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El BdE descarta que el 'Martinsa-Fadesa alemán' afecte a la banca española
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El BdE descarta que el 'Martinsa-Fadesa alemán' afecte a la banca española

Casos como los de Signa y Adler han activado las alarmas en Europa de una posible crisis inmobiliaria que vigila de cerca el BCE. En España, se descartan efectos directos

Foto: Edificio en Múnich de Signa, una de las inmobiliarias europeas en problemas. (Reuters/Wolfgag Rattay)
Edificio en Múnich de Signa, una de las inmobiliarias europeas en problemas. (Reuters/Wolfgag Rattay)
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Los bancos españoles están a salvo de las turbulencias inmobiliarias que sacuden Europa, propiciadas por los colapsos de dos gigantes como Signa y Adler. Al menos eso creen en el Banco de España, según un reciente discurso de uno de sus principales espadas, Ángel Estrada, director general de estabilidad financiera, regulación y resolución.

"A diferencia de en otras jurisdicciones, en España no se detectan en la actualidad riesgos significativos en el sector residencial comercial. De hecho, tanto en los foros europeos (ESRB) como internacionales (FSB) se está alertando sobre la acumulación de riesgos en este ámbito. […] En España las exposiciones bancarias son relativamente reducidas, las condiciones de concesión son prudentes y los indicadores no muestran desequilibrios relevantes", expuso en unas jornadas inmobiliarias celebradas la semana pasada.

Todo apunta, de este modo, que los bancos españoles llegan mejor preparados a una potencial crisis que sus homólogos europeos. En especial los de países como Alemania, Países Bajos, Francia y Austria. Al igual que en España se aprovechó el penúltimo ciclo de bajos tipos de interés (2003-06) para alimentar una burbuja inmobiliaria, lo mismo podría haber ocurrido en Centroeuropa en la última, más larga que la anterior (2009-22).

Las señales de alarma saltaron hace unos dos meses con dos grandes inmobiliarias con intereses en Alemania, Adler Group y Signa Holding. Entre ambas, acumulan deudas de unos 15.000 millones en peligro, gran parte en manos de bancos alemanes, lo que ha hecho que cunda la preocupación en el Banco Central Europeo (BCE). Como ocurrió en 2008 en España con Martinsa-Fadesa, que en el momento de su declive debía unos 7.000 millones.

Foto: Las refinanciaciones de las inmobiliarias europeas están en el punto de mira.

Sobre esto se pronunció recientemente el BCE en su informe de supervisión: "Las exposiciones materiales a los préstamos inmobiliarios comerciales de las entidades de crédito se concentran, en particular, en bancos alemanes, franceses y neerlandeses (alrededor del 52% del total de préstamos para este tipo de inmuebles) […]. El BCE sigue realizando diversas actuaciones supervisoras in situ y a distancia para asegurar que el foco supervisor se pone activamente en el riesgo del sector inmobiliario comercial. Este foco activo se mantendrá en 2024, y los supervisores vigilarán de cerca la evolución del sector bancario y del mercado en relación con esta relevante cartera".

Este análisis coincide con el del Banco de España, que calcula que las entidades españolas tienen en torno a un 4% de sus créditos expuestos a activos inmobiliarios comerciales (centros comerciales, oficinas y naves industriales, entre otros), frente al 9% alemán o el 7% de media europea.

Razones estructurales

Tal y como explica el supervisor español, "diversos cambios estructurales asociados a la digitalización (comercio online, teletrabajo, etc.) pueden estar teniendo un impacto significativo y de larga duración en el sector", lo que explicaría que determinadas inmobiliarias estén siendo incapaces de atender sus pagos.

Esta amenaza no ha sido originada en Europa. Los primeros signos de debilidad llegaron en Estados Unidos, donde desde hace dos años hay una gran preocupación, con la bancarrota de WeWork como gran exponente. De hecho, alguno de los bancos que cayeron hace un año, como Silicon Valley Bank o Signature, tenían una gran exposición a este sector.

Pese a que parezca que España va a esquivar este temporal, desde el organismo liderado por Pablo Hernández de Cos advierten de que siguen existiendo riesgos en el residencial, a pesar de la digestión realizada desde la anterior crisis: "Se mantiene una ligera sobrevaloración de la vivienda, que tendería a corregirse de acuerdo con las proyecciones". "Las tasas de dudosos y de préstamos en vigilancia especial siguen siendo relativamente elevadas", añade el Banco de España. La situación es mucho mejor que en 2008, pero los supervisores evitan la autocomplacencia. Aunque viven mucho más cómodos que en Alemania.

Los bancos españoles están a salvo de las turbulencias inmobiliarias que sacuden Europa, propiciadas por los colapsos de dos gigantes como Signa y Adler. Al menos eso creen en el Banco de España, según un reciente discurso de uno de sus principales espadas, Ángel Estrada, director general de estabilidad financiera, regulación y resolución.

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