El zulo de ETA encontrado en Madrid no era reciente y escondía un kilo de explosivos y detonadores
El zulo de la banda terrorista ETA localizado este viernes de forma fortuita en el norte de la Comunidad de Madrid, contenía un kilo de material explosivo, cuatro
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El zulo de la banda terrorista ETA localizado este viernes de forma fortuita en el norte de la Comunidad de Madrid, contenía un kilo de material explosivo, cuatro detonadores, y diverso material para la fabricación de bombas-lapa, además de una pistola y un manual escrito en euskera.
Según ha informado el Ministerio del Interior, la Guardia Civil analiza el contenido del zulo que ha sido hallado por unos obreros que trabajan en unas obras en el kilómetro uno del camino viejo de Los Molinos a El Escorial, perteneciente al término municipal de Cercedilla (Madrid). En el escondite, los agentes han encontrado un recipiente con un kilogramo de una sustancia que, según los primeros datos, podría ser nitrato amónico, cuatro detonadores, dos sistemas ST-lapa, pinzas para la comprobación de circuitos e instrucciones en euskera.
En otro recipiente de plástico, los investigadores han hallado una pistola Walther del calibre 7.65, tres cargadores y un silenciador. Junto a estos objetos los terroristas habían depositado una pala pequeña y un cubo de plástico.
La hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil apunta a que no se trata de un zulo reciente de ETA, aunque los investigadores trabajan ahora para determinar su antigüedad.
Tras una primera inspección, los expertos policiales consideran que el zulo llevaba varios años abandonado por la banda terrorista. De confirmarse este extremo, el escondite no habría sido utilizado para cometer el último atentado perpetrado por ETA en Madrid, la colocación de una furgoneta-bomba en el parque Ferial Juan Carlos I el pasado mes de febrero, que no causó víctimas pero sí daños materiales.
El vehículo, una furgoneta Peugeot Partner cargada con unos 80 kilos de explosivos, fue robada apenas unas horas antes en la localidad de Navalagamella, a no muchos kilómetros de donde ahora ha sido hallado el escondrijo de la banda.
El último zulo de ETA localizado por las Fuerzas de Seguridad fue encontrado también el pasado mes de febrero en la localidad guipuzcoana de Ordizia. En aquella ocasión, el hallazgo también fortuito, cuando una persona que paseaba por una zona boscosa de Ordizia, descubrió que había un bidón semienterrado, por lo que avisó a la Ertzaintza.
El zulo estaba abandonado desde hacía al menos diez años y guardaba en su interior unos ocho kilos de dinamita francesa caducada y en muy mal estado, una pistola, cartuchos, detonadores antiguos, manuales de la banda terrorista, así como pasamontañas y pelucas.
El zulo de la banda terrorista ETA localizado este viernes de forma fortuita en el norte de la Comunidad de Madrid, contenía un kilo de material explosivo, cuatro detonadores, y diverso material para la fabricación de bombas-lapa, además de una pistola y un manual escrito en euskera.
Según ha informado el Ministerio del Interior, la Guardia Civil analiza el contenido del zulo que ha sido hallado por unos obreros que trabajan en unas obras en el kilómetro uno del camino viejo de Los Molinos a El Escorial, perteneciente al término municipal de Cercedilla (Madrid). En el escondite, los agentes han encontrado un recipiente con un kilogramo de una sustancia que, según los primeros datos, podría ser nitrato amónico, cuatro detonadores, dos sistemas ST-lapa, pinzas para la comprobación de circuitos e instrucciones en euskera.
En otro recipiente de plástico, los investigadores han hallado una pistola Walther del calibre 7.65, tres cargadores y un silenciador. Junto a estos objetos los terroristas habían depositado una pala pequeña y un cubo de plástico.
La hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil apunta a que no se trata de un zulo reciente de ETA, aunque los investigadores trabajan ahora para determinar su antigüedad.
Tras una primera inspección, los expertos policiales consideran que el zulo llevaba varios años abandonado por la banda terrorista. De confirmarse este extremo, el escondite no habría sido utilizado para cometer el último atentado perpetrado por ETA en Madrid, la colocación de una furgoneta-bomba en el parque Ferial Juan Carlos I el pasado mes de febrero, que no causó víctimas pero sí daños materiales.
El vehículo, una furgoneta Peugeot Partner cargada con unos 80 kilos de explosivos, fue robada apenas unas horas antes en la localidad de Navalagamella, a no muchos kilómetros de donde ahora ha sido hallado el escondrijo de la banda.
El último zulo de ETA localizado por las Fuerzas de Seguridad fue encontrado también el pasado mes de febrero en la localidad guipuzcoana de Ordizia. En aquella ocasión, el hallazgo también fortuito, cuando una persona que paseaba por una zona boscosa de Ordizia, descubrió que había un bidón semienterrado, por lo que avisó a la Ertzaintza.
El zulo estaba abandonado desde hacía al menos diez años y guardaba en su interior unos ocho kilos de dinamita francesa caducada y en muy mal estado, una pistola, cartuchos, detonadores antiguos, manuales de la banda terrorista, así como pasamontañas y pelucas.