Bildu resucita los fantasmas de las cajas de ahorros con una ofensiva por Kutxabank

Nueva amenaza política sobre el sector financiero. Tras todo el ruido que ha habido en Cataluña en torno a la Fundación la Caixa, ahora es EH Bildu el partido que ha puesto a la banca como uno de los ejes de su programa electoral. La formación abertzale habla de recuperar "el control democrático" de Kutxabank, octava entidad del país, que controlan tres fundaciones bancarias.

"Las fundaciones bancarias, actuales titulares de la propiedad de la entidad, no garantizan en absoluto un control democrático de la misma. Es por ello que entendemos que, desde una actitud responsable y comprometida con el interés general de la ciudadanía vasca, se deben explorar todas las vías que permitan a las instituciones recuperar el control del que podría ser un instrumento financiero de gran potencial, para el impulso del desarrollo económico y social de nuestro pueblo", expone el programa económico de los herederos de Batasuna.

Estas afirmaciones van en contra de lo que España pactó con Europa en el rescate bancario de 2012: despolitizar las cajas de ahorros. De ahí surgió la ley de fundaciones bancarias de 2014, cuyo objetivo es preservar la obra social y el espíritu de las antiguas cajas, pero sin repetir los errores del pasado.

Kutxabank está actualmente participada en un 57% por la Fundación BBK, en un 32% por Kutxa y en un 11% por la Vital. La entidad gestiona activos por valor de 63.000 millones, lo que le convierte en el octavo grupo español, y ganó 510 millones en 2023, un 54% más que un año antes. De este resultado, un 60% ha ido a parar a sus accionistas a través del mayor dividendo de su historia.

TE PUEDE INTERESAR

El plan del Banco de España para amurallar el sector financiero frente a los políticos

Jorge Zuloaga

EH Bildu fundamenta en su programa que Kutxabank "ha debilitado su función de promoción y arraigo" de la economía vasca al haber "vendido sus participaciones en la propiedad de Euskaltel, Ibermática, NH Hoteles, Itínere, Enagas y Deoleo".

Tanto la repolitización de las fundaciones como las viejas carteras industriales de los bancos son contrarias a la filosofía del Banco Central Europeo (BCE) y provocarían posibles choques con el supervisor europeo, del que depende Kutxabank. En el caso de sus accionistas, las fundaciones BBK, Kutxa y Vital, lo hacen del gobierno vasco, gracias a una cesión del PP lograda por el PNV en la redacción de la ley de 2014.

Preocupación en Cibeles

Esta excepción vasca hace que la ambición de EH Bildu sea más peligrosa. Las últimas encuestas sitúan a la formación abertzale en situación próxima al empate técnico con el PNV. De ahí que este programa se vea con especial preocupación en el sector financiero.

Recientemente ha habido también ruido en torno a la Fundación la Caixa y Criteria, que controlan algo más de un 30% de CaixaBank. Las cesiones del Gobierno a los partidos catalanes ha hecho que se tema con alguna cesión en clave financiera, en un entorno en el que estas formaciones quieren recuperar influencia económica y lograr que el retorno de las sedes.

Este entorno es el que ha llevado al Banco de España a estudiar un plan para reducir el control de las fundaciones bancarias en los grandes bancos, como adelantó este medio. Un proyecto que está paralizado por su complejidad legal y por el inminente relevo al frente de la institución.