Ibarretxe rescatará este viernes su plan soberanista para recuperar el protagonismo que le robaron Imaz y Zapatero

El lehendakari Ibarretxe confirmará este viernes en el Parlamento de Vitoria su determinación de recuperar el protagonismo perdido tras una legislatura en la que el fracasado proceso de paz y la excelente sintonía entre Rodríguez Zapatero y Josu Jon Imaz le habían desplazado del centro del escenario al presidente vasco. En su intervención en el Pleno de Política General, Juan José Ibarretxe volverá a poner sobre la mesa la celebración de una consulta popular, una convocatoria inviable jurídicamente que el lehendakari pretende impulsar incluso aunque ETA siga atentando, quebrando así su propio compromiso de no hacerlo en tanto prosiguiera el terrorismo.

En la práctica, la alusión a la consulta, convertida en un fetiche para el tripartito formado por el PNV, EA y Ezker Batua, supone un decidido intento de Ibarretxe de revitalizar su fallido plan soberanista, rotundamente rechazado por el Congreso en febrero de 2005. Aquel rechazo, sumado a los decepcionantes resultados cosechados por el partido en las elecciones autonómicas de ese mismo año y a la apertura de un proceso de paz capitalizado por la izquierda abertzale y el Gobierno de Zapatero, difuminaron la figura de un Ibarretxe que aguardaba, empecinado, su oportunidad de recobrar protagonismo.

El lehendakari cree que éste es el momento de volver a sacar cabeza, aprovechando la ruptura de la tregua, el fracaso de los contactos entre ETA/Batasuna y el Ejecutivo socialista y la crisis abierta en su propio partido. Sin olvidar dos factores dispares, pero relevantes: por una parte, el Tribunal Superior de Justicia deberá decidir en breve si procesa o no al presidente vasco por reunirse con la ilegalizada Batasuna, una posibilidad cierta que, de consumarse, intensificaría el fervor de las bases más radicalizadas hacia Ibarretxe; y, por otra, el Parlamento de Vitoria cuenta con mayoría nacionalista, dado que el Partido Comunista de las Tierras Vascas conserva sus nueve asientos, lo que podría reforzar las intenciones más desafiantes del lehendakari si su partido y el Gobierno no le ponen coto.

Es un hecho que los socialistas están inquietos por este renovado pulso de Ibarretxe, al que amenazan con retirarle su apoyo presupuestario si persiste en su defensa de una consulta autodeterminista.

Ibarretxe e Imaz, juntos en el Día del Partido

Es este contexto tan convulso, el PNV celebrará el tradicional Día del Partido el domingo en Vitoria; es decir, apenas 48 horas después del Pleno en el que Ibarretxe aclarará sus intenciones y en pleno proceso para reconducir las turbulencias internas. El morbo está servido porque, como es habitual, el mitin ante la militancia lo abre el lehendakari y lo cierra el presidente del Euzkadi buru batzar, que sigue siendo Josu Jon Imaz.

No es la primera vez que ambos discursos han reflejado falta de sintonía entre ambos. Y una de las incógnitas es la acogida que recibirá Arzalluz, que desde que Imaz desplazó a su delfín, Joseba Egibar, del liderazgo del partido ha rehusado siempre ocupar el lugar de honor que le corresponde junto a la dirección y ha preferido mezclarse con las bases.