Fainé, Pallete y el otro palco donde se toca la música real del Ibex

El Ibex 35 está en plena ebullición, provocada en gran parte por las ansias del poder político por hacerse con el poder financiero. En apenas tres meses, la bolsa española ha visto una cascada de operaciones corporativas por más de 32.000 millones de euros, importe que podría incrementarse en los próximos trimestres. Transacciones que transforman el panorama financiero del país y que tiene como eje vertebrador a Isidro Fainé, el presidente de 'la Caixa'.

El veterano banquero ha puesto encima de la mesa una OPA sobre Naturgy que le costará unos 2.000 millones. Al tiempo, ha comprometido otros 2.000 millones para comprar un 10% de Telefónica y 1.000 para hacerse con una participación similar en ACS, además de 622 millones para tomarse una participación de control en Inmobiliaria Colonial y unos 450 millones para convertirse en accionista de referencia de Puig. Por si fuera poco, el Gobierno de Pedro Sánchez espera que colabore para que Talgo no acabe en manos de Hungría, país en manos de Viktor Orbán, al que Moncloa califica de enemigo del progresismo.

Fainé mantuvo una reunión con Pedro Sánchez a finales del año pasado que no apareció en las agendas públicas y que fue clave para su continuidad como presidente de 'la Caixa'. Era un momento en que los independentistas querían poner a unos de los suyos al frente de la institución financiera. Desde entonces, se interpreta que todas esas operaciones están bendecidas por Moncloa.

La gran incógnita residía en si Fainé iba a acompañar a Sánchez en el interés del presidente de influir, y mucho, en compañías tan estratégicas para el país como Telefónica, Naturgy o Indra, incluida la composición del consejo y la alta dirección. En el caso de la teleco se da la circunstancia de que es uno de los mayores anunciantes en medios de comunicación.

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Sin embargo, Fainé quiso escenificar el pasado jueves en el Teatro Real que la toma de hasta el 10% de Telefónica no supone que a partir de ahora vaya a ir de la mano del PSOE, que ya cuenta con dos consejeros de facto en la operadora y aspira a un tercero. Al contrario, en un concierto patrocinado por la Fundación Bancaria ‘la Caixa’, el de Manresa pidió expresamente a José María Alvarez-Pallete que acudiera al evento. Pallete, que no suele asistir a estos encuentros sociales, se presentó en el auditorio situado enfrente del Palacio Real y, a petición expresa de Fainé, se puso a su lado, en el palco de honor.

Los asistentes, entre los que se encontraban el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, o el de Celsa, Rafael Vilaseca, ex consejero delegado de la gasista, Angel Vilà, el número dos de Telefónica, e importantes miembros de la judicatura, se percataron de la fotografía corporativa. Un gesto poco habitual en el experimentado banquero con el que el mandatario de ‘la Caixa’ quiso explicitar que Pallete es su hombre en Telefónica y que, mientras él está en el consejo (lleva casi 40 años), a José María no se le toca.

Un mensaje para el Gobierno de Sánchez, que cuando Moncloa confirmó en diciembre que iba a comprar el 10% de la operadora, empezaron a moverse para aumentar su influencia en la cúspide de la multinacional. También para Saudi Telecom Company (STC), la teleco de Arabia Saudí, que en septiembre del pasado año hizo público su interés en adquirir también el 10% de la empresa que en este 2024 cumple su centenario.

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Fue un primer intento fallido de los fontaneros socialistas porque Pallete puso pie en tierra y se negó a ampliar el número de miembros del consejo de administración mientras la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) no paraba de comprar acciones de Telefónica en el mercado. Este pasado martes llegó al tan ansiado 10% que le ha costado casi 2.300 millones a las arcas públicas. Pero, como adelantó en exclusiva El Confidencial un día más tarde, CriteriaCaixa ya ha comunicado a quien toca que va a elevar su participación desde el 5% actual hasta otro 10%.

Un dique de contención para Pallete que el próximo año tiene que someterse a la reelección como presidente de Telefónica, cargo que asumió en la primavera de 2016. José María está centrado en la ejecución del nuevo plan estratégico, pero no se le escapa que si la legislatura progresista continúa, este movimiento sísmico no será el último. Especialmente porque BBVA, un aliado fiel durante más de treinta años y que ahora tiene el 4,8% de Telefónica, puede perder su asiento en el consejo por un criterio puro de proporcionalidad de su participación.

El que no asistió al Teatro Real fue Carlos Ocaña, el amigo escritor al que Sánchez ha elevado a consejero de Telefónica. Pero sí estuvo en el concierto del centenario de la teleco que se celebró en el Santiago Bernabéu, donde el también economista ejerce de director general del Real Madrid, y en la fiesta que la operadora organizó con 800 directivos para hacer equipo.