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El PSOE se ve obligado a pactar con el PP para salvar los muebles en el Congreso
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LA FALTA DE SOCIOS ESTABLES PASA FACTURA A ZAPATERO

El PSOE se ve obligado a pactar con el PP para salvar los muebles en el Congreso

El vía crucis del PSOE en el Congreso ha comenzado, y promete prolongarse hasta el final de la legislatura. Para evitar una severa derrota, los socialistas

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El PSOE se ve obligado a pactar con el PP para salvar los muebles en el Congreso

El vía crucis del PSOE en el Congreso ha comenzado, y promete prolongarse hasta el final de la legislatura. Para evitar una severa derrota, los socialistas se vieron ayer obligados a pactar con el Partido Popular tres iniciativas parlamentarias, y a votar en el mismo sentido que lo populares en otras dos ocasiones. Un cambio de estrategia que evidencia la debilidad del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, así como la ruptura del aislamiento que el PP ha padecido en los últimos años.   

Por primera vez desde que perdieron el poder, los populares se ven capaces de aprobar sus iniciativas, llegar a acuerdos con otros grupos y cambiar la orientación del voto de los socialistas. Así, el PP podría haberle infligido su primera derrota de la legislatura al PSOE, si el propio Mariano Rajoy y otros cinco diputados no se hubieran ausentado del Pleno. En ese caso, los populares habrían sumado votos suficientes para superar a los socialistas en una materia donde no se mostraron dispuestos a pactar: las ayudas para el sector de la automoción.

La asistencia y la puntualidad de los diputados se ha convertido en un aspecto fundamental para el resultado de las votaciones, por lo que la dirección del Grupo Socialista ha incrementado la presión para que todos sus miembros acudan sin falta al Congreso. Ayer, sólo el escaño de Zapatero lucía vacío entre las filas del PSOE.

Pese a la oportunidad perdida de derrotar al PSOE, los populares disfrutaron con el cambio de paisaje parlamentario. “Ya tenemos una novedad y es que una propuesta económica del PP es apoyada por el PSOE”, destacó el diputado del PP Ramón Aguirre durante la defensa de la moción que su grupo presentó sobre el estado del sistema financiero español. Los socialistas no tuvieron más remedio que pactar previamente el contenido, al que se unió CiU, que insta al Banco de España a elaborar un diagnóstico del conjunto de entidades financieras.

Los populares pusieron contra las cuerdas a los socialistas con otras dos iniciativas. La primera, sobre la inclusión social de los discapacitados y sus familias, fue aprobada por unanimidad, aunque el PSOE manifestó su malestar por tener que apoyarla únicamente para no quedarse solo. De hecho, la diputada socialista María José Sánchez tachó la propuesta de “oportunista” y de “amalgama de modificaciones que no tienen ningún hilo conductor”.  Pese a todo, el Grupo Socialista respaldó al PP para no sufrir su primera derrota en el pleno del Congreso.

Algo similar sucedió con la iniciativa de CiU para ayudar a los trabajadores autónomos. El PSOE se unió al resto de formaciones para aprobar que este colectivo vea reducido durante dos años, en un 50%, las cotizaciones a la Seguridad Social del primer trabajador que haga indefinido. Un argumento que probablemente servirá a Zapatero para salvar su reunión de este miércoles con las organizaciones que representan a los autónomos. PP y PSOE coincidieron también en el rechazo a la moción de ERC para avanzar en el uso de las lenguas cooficiales en el conjunto de la Administración General del Estado.  

La soledad del presidente

Por otra parte, los socialistas necesitaron el apoyo del PP para sacar adelante un asunto menor, como incluir el oficio de fallero en el currículo de la Formación Profesional. Esta fue la única propuesta que el PSOE llevó a la sesión plenaria de ayer, prueba del bajo perfil de las iniciativas políticas que el Grupo Socialista se ve capaz de aprobar en el Congreso. Una situación que incide en la posición de soledad y desgaste que se atribuye a Zapatero, obligado a afrontar la crisis económica sin alianzas estables y con un reforzado jefe de la oposición, Rajoy, dispuesto a bloquear al Gobierno en el Parlamento.

Rajoy, crecido por los resultados electorales y sin rivales internos a la vista, ironizó el lunes ante la Directiva de su partido sobre las carencias del presidente del Ejecutivo. “Quién te ha visto y quién te ve, con quién habló la pasada legislatura y con quién tiene que hablar ahora”, le espetó a Zapatero. Lo cierto es que el PP ha logrado romper el aislamiento al que quedó sometido por el resto de partidos políticos, más proclives al entendimiento con el PSOE, y está volviendo a representar un papel importante en el juego de alianzas parlamentarias. Para ello ha sido fundamental el desalojo del PNV del Gobierno vasco, ya que los jeltzales pretenden vengarse en Madrid de la llegada al poder en Vitoria del socialista Patxi López. Las emociones fuertes regresan al Congreso.

El vía crucis del PSOE en el Congreso ha comenzado, y promete prolongarse hasta el final de la legislatura. Para evitar una severa derrota, los socialistas se vieron ayer obligados a pactar con el Partido Popular tres iniciativas parlamentarias, y a votar en el mismo sentido que lo populares en otras dos ocasiones. Un cambio de estrategia que evidencia la debilidad del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, así como la ruptura del aislamiento que el PP ha padecido en los últimos años.   

Mariano Rajoy