Abanca pide mejores ofertas por Pescanova para evitar fuertes pérdidas

Abanca quiere mejores ofertas para vender la mayoría del capital de Nueva Pescanova. El consejo de administración del banco gallego, controlado por el venezolano Juan Carlos Escotet, analizó este lunes las tres ofertas presentadas por la americana Red Chambers, la canadiense Cooke y la también gallega Iberconsa, participada por el fondo estadounidense Platinum. Pero no se decantó por ninguna, al considerar que son demasiado bajas.

Según aseguran fuentes próximas a la operación, Abanca ha solicitado a los interesados unas propuestas más elevadas, al comprobar que ninguna llega a los 700 millones que pedía como valor empresa (capital más deuda). Una cantidad de la que 200 millones corresponderían al equity y los 500 millones restantes, al pasivo. Abanca necesita que las ofertas alcancen el objetivo fijado para que la valoración no se distancie de los 200 millones en que tiene contabilizada la empresa en balance. De lo contrario, se apuntaría fuertes pérdidas en los resultados de 2023.

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Otras fuentes apuntan que las ofertas recibidas no llegan ni a los 150 millones de euros. Incluso se quedan lejos, agregan, debido a que el beneficio operativo de Nueva Pescanova se derrumbó un 50% en 2022, de los 70 a los 40 millones. Un descenso provocado, según fuentes próximas a Pescanova, por factores extraordinarios, como el incremento del precio del petróleo y la caída abrupta de las ventas del pescado por la inflación. Dos elementos que la compañía considera que se corregirán este año, algo que los potenciales compradores no ven tan claro.

Otras fuentes indican que, aunque a última hora ha surgido el nombre de Iberconsa, las posibilidades de este grupo a la hora de competir con Red Chambers y Cooke son inferiores porque, como Nueva Pescanova, también ha sufrido un duro retroceso de su ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones). En concreto, de los 70 a los 40 millones, según fuentes del sector. Un descenso muy pronunciado que castiga a una compañía que ya arrastra una deuda de casi 400 millones. Además, agregan que Nueva Pescanova e Iberconsa tienen duplicidades de costes, ya que ambas tienen en Argentina y Namibia dos de sus principales caladeros. Un elemento que se añade al impacto de las divisas por la continua depreciación del peso argentino.

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Abanca confía en que alguno de los tres interesados mejore sus ofertas en los próximos días para elegir una de ellas e iniciar ya las negociaciones en exclusiva. Unas conversaciones que se extenderían durante al menos tres meses, para que el ganador de esta subasta haga la revisión de las cuentas internas de Nueva Pescanova o due diligence.

Compromiso político

Fuentes próximas a la operación aseguran que, como publicó El Confidencial la semana pasada, Abanca se ha comprometido a conceder al comprador la financiación necesaria para llevar la adquisición a buen puerto ante la negativa de Banco Santander, CaixaBank y Sabadell a asumir más riesgos con Nueva Pescanova. Estos tres bancos decidieron el pasado 23 de marzo no extender un préstamo de 150 millones a la compañía con sede en Redondela para sus necesidades de circulante.

Abanca se ha comprometido a conceder al comprador la financiación necesaria

Pero Abanca ha querido facilitar la venta de Nueva Pescanova, de la que tiene un 97% del capital, debido a las indicaciones del Banco Central Europeo (BCE) de reducir su exposición a la empresa, que arrastra una deuda de 500 millones. Al tener casi la totalidad del accionariado, la entidad dirigida por Escotet debería provisionar toda la inversión, que supera con creces esa cifra. Si la vendiese, podría desconsolidar esta participación, lo que tendría un efecto positivo en sus ratios de capital.

La importancia de Nueva Pescanova es tal para Galicia que Escotet se comprometió con Alberto Núñez Feijóo, cuando era presidente de la Xunta, a hacer todo lo posible por devolver el esplendor a una empresa mítica en la región. Tras invertir decenas de millones en comprar los paquetes que habían heredado los bancos por la quiebra de la vieja Pescanova, Abanca quiere ahora elegir el socio adecuado para que la compañía, con una plantilla de 12.000 personas, tenga una nueva y correcta singladura.

Abanca ha declinado hacer ningún comentario sobre esta información.