La financiación autonómica ve la luz en medio del oscurantismo sobre las cifras
El nuevo modelo de financiación autonómica vio ayer la luz. Pero las cifras concretas sobre cómo se repartirán los 11.000 millones de euros continúan siendo lo
El nuevo modelo de financiación autonómica vio ayer la luz. Pero las cifras concretas sobre cómo se repartirán los 11.000 millones de euros continúan siendo lo más parecido a los misterios de Fátima en versión tributaria. Hasta el momento es un secreto cuánto corresponderá a cada comunidad autónoma, más allá de los 3.800 millones que irán a parar a Cataluña y los 2.000 millones a Andalucía. Tampoco se conoce en qué posición quedará cada comunidad autónoma en términos de financiación per cápita después de la aplicación del sistema. Y. por si esto fuera poco, sigue siendo un secreto cuánto dinero tendrán que devolver las CCAA al Gobierno central por haber cobrado de más en 2008 y 2009, años en los que la recaudación será inferior al adelanto entregado por el Gobierno central, lo que en la jerga fiscal se denomina ajuste negativo. El Estado ha dado cuatro años para las CCAA que acepten el sistema, el resto tendrá que devolverlo en uno.
El nuevo modelo de financiación autonómica vio ayer la luz. Pero las cifras concretas sobre cómo se repartirán los 11.000 millones de euros continúan siendo lo más parecido a los misterios de Fátima en versión tributaria. Hasta el momento es un secreto cuánto corresponderá a cada comunidad autónoma, más allá de los 3.800 millones que irán a parar a Cataluña y los 2.000 millones a Andalucía. Tampoco se conoce en qué posición quedará cada comunidad autónoma en términos de financiación per cápita después de la aplicación del sistema. Y. por si esto fuera poco, sigue siendo un secreto cuánto dinero tendrán que devolver las CCAA al Gobierno central por haber cobrado de más en 2008 y 2009, años en los que la recaudación será inferior al adelanto entregado por el Gobierno central, lo que en la jerga fiscal se denomina ajuste negativo. El Estado ha dado cuatro años para las CCAA que acepten el sistema, el resto tendrá que devolverlo en uno.