bien como presidente semestral de la UE y hacer de anfitrión para Obama”. La cita, prevista para el 23, 24 y 25 de mayo, significará la primera visita del presidente estadounidense a España, una oportunidad que en Moncloa no están dispuestos a dejar escapar.

El problema ya había sido anunciado por el semanario The Economist, que la semana pasada se hacía eco del conflicto entre el derecho de Van Rompuy para ejercer como anfitrión de Obama en el corazón de las instituciones comunitarias, y la terquedad de Zapatero para celebrar la cumbre en suelo español. Se trata de una tensión en las relaciones que va más allá del simple cotilleo entre funcionarios o parlamentarios europeos, puesto que pone en evidencia cuál será la verdadera jerarquía política en la UE.

En todo caso, que la cumbre tenga lugar en Madrid no significa que Zapatero vaya a presidirla, aunque sí le reservará un buen lugar en las fotografías. El presidente español ejercerá de anfitrión, y aparecerá a la derecha de Van Rompuy, quien liderará oficialmente el encuentro. Como explica en un reciente trabajo Ignacio Molina, investigador principal de Europa del Real Instituto Elcano, el líder socialista co-protagonizará las grandes cumbres, pero no las co-presidirá.

Además, Zapatero tampoco tendrá ninguna función especial en las acciones de política exterior que se lleven a cabo fuera de España. Por ejemplo, en la cumbre UE-Rusia, que tendrá lugar en Moscú el 30 de mayo, o en una convocatoria del G-20 o el G-8, Van Rompuy será la única cabeza visible de Europa. Una discreción que los expertos aconsejan al presidente español para facilitar la consolidación de la nueva figura de la Presidencia del Consejo, pero que restará repercusión mediática y liderazgo  político a Zapatero.

La voz del socialismo en Europa

El diario de izquierdas francés Libération también ha señalado que el presidente del Gobierno será el más perjudicado por el encaje de bolillos que supone el reparto de funciones con Van Rompuy, Catherine Ashton, José Manuel Durao Barroso y Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo. Y es que, según este periódico, hasta los ministros españoles van a disfrutar de mayor poder que Zapatero al dirigir los consejos específicos de cada materia (agricultura, economía, energía…) con sus colegas europeos. Por ello, en Europa se duda de que la presidencia española le sirva a Zapatero para alcanzar una influencia similar a la que tuvieron Felipe González o José María Aznar.

No obstante, las fuentes consultadas en Bruselas indicaron que el presidente del Gobierno cuenta con una baza inesperada para ser tenido en cuenta por sus colegas. La nueva configuración de Europa aumenta el poder del Parlamento, donde cualquier decisión importante requiere el apoyo de los dos grandes grupos: el Popular y el Socialista. Una necesidad de acuerdo que se ha trasladado al Consejo, donde, tras la previsible caída de Gordon Brown, Zapatero será uno de los pocos socialistas. Esta circunstancia le permitió ejercer un papel importante en la elección de Ashton como alta representante para la Política Exterior, aunque sólo intervino cuando las negociaciones ya habían fijado que el puesto sería para un laborista de origen británico.