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Todas las cábalas concluyen que la votación es una ruleta de la fortuna
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Todas las cábalas concluyen que la votación es una ruleta de la fortuna

¡Qué difícil está siendo predecir qué va a pasar en Copenhague! Conforme se acerca el 2 de octubre muchos han sido los que se han subido

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Todas las cábalas concluyen que la votación es una ruleta de la fortuna

¡Qué difícil está siendo predecir qué va a pasar en Copenhague! Conforme se acerca el 2 de octubre muchos han sido los que se han subido al carro del olimpismo, pero es difícil encontrar a alguien capaz de argumentar con rigor quién y por qué va a ganar.

 

El equipo de Mercedes Coghen, ya en Copenhague, continúa intentado saber qué es lo que va a pasar en la 121ª Sesión del Comité Olímpico Internacional. Ha llegado el momento del voto. La decisión depende de un centenar de personas. Hace pocos días, el presidente del COE, Alejandro Blanco comentaba con cierto desánimo que le habían decepcionado las palabras de Jacques Rogge. Ya advertía antes de verano que sería difícil que el presidente del COI se definiera explícitamente. Pero aquí vino a decir algo así como que “podría haber llegado la hora de que los aros olímpicos aterricen en el continente sudamericano”. Estas declaraciones fueron interpretadas por el presidente olímpico español como señal de que en el horizonte pintan nubarrones.

Se han intentado cubrir absolutamente todos los flancos, pensando siempre en clave de votaciones. El presidente Zapatero, asesorado por su gran experto en política exterior y ahora asesor con mesa fija en Moncloa, Bernardino León, se apresuró a cerrar un acuerdo de mínimos con su homólogo brasileño Lula Da Silva en la pasada cumbre del G-20 de Pittsburgh. A imagen y semejanza de lo que se pactó con Londres –y que a la postre llevó a la candidatura liderada por Sebastian Coe a organizar los juegos de 2012–, si una de las dos candidaturas cayera antes de la votación final, la otra se comprometería a arrastrar a sus votantes hacia la candidatura superviviente.

Este hecho y la evolución de los acontecimientos han hecho que un barómetro bastante objetivo, las apuestas por Internet, hayan aupado a Madrid de la cuarta posición, con apenas posibilidades de éxito, a una tercera posición pisando los talones a Rio de Janeiro. En este ranking Chicago sigue siendo la favorita, pese al negativo informe técnico de evaluación hecho público del 2 de septiembre. La última, Tokio.

Echando cuentas

 

Una primera proyección del voto es la que atiende al origen de cada uno de los votantes. Pero existen muchos matices. Recordemos que en primera ronda no votarán ni los miembros japoneses (2), ni los norteamericanos (2), ni los brasileños (2), ni el único español, Juan Antonio Samaranch hijo (su padre, como presidente de honor, no tiene derecho a voto). De 106 votantes que tiene el COI, descartamos a 7 y al presidente Rogge, que normalmente se abstiene. Quedarán, pues, 98 votos en liza.

Hay una ausencia segura, la de Lee, ex presidente de la corporación coreana Samsung –que sigue siendo una de las empresas que más aporta al COI a través del programa top de patrocinio olímpico–. Tampoco se espera la presencia del jugador profesional de la NHL de hockey hielo, el finés Koivu. Así que en primera ronda parece que la disputa definitiva estará en 96 votos.

La Europa continental es el territorio mejor representado con 45 miembros, incluyendo los provenientes de Rusia, Ucrania y otros países no miembros de la Unión Europea, como Suiza (5 miembros). Se ha comentado que los países con intereses en 2020 legítimamente votarán contra Madrid para ver así incrementadas sus aspiraciones de cara a esa fecha. Ahí están Alemania, Italia y Francia que han dejado caer su interés en esa cita con Berlín, Roma y Paris respectivamente. Podemos, pues, descontar casi seguros los 2, 5 y 3 votos de sus representantes en la votación. Se podrían unir a ese grupo los rusos, que ya se postularon con Moscú en 2012 y podrían repetir en 2020 (3 votos) o por idéntico motivo el único representante checo. En total casi 15 votos que alimentarán a otra candidatura diferente a la madrileña.

Sin embargo los 24 votantes asiáticos, entre los cuales hay muchos de medio oriente, no suponen un bloque homogéneo de apoyo a su representante natural que sería Tokio. De hecho la oficina de Madrid cuenta con que la capital nipona, pese a obtener excelentes notas y comentarios del COI en sus informes, flojeará en apoyos y podría ser la primera en caer –en eso se coincide con las apuestas deportivas-. Además, a nivel deportivo no dispone de atletas de talla mundial que puedan arrastrar a los 15 representantes de las federaciones internacionales, cuyo criterio es más técnico y basculará con un prisma influenciado por sus respectivas disciplinas.

La gran baza diplomática

 

Especialmente complicado de prever es el voto sudamericano y concretamente el latino. Hay 18 representantes americanos, de los cuales 10 son hispanos y con gran afinidad personal a España. Se espera el voto de prácticamente todos, aunque alguno de ellos puede sucumbir a la tentación de ver en su continente los juegos por primera (uno de los hermanos mejicanos Vázquez-Raña ha sido mentado por el brasileño Joao Havelange como seguro voto para Río). Los 16 representantes africanos son los más difíciles de catalogar, ya que en la mayoría de los casos cubren el cupo de representatividad territorial. En estos casos serán posiblemente la labor de lobby internacional y las ayudas implícitas a algunos países pobres donde se puedan pescar votos indecisos. La batalla, por consiguiente, se está dirimiendo desde hace meses en el ámbito diplomático. 

La de la diplomacia fue una de las mayores lecciones aprendidas de Singapur en 2005, donde quizás se infravaloró el poder que ejercen los grandes jefes de Estado en detrimento de la apuesta puramente técnica de la candidatura. Pero como se trata precisamente de eso, de diplomacia, no se puede reconocer abiertamente. El que S.M. el Rey Don Juan Carlos encabece la delegación favorece mucho a la contundencia del mensaje de la empresa Madrid ’16, y en el lenguaje protocolario eso se va a dejar ver.

Un gran dirigente mundial cuyo índice de popularidad depende enormemente de su capacidad e imagen de liderazgo no puede arriesgarse a una derrota en primera persona en un evento tan sumamente trascendental y mediático. Aún no ha sido desvelado cómo gestionará el palacio de la Zarzuela este asunto, si bien se apunta a que el Rey trabaje durante toda las horas previas a la elección pero que a la hora de las votaciones se ausente y regrese a Madrid. En esta clave se puede explicar la confirmación tan tardía de la presencia del presidente Obama en Copenhague, que seguro estará volando en el Air Force One cuando se anuncie el nombre de la ciudad ganadora tras su jornada de trabajo en Copenhague.

La presencia del monarca es el intangible más valioso para España y para Madrid 2016 en las horas de zozobra posteriores al anuncio de que el presidente norteamericano se unirá a la fiesta danesa. Será un argumento demoledor y no reconocido en los dossiers e informes. Además de ser prácticamente coetáneo de muchos de los miembros no olvidemos que fue atleta olímpico en Munich 1972, como el elector keniata Keino, el húngaro Schmitt, la polaca Szewinska, e incluso llego a competir en la misma disciplina de vela con el portugués Lima, el finés Tallberg o el propio presidente Rogge.

¡Qué difícil está siendo predecir qué va a pasar en Copenhague! Conforme se acerca el 2 de octubre muchos han sido los que se han subido al carro del olimpismo, pero es difícil encontrar a alguien capaz de argumentar con rigor quién y por qué va a ganar.

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