Zapatero se atraganta con las nuevas condiciones que impone ERC para darle su apoyo
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha abierto una puerta para conjurar el aislamiento parlamentario que sufre en estos momentos y que le resta
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F15b%2Fe4c%2Fcb4%2F15be4ccb412191f553f22582d29b9a6c.jpg)
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha abierto una puerta para conjurar el aislamiento parlamentario que sufre en estos momentos y que le resta margen de maniobra a la hora de poner en marcha iniciativas políticas. El pasado viernes, mantuvo una reunión semisecreta con el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Joan Puigcercós, pero, aún así, lo que en medios políticos se conoce como 'carpeta catalana' se le atraganta.
Durante esta semana, los estrategas de Moncloa hicieron llegar a Partido Popular (PP) y a Convergència i Unió (CiU), los principales partidos de la oposición, un mensaje muy claro: “Zapatero puede reactivar cuando quiera el pacto con el tripartito catalán, que fue el que le llevó a la presidencia”, manifestaron fuentes del Gobierno a El Confidencial. Un acuerdo en el tema de la financiación, que puede producirse en las próximas semanas, sería la pieza clave para volver a disponer de una cómoda mayoría parlamentaria, ya que los cinco diputados de ERC-IU-ICV le colocarían al borde de la mayoría absoluta.
Paralelamente al aviso, Zapatero ató la entrevista con Puigcercós para allanar el camino. Pero las tornas cambiaron. Puigcercós llegó el viernes a Moncloa con dos handicaps bajo el brazo que significaron una jarra de agua fría para el presidente: por un lado, la presión interna en ERC, que clama por no aceptar un acuerdo en financiación a no ser que signifique una propuesta fuera de serie; además, los sectores más independentistas de Esquerra (Esquerra Independentista especialmente) han comenzado una campaña para que la cúpula republicana se someta a un referéndum interno antes de aceptar o no la propuesta del Gobierno.
Tres condiciones indispensables
Este condicionanate lleva a otro: Puigcercós forzó la máquina reivindicativa y puso sobre la mesa tres temas como condición indispensable para dar su apoyo al Gobierno. El primero es un buen acuerdo de financiación. “No nos preocupa tanto la cifra como el modelo”, señalaron fuentes de ERC a El Confidencial. Por ello, Zapatero tendría que aumentar sustancialmente la partida que se invierte en el sistema -o sea, subir de 12.000 millones a un mínimo de 15.000 o incluso llegar a 18.000 según la medición- y aplicar el capítulo de la ordinalidad -previsto en el artículo 206.5 del Estatuto-, que determina el porcentaje de renta que, a la postre, beneficia o perjudica a cada comunidad. Fuentes cercanas a la negociación señalan que este principio, que funciona en otros países como Alemania, es el que permite que una comunidad receptora de la solidaridad no pueda superar en renta a una donante de solidaridad. Y Cataluña es una de las comunidades con mayor índice de solidaridad.
Las otras dos condiciones son el traspaso urgente de dos antiguas reivindicaciones catalanas: la gestión de los aeropuertos y la gestión del servicio de Cercanías de Renfe. Estas dos partidas han de cuantificarse al margen de la financación. Pero con ellas en el bolsillo, la cúpula de ERC puede presentarse ante sus bases con la satisfacción del deber cumplido y de que sus reivindicaciones y su presión han dado los frutos deseados. Y, obviamente, tendría las manos libres para poder pactar a su antojo para el resto de la legislatura.
Las razones de Zapatero a Puigcercós fueron nítidas: en el resto de España se tiene la sensación de que se conceden demasiadas cosas a Cataluña y no es conveniente forzar la máquina. Pero en Esquerra la situación se mira con mucho más optimismo: “Si no existe un acuerdo concreto y firmado sobre estos tres puntos, no habrá apoyo de ERC al Gobierno. Y aún firmando todo ello, Esquerra no llegaría a ningún pacto, aunque sí se compromete a apoyar al Gobierno con acuerdos puntuales”, señala una fuente del partido republicano. La pelota, pues, está ahora en el alero del Gobierno. Sólo falta que Zapatero la sepa jugar.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha abierto una puerta para conjurar el aislamiento parlamentario que sufre en estos momentos y que le resta margen de maniobra a la hora de poner en marcha iniciativas políticas. El pasado viernes, mantuvo una reunión semisecreta con el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Joan Puigcercós, pero, aún así, lo que en medios políticos se conoce como 'carpeta catalana' se le atraganta.