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La jefa de la candidatura: “Tengo un sabor agridulce”
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La jefa de la candidatura: “Tengo un sabor agridulce”

La bomba había estallado unas horas antes y sorprendió en la mayoría de las redacciones, que no esperaban obtener un gran titular del anuncio. El esperado

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La jefa de la candidatura: “Tengo un sabor agridulce”

La bomba había estallado unas horas antes y sorprendió en la mayoría de las redacciones, que no esperaban obtener un gran titular del anuncio. El esperado dictamen de la Comisión de Evaluación del COI, que en mayo pasado visitó el proyecto olímpico de Madrid, se daba a conocer a través de la web de la institución con sede en Lausanne. Aunque es difícil sacar conclusiones definitivas de su lectura, ya que no existen valoraciones objetivas y cuantificables -salvo las que se refieren al apoyo popular, donde la capital española vence a sus rivales-, el documento, de 90 páginas, contiene un mensaje claro: Madrid no es favorita.

Si nos atenemos a la frase final de cada uno de los resúmenes, podemos comenzar a entender las preferencias de los asesores de los votantes del COI. Río de Janeiro: Very high quality (altísima calidad); Chicago y Tokyo: High quality (alta calidad); Madrid: Varied in quality (o sea, calidad variada). Estas calificaciones se asocian a la formalidad de las presentaciones y a la precisión de los documentos –que es precisamente lo que se juzga-, no la calidad de las instalaciones y de la candidatura globalmente.

Sin embargo, el jarro de agua fría (esa maldita última frase de ‘varied quality’), no sentó bien ni siquiera con las altas temperaturas que aún se sufren en la capital del reino. Bien es verdad que escrutando el texto, la gran favorita, Chicago, sale punto por punto malparada ante la falta de respaldo financiero, bajo apoyo popular y escasa garantía de movilidad fluida, por no decir que los miembros de la comisión dudan de que con semejante panorama las instalaciones pudieran ser entregadas a tiempo y sin percances. El Chicago Tribune atiza bien en su web a la oficina de la candidatura (¿Viajará Obama a la cita de Copenhague con este panorama?)

También es verdad que el pluscuamperfecto proyecto de Tokyo parece haber destilado wasabi en mal estado tras la visita del COI, obteniendo llamadas de atención acerca de las apreturas de su proyecto de villa olímpica, los altos precios de los establecimientos hoteleros o la opacidad acerca de cómo y cuándo se construirán la mayoría de las instalaciones.

Lo que realmente llama la atención es el “trato paternal” que el informe otorga a Río de Janeiro, procurándole cierto aroma a favorita, al menos para quien haya editado el documento de la discordia (recordemos que es un informe técnico, no vinculante, para los 105 miembros votantes del COI). Su proyecto técnico es malo, seguramente el peor de las cuatro -las sedes de los diferentes deportes están bastante dispersas, pero así es la orografía de Río-, aunque la dulzura y superficialidad con la que se tratan los escollos de la ciudad brasileña son la envidia de las otras tres rivales.

¿Y Madrid? ¿Es tan mala la nota como parece, o hay que leer el pdf con un diccionario Collins al lado para poder interpretar las verdaderas intenciones de sus redactores? Alberto Ruiz-Gallardón realizó ayer un ímprobo esfuerzo en explicar que, rascando y profundizando en los detalles, la evaluación técnica de la candidatura de Madrid es impecable, quedando los fallos circunscritos a aspectos formales.

Gallardón se esforzó por subir los ánimos

Tal vez sea verdad, aunque no lo es menos que precisamente ese es el partido que se está jugando en estos momentos: el de las formas y el de las presentaciones. En todo caso, y a pesar de los constantes mensajes de ánimo lanzados por el alcalde, los corros formados tras el exultante anuncio de que “Madrid ‘16 había salido reforzada” no hacían sino evidenciar el desconcierto reinante. Los miembros de la candidatura se afanaban en explicar que no entendían la reacción tan negativa de la prensa digital local, afirmando que la internacional estaba siendo más magnánima con Madrid que la española.  

Quizás sea un tema de idioma o de que en las redacciones de los medios hispanos no se ha entendido el mensaje. O se ha entendido demasiado bien. Quien más parecía conectar con el ánimo general de los presentes era Mercedes Coghen, la jefa de la candidatura: “Tengo un sabor agridulce”, declaraba. “En lo sustantivo nos han felicitado, pero en lo formal, lo más fácil de mejorar, nos han dado un palo”, mientras en privado se quejaba del trato dado a Río, que calificaba de “incomprensible”. Juan Antonio Samaranch insistía en que la lectura del informe ha de ser en positivo, y algo debe saber al respecto el único español votante con sillón en el cónclave olímpico.

El tantas veces accesible y cercano alcalde de Madrid no quiso hacer declaraciones al margen de la oficial. A pesar de que quiso transmitir solidez y calma con esa dialéctica suya que a pocos deja indiferente, el de ayer no fue un bien día en la vida del alcalde Ruiz-Gallardón. La cita que tantas ilusiones -y fondos públicos- ha movilizado en torno a la meta olímpica, parece alejarse para Madrid. El regidor abandonó el acto con cierta prisa, no sin antes asumir plenamente el liderazgo del proyecto y veladamente ligar su futuro político al de Madrid 2016. Algo que todos sabíamos.

La bomba había estallado unas horas antes y sorprendió en la mayoría de las redacciones, que no esperaban obtener un gran titular del anuncio. El esperado dictamen de la Comisión de Evaluación del COI, que en mayo pasado visitó el proyecto olímpico de Madrid, se daba a conocer a través de la web de la institución con sede en Lausanne. Aunque es difícil sacar conclusiones definitivas de su lectura, ya que no existen valoraciones objetivas y cuantificables -salvo las que se refieren al apoyo popular, donde la capital española vence a sus rivales-, el documento, de 90 páginas, contiene un mensaje claro: Madrid no es favorita.