La última gran 'concesión' del Gobierno de Sánchez para dar alas al fondo Portobello

La alegría para las empresas dedicadas a la gestión privada del control aéreo pudo ser doble en el caso de Portobello. Y es que este fondo de capital riesgo apostó el doble por su empresa Skyway solo unos días antes de que el Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos activara la privatización de la gestión en siete grandes aeropuertos que hacen los controladores aéreos, tal y como avanzó en exclusiva El Confidencial el pasado martes.

A finales de enero, este diario desveló que Serveo, firma participada en un 75% por Portobello Capital y el 25% por Ferrovial, compraba el 50% que aún no poseía en FerroNATS, la empresa dedicada a la gestión de las torres de control de los aeropuertos que administran controladores aéreos privados. Según explicaban fuentes del sector, entonces NATS, el homólogo a Enaire en el Reino Unido y controlado por el Gobierno británico, decidía abandonar FerroNATS, que ha sido rebautizada como Skyway.

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Esta joint venture había pasado de controlar dos lotes de torres a solo uno. Esta pérdida de escala comprime los márgenes, lo que a la postre podría haber pesado en la salida de NATS de esta aventura empresarial. El 1 de febrero, se anunció oficialmente que Portobello y Ferrovial compraban el 50% de NATS y doblaban su apuesta.

Solo unos días después de que el fondo liderado y fundado por Íñigo Sánchez Asiaín doblara su apuesta, el Ministerio de Transportes, a través de la Dirección General de Aviación Civil, informaba a Enaire que, a propuesta de Aena del día 31 de enero, se procedía a la privatización de las torres de control de siete de los mayores aeropuertos de España, en lo que supone el mayor impulso liberalizador en este ramo de la historia tras doce años con el proceso congelado. Un movimiento que se da en plena huelga de los controladores privados y con elecciones municipales, autonómicas y generales a la vuelta de la esquina.

Este mismo viernes, la propia Skyway que posee Portobello y su competidora Saerco advertían de su intención de participar en la puja millonaria por la concesión de la administración del control aéreo en grandes aeródromos como el de Palma de Mallorca, Málaga-Costa del Sol, Gran Canaria, Tenerife Sur, Tenerife Norte, Bilbao o Santiago, según publica el diario Expansión. La nueva licitación podría suponer, según cálculos sectoriales, un montante de más de 200 millones de euros.

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Aunque se espera que aparezcan otros candidatos extranjeros, en el sector dan por hecho que las dos empresas que ya tienen experiencia en la gestión privada de torres juegan con la ventaja que da la experiencia para dar alas a su negocio y ampliar sus concesiones. No en vano, ahora saldrán a concurso público la gestión que necesitará alrededor de 200 controladores, más de los 150 controladores privados que hay ahora en España en los 12 aeropuertos con gestión externalizados desde 2010.

El Gobierno de PSOE y Unidas Podemos ensancha la pista de despegue para Portobello con Skyway, tanto si quiere permanecer en el negocio como si opta por una hipotética venta a mayor precio, en un año donde ya se ha visto beneficiado por la acción de este Gobierno. De hecho, cuatro de las empresas participadas por este fondo de capital riesgo, un tipo de inversor denominado como fondo buitre de forma recurrente por Unidas Podemos, ha recibido ayudas públicas para evitar la quiebra, algunas no exentas de polémica.

Este es el caso de Vivanta. La cadena de clínicas dentales propiedad del fondo recibió 40 millones de euros en 2022 del fondo de rescate de empresas estratégicas de la SEPI. La ayuda provocó que algunos partidos políticos como Ciudadanos lanzaran al Ejecutivo preguntas parlamentarias pidiendo explicaciones sobre cuál había sido el criterio para considerar estratégica a esta firma, requisito indispensable para obtener la inyección de capital público.

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El Ejecutivo declaró secreto el motivo de este rescate. Rubén Sánchez, portavoz de la agrupación de consumidores Facua, denunciaba que tras el rescate, la empresa intentaba vender sus centros más rentables y que se estaban socializando sus pérdidas.

Además de Vivanta, el Gobierno también rescató con 40 millones la cadena de hoteles low cost Blue Sea, también propiedad de Portobello. Además, la SEPI, dependiente de Hacienda, también concedió un préstamo de 28 millones a Mediterránea de Catering.

Por último, la cadena de gimnasios Supera, que el fondo compró en 2017, recibió a través de Cofides, firma adscrita al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, otros 15 millones de euros.

El mayor fondo de capital riesgo español ha recibido todas estas concesiones del Ejecutivo de Pedro Sánchez en menos de un año. Su fundador, Íñigo Sánchez Asiaín, es sobrino del histórico banquero del BBV José Ángel Sánchez Asiaín, quien estaba considerado como un hombre muy próximo al expresidente del Gobierno socialista Felipe González. El fundador de Portobello aseguró a Cinco Días en junio de 2022, poco antes de recibir los rescates, que estaba abierto a una OPV, una venta parcial o una fusión. Hace medio año anunció el lanzamiento de un nuevo fondo con el que querían captar hasta 850 millones de euros con los que seguir invirtiendo y creciendo.