Abanca triplica su beneficio (711 M) y seguirá "atenta" a posibles adquisiciones

Abanca ganó 711 millones el año pasado, más del triple que en 2022, con una rentabilidad (RoTE) del 16%, en línea con la de los grandes bancos que han presentado resultados en las últimas semanas.

Este resultado se explica, en parte, por la mejora de los ingresos y, en parte, por las adquisiciones realizadas el año pasado: Targobank, la antigua filial de Crédit Mutuel en España, y la portuguesa Eurobic, pendiente de autorizaciones. Sin estas compras, el beneficio de Abanca en 2023 hubiera sido de 546 millones, más del doble que un año antes.

“Este resultado obedece a esta estrategia de crecimiento orgánico e inorgánico, que nos ha permitido mejorar nuestra rentabilidad estructural. Hemos sido capaces de duplicar nuestro volumen de negocio, controlando los gastos de explotación”, ha explicado en la rueda de prensa de resultados el presidente de la entidad gallega, Juan Carlos Escotet.

El banquero venezolano no cierra la puerta a nuevas adquisiciones, aunque reconoce que a partir de ahora van a ser más complicadas: “Seguimos siempre atentos a oportunidades que puedan surgir en el mercado, pero empiezan a ser menores, hay menos apetito por vender”. Escotet ha reiterado, asimismo, que el grupo sigue con la puerta abierta a salir a bolsa, aunque no darán el paso mientras “las cotizaciones estén por debajo del valor en libros”.

Crítica al impuesto

Estas adquisiciones han permitido que este grupo sea ya el séptimo banco por activos tanto en España como en Portugal. En el mercado español está por detrás de CaixaBank, Santander, BBVA, Sabadell, Unicaja y Bankinter. La entidad señala que ha superado todos los objetivos estratégicos en 2023, en rentabilidad recurrente, capital (del 12,6% en CET1), volumen de negocio y calidad del riesgo. A pesar de que su tasa de morosidad subió en 2023 del 2,1% al 2,4%. El capital sigue por debajo del 13% que quiere Abanca, por lo que su pay out (porcentaje del beneficio que se distribuye a través de dividendos) seguirá siendo conservador este año.

Escotet y el CEO de Abanca, Francisco Botas, se han referido también al pago de impuestos el último año en España, de 400 millones, y han criticado que el tributo extraordinario se haya prorrogado: “Su efecto en el crédito y la competitividad es dañino”.

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Los ejecutivos de Abanca han negado que el Banco Central Europeo (BCE) esté fijando ningún tipo de calendario de desinversión en Nueva Pescanova y el Deportivo de la Coruña, y han afirmado que se tomarán su tiempo para vender estas participadas: "No tenemos ninguna prisa, la hoja de ruta se mantiene".

Asimismo, Escotet y Botas han descartado hacer un ERE (expediente de regulación de empleo) en España o Portugal tras las últimas adquisiciones. "No, nuestros índices de eficiencia se ven afectados porque cargamos todos los costes en el año de la integración, pero nuestra estrategia es correcta. Nuestra rentabilidad resume nuestra gestión".