La casa real de Liechtenstein compra el escaparatista de Inditex por 200 M

Portobello está a punto de desprenderse de otra de las compañías que se le habían enquistado en su cartera, desinversiones necesarias para levantar su nuevo fondo de capital riesgo. La firma ha alcanzado un principio de acuerdo con L-GAM, el private equity participado por la familia real de Liechtenstein, para traspasarle Trison, la compañía gallega especializada en marketing sensorial, que tiene a Inditex como principal cliente. La operación, dirigida por el banco de inversión Canaccord, ronda los 200 millones de euros.

Según estas fuentes, L-GAM ha presentado la mejor oferta por Trison, cuya venta se ha alargado más de lo que inicialmente estaba previsto. Porque Portobello la puso en el mercado en la primavera de 2022 dentro de un paquete de desinversiones (Sabater, CTC y la empresa coruñesa) con las que ganarse la confianza de los inversores. Estas enajenaciones tenían como objetivo demostrar a los limited partners que el equipo gestor dirigido por Íñigo Sánchez Asiáin era capaz de comprar y vender compañías y sacarle un rendimiento cercano al 20%. Ventas obligadas para constituir el nuevo fondo de 650 millones con el dinero de fondos de pensiones, aseguradoras y grandes fortunas con que continuar con la operativa.

La escalada de los tipos de interés puso en cuarentena la valoración de las carteras de un sector que antes se financiaba a euríbor al 0%

Pero la escalada de los tipos de interés a nivel mundial puso en cuarentena la valoración de las carteras de un sector que antes se financiaba a euríbor al 0%. Por ello, Portobello tuvo que parar la salida del capital de la murciana Sabater, por la que iba a conseguir unos 300 millones. Y no consiguió desprenderse hasta el pasado mes de julio de CTC por unos 80 millones. Ahora, según distintas fuentes, ha firmado un acuerdo con L-GAM para venderle el 70% del capital de Trison, fundada por Carlos Saavedra, dueño del 30% restante.

La compañía coruñesa espera cerrar este año con unas ventas próximas a los 100 millones de euros y un resultado de explotación cercano a los 15 millones. Unas cifras que le otorgan una valoración de entre 180 y 200 millones, que era el importe que Portobello quería obtener tras más de siete años y medio de inversión. Trison, que sufrió el impacto de la pandemia en su actividad, tiene como principal cliente a Inditex. Pero también trabaja para firmas como Ikea, Tous, Loewe, Louis Vuitton, FNAC, Ecoalf, Real Madrid, BNP Paribas, Axa, Porsche, Lexus y Rolls-Royce, entre otras.

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Agustín Marco

Con esta transacción, el private equity dirigido por Íñigo Sánchez Asiaín, junto con Luis Peñarrocha, Juan Luis Ramírez, Ramón Cerdeiras y Carlos Dolz, espera ganarse la confianza de unos inversores que mostraron su preocupación por la pérdida de valor de una cartera golpeada por el covid-19. Hasta el punto de que Portobello tuvo que recurrir a dinero público para asegurar la continuidad de hasta cuatro de sus empresas.

En concreto, para Mediterránea de Catering, para las clínicas dentales Vivanta, para la cadena de gimnasios Supera y para Blue Sea Hotels, si bien esta última renunció a la ayuda concedida por Cofides ante la mejoría del sector turístico. Fue la única firma de capital riesgo española que se acogió a estos rescates del Estado para salvar sus inversiones, al tiempo que sus directivos se repartían un bonus de hasta 30 millones de euros.

No obstante, el comportamiento del portfolio ha mejorado sustancialmente, lo que ha permitido vender CTC y, en breve, si L-GAM termina su due diligence de forma satisfactoria, Trison. Además, Portobello quiere lanzar de nuevo la venta de la murciana Sabater, tras romper el acuerdo que tenía con la multinacional japonesa Marubeni. La empresa de especias va a cerrar 2023 con un beneficio histórico, por lo que el fondo ha ordenado a Natixis ponerla de nuevo en el mercado.