Martínez dice adiós a Cellnex con el mandato de alcanzar el grado de inversión de S&P

El sentimiento de nostalgia ha impregnado la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, lugar que ha acogido este jueves la Junta General de Accionistas de Cellnex. El cambio de ciclo en la compañía se ha hecho efectivo esta misma mañana, con la aprobación del nombramiento de Marco Patuano como nuevo consejero delegado. Sustituirá en el cargo a Tobías Martínez, que, en la que ha sido su última comparecencia ante los medios de comunicación, ha dejado un mandato claro a su sucesor: conseguir que S&P otorgue el grado de inversión a la empresa de infraestructuras de telecomunicaciones.

Alcanzar este hito es muy importante para que Cellnex pueda "refinanciar la deuda que irá venciendo en 2024 hacia adelante a unos tipos de interés más competitivos", ha apuntado Martínez después de recordar el "cambio dramático" que se ha producido en el contexto macroeconómico como consecuencia de las políticas monetarias contractivas por parte de los bancos centrales. Eso sí, ha asegurado que esta nueva etapa coge a la compañía "con muchos deberes hechos y en un buen momento para poder reducir la deuda", sobre todo después de haber alcanzado el grado de inversión en Fitch.

Esta reflexión es compartida por la presidenta de Cellnex, Anne Bouverot, que también ha mencionado en varias ocasiones la necesidad de alcanzar ese grado de inversión por parte de S&P para estrechar el pasivo. Ha sostenido que es una prioridad de la compañía, ante la falta de oportunidades para seguir creciendo de forma inorgánica en Europa. Centrada, por tanto, en el objetivo de reducir la deuda, que a finales del año pasado ascendía a 16.750 millones de euros, Bouverot ha explicado que también están valorando otras opciones, como abrir el capital a participaciones minoritarias para no depender únicamente de lo que decida la agencia de calificación crediticia estadounidense.

Pero ninguna de esas otras opciones que se barajan está todavía aprobada. La intención es dar tiempo a Patuano, que asumirá el cargo el próximo 4 de junio y que ya actuó como presidente de Cellnex entre 2018-2019, para que conozca al personal que actualmente conforma la compañía. En esa labor contará todavía con el apoyo de Tobías Martínez, que ha anunciado que seguirá "colaborando puntualmente" en cuestiones que el consejo y el nuevo consejero delegado le han pedido.

Más allá de esas colaboraciones puntuales, Martínez no ha querido entrar en detalles sobre su futuro laboral. "No hay nada predeterminado, pero sí tengo ordenado en mi cabeza como voy a repartir mi tiempo", ha asegurado tras indicar que va a dedicar gran parte de sus esfuerzos a "trabajos no lucrativos", como la familia, a la que quizá no le haya podido dedicar el tiempo deseado debido a su ajetreada vida profesional que le ha llevado a coger "entre 150 y 200 vuelos cada año". En cualquier caso, no ha querido dar un adiós definitivo a los periodistas ni a los accionistas: "Nunca digo que esto es un adiós, la vida continúa, los proyectos continúan".

Aprobados todos los puntos del día

El último encuentro de Tobías Martínez frente a los accionistas de Cellnex, y el primero de Bouverot como presidenta, se ha saldado con todos los puntos del día aprobados. La Junta General ha dado el visto bueno a la ampliación del Consejo de Administración, que pasa de 11 a 13 miembros, con el nombramiento de Óscar Fanjul y Dominique d'Hinnin como nuevos consejeros independientes.

También se ha dado luz verde a la actual política de remuneración, que consiste en incrementar el dividendo en un 10% anual durante los dos próximos ejercicios. En este sentido, la presidenta de Cellnex ha dejado la puerta abierta a realizar un aumento adicional de la remuneración y la recompra de acciones. La decisión definitiva quedará supeditada a la meta repetida en numerosas ocasiones durante el encuentro: "Alcanzar el grado de inversión no más tarde de 2024".

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Los accionistas también han ratificado el nombramiento de las tres caras nuevas —además de las de Fanjul y d'Hinnin— que se sentarán en el consejo. Se trata de Ana García Fau, María Teresa Bellester y Jonathan Amouyal. Este último entró en representación del fondo TCI, máximo accionista de la compañía, que elevó su participación para tener una plaza en el consejo de administración y poder nombrar a Marco Patuano como consejero delegado de la compañía, dando así por finalizada la guerra de sucesión que se había abierto tras la dimisión de Martínez en enero.

Finalmente, Patuano ha tomado la palabra para mencionar que está "encantado de volver a un proyecto" que asegura haber seguido de cerca desde la salida a bolsa en 2015. "Como compañía, estamos comprometidos con la consecución de los objetivos anunciados el pasado mes de noviembre", ha apuntado en referencia a la consecución del grado de inversión del que se comenzó a hablar por aquel entonces y que ahora Martínez le deja como mandato.