La izquierda radical y ANV comienzan a prepararse para su ilegalización

Noqueada por las detenciones de sus principales dirigentes e incapaz de separarse del terrorismo de ETA, la izquierda radical abertzale empieza a prepararse para afrontar un futuro de mayor marginación política, bien porque el Gobierno inicie el proceso de ilegalización de ANV, bien porque Baltasar Garzón decida su suspensión de actividades. Los representantes de este partido han comenzado a dirigirse públicamente a las bases para que voten por la independencia en las elecciones generales y provocar el voto nulo.

Así lo ha hecho la alcaldesa de Hernani (Guipúzcoa), Marian Beitialarrangoitia, en un acto contra la Constitución española que acabó con varios encapuchados cruzando contenedores en Durango, la localidad vizcaína donde se congregaron los militantes independentistas. Primero fue el amago de ANV de que concurrirá a las elecciones generales, una cita con las urnas a la que los batasunos habían renunciado a participar desde 2000, cuando con la tregua rota y en plena ofensiva de ETA el partido de Arnaldo Otegi decidió apartarse por la carrera hacia el Congreso en el que sí tuvo diputados la vieja y hoy proscrita judicialmente HB.

Ahora, ante la más que probable ausencia en la convocatoria de marzo, la izquierda radical abertzale parece decidida a recurrir de nuevo a una fórmula que no tiene repercusión legal alguna pero que le permite contabilizar oficiosamente sus apoyos: la propugnación del voto nulo con un mensaje nítido a favor de la independencia de Euskal Herria. La maniobra, ya ensayada en otras ocasiones, supone un recuento sin ningún valor, pero al atribuirse todos los sufragios no válidos los batasunos encuentran un cauce para hacerse presentes en los comicios y hacer ver que mantienen sus apoyos, que ellos siguen cifrando en torno a los 150.000 apoyos.

Lo que ha quedado claro en los meses transcurridos desde las elecciones municipales es que ANV está actuando como correa de transmisión, de forma incluso más comprometida que PCTV-EHAK, de la izquierda radical abertzale dentro de las instituciones en las que se le permitió sentarse, y también fuera. Todo en medio de los serios problemas que está afrontando la cúpula de Batasuna para poder sustituir a los dirigentes detenidos en los últimos meses.