Borrell deja Europa harto de Zapatero, que boicoteó su retiro como rector en Florencia

José Luis Rodríguez Zapatero no suele hacer gala de su talante a la hora de jubilar a la vieja guardia socialista, y Josep Borrell ha sido el último en experimentarlo. El que fuera cabeza de cartel del PSOE en las Europeas de 2004, batiendo al ahora triunfante Jaime Mayor Oreja, se retira de la Eurocámara dolido por el ninguneo al que le ha sometido Zapatero y la dirección de su partido. “Ni siquiera le llamaron para comunicarle que no contaban con él y que López Aguilar sería su sustituto. Se tuvo que enterar por la prensa”, señaló a El Confidencial un cercano asesor al eurodiputado.

Sin embargo, el desdén que más afectó a Borrell fue que el Gobierno español no respaldara su candidatura a rector del Instituto Europeo de Florencia. Un retiro dorado que, finalmente, el ex presidente del Parlamento Europeo logró pese a la oposición de Zapatero. El presidente español presionó para que otro veterano político socialista, Enrique Barón, fuera elegido para el cargo, pero Borrell se impuso en la pugna al quedar como único finalista para el puesto.

Borrell no recibió la felicitación de Zapatero, pero sí de Felipe González, con quien fue ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente entre 1991 y 1996. Según comentó Borrell a su círculo más cercano, González le expresó su envidia por haber obtenido la presidencia del centro universitario y mudarse a una ciudad como Florencia. El Instituto Europeo, fundado en 1972 y financiado por la Unión Europea, acoge a unos 600 estudiantes de doctorado en Ciencias Sociales, alberga un centro de investigación especializado en asuntos internacionales, y es la sede del Centro Robert Schuman para las Ciencias Avanzadas.

Fuentes cercanas a Borrell expresaron la satisfacción del ex candidato a la Moncloa por el PSOE por regresar al ámbito académico. “Está orgulloso de su trabajo en el Parlamento Europeo y se marcha ilusionado con la investigación en campos como el cambio climático”, indicaron. El político socialista era consciente de que ya no contaba para la dirección de su partido, por lo que decidió buscarse una nueva ocupación. “Estaba cansado del Parlamento, pero no se sabe qué fue primero, si sus ganas de dejarlo, o que el PSOE prescindiera de él”, explicaron las citadas fuentes. Este diario trató ayer sin éxito de ponerse en contacto con el eurodiputado a través de su gabinete.

Un eurodiputado incómodo

Borrell se había convertido en un elemento incómodo para los socialistas, acostumbrados a la férrea disciplina que imponen Zapatero y José Blanco. El ex presidente del Parlamento Europeo se negó a apoyar en 2008 la directiva sobre inmigración, desobedeciendo la orden de voto de la delegación socialista española. Borrell se opuso desde el principio a la nueva norma de retorno de inmigrantes en situación irregular, y el PSOE abrió un expediente informativo.  

El caso de Borrell se suma al de otros veteranos socialistas que se ha visto damnificado por Zapatero, como Ramón Jáuregui. El ex secretario general del Grupo Socialista en el Congreso fue destinado en las últimas Europeas como escudero de Juan Fernando López Aguilar. Jáuregui aceptó con desgana, porque consideraba que la lista a la Eurocámara constituye un “cementerio de elefantes”, y también se mostró dolido con Zapatero por el escaso reconocimiento que había tenido a su larga trayectoria política dentro del PSOE.