Y ahora los agricultores: toman el centro de Madrid y amenazan con colapsar Cataluña

Tiempo de crisis, tiempo de manifestaciones. Apenas sofocado el conflicto provocado por los paros de los transportistas, y con el sector pesquero a la espera de ayudas del Gobierno, los agricultores han decidido salir a la calle para forzar al Ejecutivo a negociar medidas que palien la “grave crisis”, que, aseguran, afecta al medio rural. Unos 10.000 agricultores y ganaderos tomaron ayer el centro de Madrid durante tres horas, y, en plena víspera de puente (el martes día de San Juan es festivo en toda Cataluña) los payeses pretenden hacerse oír cortando las vías de entrada y salida de las principales ciudades catalanas. Un movimiento que dificultará la 'operación salida' con movilizaciones simultáneas en Girona, Lleida, Tarragona y la provincia de Barcelona, bajo el lema: “¡Freno a los costes de producción! Basta de estrangular la agricultura y la ganadería".

Reivindicaciones similares se pudieron escuchar en el centro de la capital de España, donde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) reunió a miles de profesionales del campo que corearon cánticos como “Zapatero, el campo es lo primero” o “¡Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra!”. El sector protesta por el incremento de los precios del petróleo, los fertilizantes y el pienso; y por la caída del valor de sus productos. Por ello, reclaman al Gobierno un gasóleo profesional y beneficios fiscales. Además, el presidente de Asaja, Pedro Barato, lanzó una clara advertencia al Ejecutivo: “Queremos hacer lo que nos gusta y pedimos al Gobierno de una forma pacífica que nos dé soluciones a nuestros problemas. Si nos obliga a tomar otras medidas, por desgracia también lo sabemos hacer". Barato amenazó con importantes movilizaciones para finales de julio y principios de agosto, si se produce una respuesta positiva del Gobierno.

Durante la manifestación, que transcurrió por el Paseo de la Castellana, los agricultores regalaron 13.000 kilos de productos como lechugas, tomates, calabacines y cartones de leche. La marcha estuvo animada por charangas, gritos, silbatos, y hasta por una comitiva fúnebre que anunciaba la muerte del campo extremeño. Un manifestante, sobre una desvencijada bicicleta tirando de un arado portaba una pancarta que rezaba: “Sin gasóleo este es mi tractor”. Salvador, un ingeniero agrónomo llegado desde Valencia, señaló que la subida del gasóleo hay que añadir la de la tarifa de la luz, por lo que la agricultura ha dejado de ser una actividad rentable para convertirse en una ocupación a tiempo parcial.

“Nos están machacando, no es posible aguantar”, se lamentó Antonio, dedicado al cereal y a la uva en Toledo, que aseguró que se iba a ver obligado a cerrar el negocio por los elevados costes del gasóleo y los insumos. “Vamos a tener que ir todos al paro, incluyendo toda la mano de obra de la vendimia y que recolecta la fruta”, denunció Antonio. Un testimonio que se repite en el sector. “Tenemos muchos problemas y muy gordos, como que no puedo echarle gasóleo al tractor todos los días para salir de casa”, expresó Miguel, llegado desde Zamora, donde trabaja con ganado y cereal.

Bloqueos en Cataluña

La Unió de Pagesos de Cataluña, que representa al 65% del sector, también se moviliza para exigir medidas urgentes ante el aumento de los costes de producción y del precio del gasóleo B. Según la Unió, el precio del gasóleo se ha duplicado desde 2004 hasta situarse en 1,07 €/litro en las gasolineras, a lo que habría que añadir un incremento del resto de costes de producción debido a los derivados del petróleo necesarios en el campo como los fertilizantes, fitosanitarios, plásticos, neumáticos o lubricantes. En ganadería, el sindicato denuncia que en un año los piensos han incrementado su precio un 33,6%. Ante este escenario, además los agricultores alertan que deberán hacer frente al aumento del precio de la energía eléctrica para el riego que en dos años y medio, en términos de potencia, aumentará más de un 30%.

El departamento de Agricultura, Alimentación y Acción Rural de la Generalitat acepta que el incremento de los cereales repercute en los costes totales de la producción ganadera entre el 19% y el 31%. En este sentido, el responsable de Economía Agraria y Fiscalidad en la Comisión Permanente del sindicato, Josep Cabré, explicó a El Confidencial que “tanto el aumento del precio del gasóleo como el de los costes de producción está provocando que los campesinos obtengan unos ingresos, en ocasiones, por debajo de los costes de producción”. El Spanish Regional Economic Outlook, que elaboran en red departamentos de 16 universidades españolas, bajo la denominación Hispalink, prevé para la agricultura catalana una caída en el PIB de este año del 1,7%, frente a un crecimiento medio en España del 0,9%, en un marco que presupone un aumento del PIB para toda España del 2,3%.

El sindicato también denuncia, como ocurría en el caso de las protestas de los transportistas, las prácticas del sector de la transformación y la distribución, que cada vez se concentra en menos manos e impone unos márgenes comerciales abusivos, propios de una situación de oligopolio. A su juicio, este tipo de actuaciones supone un problema tanto para el consumidor, que sufre el aumento de los precios, como para los productores agrarios, que ven caer sus ingresos. Para subsanar este problema, Unió de Pagesos propone que se cree una ley de comercio que tenga como objetivo principal corregir las disfunciones del mercado y que dé transparencia a los precios de mercado.