Zapatero: “Cataluña va a tener el mejor acuerdo de financiación de su historia”

El polideportivo de la Mar Bella, en Barcelona, se encontró ayer a rebosar con 5.000 almas que esperaban los discursos del mítin central de la campaña del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC). El alcalde de la ciudad, Jordi Hereu, la candidata de Cataluña, María Badia, el presidente de la Generalitat, José Montilla, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero fueron los protagonistas de una fiesta en la que ondeaban las banderas rojas del PSC y las azules de la UE. Podría parecerlo, pero no era una convención del Barça, aunque tanto Montilla como Zapatero se refirieron al equipo catalán en sus alocuciones.

Sin embargo, algo de las técnicas del campeón de Europa de fútbol se le debían pegado a los organizadores del acto. Minutos antes de la llegada de los oradores, el vídeo promocional proyectado en las pantallas del polideportivo presentó a los principales líderes socialistas (Zapatero, Montilla, Carme Chacón y Felipe González, icono que fue recordado varias veces por los oradores) en mítines intercalados con imágenes de Gladiator. Exactamente igual que el hizo el entrenador azulgrana, Pep Guardiola, a sus jugadores antes de comenzar el partido contra el Manchester en Roma. La técnica del míster parece que surtió efecto en los jugadores, pero ahora habrá que esperar a ver qué sucede el domingo en las urnas para comprobar si Gladiator es la película de la buena suerte.

Aparte de las similitudes futbolísticas con el evento político de ayer, Rodríguez Zapatero salió a la palestra convencido de que Cataluña es su fetiche. Los discursos de Montilla y Zapatero fueron casi sendas cartas de amor. Parecen haber quedado atrás las tiranteces de los últimos meses. “José Luis, hace tiempo que no coincidíamos [risas apagadas]... en un acto público. Pero trabajamos cada día juntos por Cataluña y por España. Nos queda mucho por hacer. Nos unen pasiones muy fuertes. Y no estaba pensando en el Barça [risas más fuertes]... que también. Pero nos une la pasión por Europa, por la libertad, por la justicia social, por la política entendida como servicio público, por el respeto y la defensa de la pluriculturalidad y del plurilingüismo, por la voluntad y la obligación de hacer cumplir el Estatuto y por la voluntad de modernizar España”, le advirtió Montilla, antes de recordarle que faltaba la financiación pero que preveía un acuerdo.

Con ello, había dejado el terreno allanado para que Zapatero se explayara. Y vaya si se explayó: “Os doy las gracias por el respaldo mayoritario que me dísteis hace algo más de un año para ganar las elecciones y gobernar España. Y digan lo que digan, he cumplido y cumpliré con Cataluña. Es un sarcasmo oir a Mariano Rajoy decir que he engañado con la financiación. Ahí tiene un reto: cuando hagamos público el acuerdo de financiación, espero que lo apoye y no vaya por España diciendo que entregamos todos los recursos a Cataluña, como hizo con el Estatut y con las inversiones. Porque claro que vamos a tener un acuerdo de financiación. Y va a ser el mejor acuerdo de financiación de la historia de Cataluña. ¡El mejor!”, dijo Zapatero.

“¡Dejen de hacer demagogia!”

El presidente del Gobierno subrayó que esta comunidad “ha tenido una financiación injusta. Y ahora la tendrá justa. Digna. Suficiente”. Al margen, señaló el grado de compromiso de sus promesas para Cataluña: “Tiene el mayor volumen de inversión pública por el Estatut [minutos antes, Montilla las había cifrado en 15.000 millones de euros, la inversión de la historia de Cataluña]. Y el día 16, se inaugurará la nueva terminal del aeropuerto de El Prat que dará trabajo a 3.000 personas. Y estamos cambiando Cercanías, que eran obsoletas. Ya hemos llegado a un acuerdo para su traspaso y se han destinado 4.000 millones para su modernización, que gestionará la Generalitat. Hay alguna fuerza que no soporta esto y que gobernaba con otro partido que iba hablando por España de confrontación lingüística. ¡Dejen ya de hacer demagogia! Aquí no hay problema con la lengua”.

Zapatero sacó todos sus demonios contra el PP. “Los demás apenas pintan nada en estas elecciones”, reconoció. Por ello, se cebó en el principal partido de la oposición. “El PP, hace unas semanas, antes del debate del estado de la Nación, creyó que iba a ser todo muy fácil. Llegó Rajoy y salió como ya sabéis. Y no ha vuelto a hablar del estado de la Nación. Ahora, se creía que nos iba a dar una paliza, pero a medida que pasan los días y se acerca el domingo, están más nerviosos e inseguros”.

Críticas descarnadas al PP

Sus críticas al PP fueron continuas y descarnadas. “Cuando hay una buena noticia, pone mala cara -subrayó-. Y no se puede votar a quien pone mala cara ante una buena noticia. No voten a los que desean que las cosas vayan a peor, que es lo que están diciendo toda la campaña. Si Cataluña vota, ganaremos los progresistas, los que tenemos munición para salir de la crisis”. También achacó al principal partido de la oposición de que “no ha hecho llegar al Gobierno ni una sola idea, ni un solo proyecto para luchar contra el paro o para salir de la crisis económica. Lo único que les interesa es ganar las elecciones, pero no van a poder. A nosotros, nos gusta que la gente vote. Y hay algunos que no quieren que la gente vote para ganar”.

El presidente del Gobierno tachó a Jaime Mayor Oreja de tener “las ideas más carcas y conservadoras de toda Europa”. La candidata catalana del PSC, María Badia, también se refirió al cabeza de lista popular: “Representa la derecha más rancia de Europa. Y se ha hecho un estudio sobre los eurodiputados que menos trabajan. Mayor Oreja está en segundo lugar, es de los más vagos. ¡Qué vergüenza!”, exclamó la candidata.

Zapatero, que llegó a Barcelona en el polémico Falcon de las Fuerzas Armadas, se reunió a mediodía con empresarios catalanes en el marco del Círculo de Economía. Allí, se comprometió a mejorar la eficacia del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para hacer que los créditos lleguen a las pymes. El presidente del Círculo, Salvador Alemany, expuso las principales preocupaciones de los empresarios y pidió que el Ejecutivo se emplease a fondo para alcanzar un gran pacto social. Por la tarde, el presidente del Gobierno celebró una reunión con los alcaldes de las ciudades catalanas de más de 50.000 habitantes. Al encuentro, asistieron todos menos tres: los de las tres ciudades que no tienen alcalde socialista. El baño de masas en el polideportivo a primera hora de la noche le sacó el mal sabor de boca que este desplante le pudo acarrear.