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Botín busca la vencida en su tercer plan inversor al frente de Santander
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'INVESTOR DAY'

Botín busca la vencida en su tercer plan inversor al frente de Santander

El banco cántabro se aferra al dividendo y a los nuevos negocios globales para dar un impulso a su cotización, la cuenta pendiente de la presidenta en los últimos años

Foto: Ana Botín, presidenta de Banco Santander. (Reuters/Violeta Santos)
Ana Botín, presidenta de Banco Santander. (Reuters/Violeta Santos)
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¿A la tercera irá la vencida? Ana Botín afronta este martes su tercer día del inversor desde que es presidenta de Banco Santander con el objetivo de convencer al mercado de las perspectivas de la entidad. Algo que no logró en sus dos experiencias anteriores, por diversas circunstancias, a tenor de la evolución en bolsa de la acción.

Desde que la banquera española está al frente de Santander, septiembre de 2014, ha puesto en marcha dos planes para el inversor: uno en 2015, para el periodo 2016-18, y otro en 2019, con objetivos a medio plazo, que se han dado por concluidos en 2022. Entre la presentación del primero hasta final de 2018, el valor de la acción cayó casi un 5%. Y durante el segundo plan, los títulos de la entidad se dejaron un 24%.

Foto: Ana Botín, presidenta de Santander. (EFE)

Hay varios factores que justifican este comportamiento del banco en bolsa. Los primeros son todos los eventos imposibles que ha afrontado la economía en los países donde se juega el banco su negocio: el Brexit, la primera etapa de la historia de tipos de interés en negativo, la llegada de líderes populistas, el covid y, más recientemente, la guerra de Ucrania.

A esto se suma la herencia recibida. Botín heredó una entidad de su padre, Emilio Botín, con serios reproches del mercado y el supervisor sobre sus ratios de capital, con problemas regulatorios en Estados Unidos y con contratos (sale & lease back) que mermaban su rentabilidad.

placeholder Héctor Grisi (i), CEO de Santander, y Ana Botin (d), presidenta. (Reuters)
Héctor Grisi (i), CEO de Santander, y Ana Botin (d), presidenta. (Reuters)

No todo es externo, en el entorno del grupo se señalan errores en la estrategia que se siguió con la Cuenta 1,2,3 y en la integración de Banco Popular. Además, se percibe que el despegue de OpenBank está tardando más de lo esperado.

Pese a estas circunstancias externas e internas, el grupo ha conseguido cumplir con casi todos los objetivos que se fijó en 2015 y 2019. En 2018, cumplió en capital y beneficio por acción, y se quedó cerca en rentabilidad y eficiencia. Y en 2022, ha conseguido todas sus metas, salvo, por poco, la eficiencia. Sin embargo, la entidad sigue teniendo clavada la cruz de la bolsa, donde el mercado ha seguido desconfiando los últimos años. En 2023 está habiendo brotes verdes que el grupo espera consolidar, tras una subida del 24%.

Grandes retos

Los directivos de Santander son plenamente conscientes de los dos principales lastres que ha sufrido la cotización del banco: el dividendo, donde la presidenta anticipó sorpresas en la última rueda de prensa de resultados, y la estructura de filiales, sobre las que el mercado no ha dado todavía el visto bueno. Hay inversores que prefieren hacer ellos mismos el asset allocation geográfico con la compra de los mejores bancos de cada país, en lugar de invertir en una entidad que está en muchos países.

Por ello, una de las prioridades del nuevo consejero delegado, Héctor Grisi, es demostrar que tener un mismo grupo internacional suma. Por ello, el mexicano pretende desatascar las cañerías internas del grupo para que las plataformas globales funcionen como un bloque en cada geografía. Como una marca blanca internacional en distintas áreas de negocio que pueda usar cada filial, o incluso emplearse en nuevos países en los que desembarcar.

placeholder Botín y Grisi. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
Botín y Grisi. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

El mercado seguirá con atención los mensajes que lleguen en esta línea. Aunque el foco estará en los detalles que se den del dividendo. Actualmente, el pay out (porcentaje del beneficio que se distribuye entre los accionistas) está en el 40% y el mercado espera al menos un 50%. Incluso algún analista, como los de Credit Suisse, se ha descolgado con pronósticos del 60%, a priori complicados para Santander. También se seguirán de cerca mensajes sobre recompras de acciones.

Otra de las métricas que más van a seguir los analistas este martes es la rentabilidad (RoTE). Santander ha cumplido recientemente su objetivo de llegar al 13% en 2022, dentro de la banda baja marcada de entre el 13% y el 15%. La meta para 2023 es del 15%, aprovechando el viento de cola de los tipos de interés. El mercado está expectante por cuál será el objetivo a medio plazo. El nuevo plan inversor de Santander se enmarca dentro de un entorno complejo en el que los políticos (en especial los españoles) critican los beneficios de los bancos, imponen impuestos, y el supervisor y los inversores piden cada vez más rentabilidad.

¿A la tercera irá la vencida? Ana Botín afronta este martes su tercer día del inversor desde que es presidenta de Banco Santander con el objetivo de convencer al mercado de las perspectivas de la entidad. Algo que no logró en sus dos experiencias anteriores, por diversas circunstancias, a tenor de la evolución en bolsa de la acción.

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