Grisi aterriza en España con las riendas del Santander tras la última misión de Álvarez

La Ciudad Financiera de Banco Santander cuenta desde el pasado lunes con un nuevo habitante sobre el que están puestos todos los ojos. El mexicano Héctor Grisi, nuevo consejero delegado, eligió esta fecha para su mudanza a Madrid, apenas unos días antes del traspaso de poderes por parte de José Antonio Álvarez, que se oficializará el 1 de enero.

La expectación en la entidad cántabra es máxima. Grisi no es nuevo en Santander —fichó hace siete años por el banco, procedente de Credit Suisse—, pero su llegada supone la primera de un consejero delegado sin despacho previo en la Ciudad Financiera. Sus predecesores, Álvarez, Javier Marín y Alfredo Sáenz, estaban ya en Boadilla antes de su nombramiento.

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Jorge Zuloaga

Por ello, la palabra cambio es la que más se repite en los pasillos del mayor grupo financiero español. De momento, ya ha habido tres recientes en la cúpula de la entidad, en la que han ingresado tres personas cercanas a Grisi: el mexicano Carlos Hajj, como nuevo responsable de Costes; Ángel Rivera, su ex mano derecha en México, como nuevo CEO de Santander España, y el estadounidense Mahesh Aditya como nuevo responsable de Riesgos. Junto a ellos, Grisi ha traído algunos asistentes de confianza, aunque dicen que es una persona abierta y que no pretende "traer una corte".

Las fuentes consultadas no descartan nuevos cambios en el organigrama. Pero donde no se anticipan es en la estrategia de la entidad cántabra, que va a seguir centrada en tratar de aprovechar su escala internacional y diversificación y transformar digitalmente el negocio, siguiendo en banca minorista el éxito de CIB (banca de inversión y comercial) y seguros-banca privada. Estas son las bases que ha dejado Álvarez de la mano de la presidenta Ana Botín, y la tarea de Grisi es acelerar el ritmo de navegación, no girar el timón.

Para facilitar la transición, el mexicano y Álvarez han trabajado mano a mano en los últimos meses. Su trabajo se ha plasmado en los presupuestos de 2023, que el banquero leonés presentó esta semana ante el consejo de administración y que ha diseñado mano a mano con Grisi. Esta ha sido la última contribución de Álvarez, que a partir del 1 de enero será vicepresidente no ejecutivo, la misma figura que ejerció en el pasado Rodrigo Echenique.

Grisi llega con la idea de acelerar la ejecución de las tres líneas estratégicas fundamentales: One Santander, PagoNxt y Digital Consumer Bank. Así, el banco quiere aprovechar mucho más su escala, no ser la suma de pequeños bancos. Botín, Álvarez y ahora Grisi creen que negocios y plataformas comunes permitirán mejorar aún más la rentabilidad y transferir las mejores prácticas de unas a otras filiales.

El mexicano ha liderado en los últimos años una de las áreas que mejor están aplicando estas ideas y que más crecec: Norteamérica, que une las filiales de EEUU y México. Desde que Grisi llegó al cargo de líder en Norteamérica, su aportación al beneficio ha pasado del 16% al 26%. "Es la elección perfecta, porque tiene el conocimiento de las dos culturas clave para Santander, la anglosajona y la latina, y ha demostrado en México un gran liderazgo transformador y en la región de Norteamérica ha probado su capacidad para trabajar con los equipos y lograr que, todos juntos, las cosas pasen", señaló Botín en un evento interno.

Retos: beneficio y bolsa

"Mi objetivo es que Santander sea la plataforma financiera abierta número uno del mundo, tenemos que enfocarnos en ese objetivo en los próximos años", ha señalado Grisi en alguna ocasión. Pero lejos de la estrategia a largo plazo, el mexicano es consciente de que sus dos grandes retos iniciales serán superar el ritmo de beneficios que va a dejar Álvarez, en nivel récord, lo que no será fácil en un entorno macro peor, y recuperar la confianza de los inversores en bolsa, la gran espina clavada de su predecesor.

Así, Santander es una de las entidades españolas que cotizan con mayor descuento sobre el valor en libros (un 48%), por detrás de Bankinter, CaixaBank y BBVA, y arrastra pérdidas del 40% en los últimos cinco años.

Grisi cuenta a su favor que, al contrario que Álvarez, llega con el viento de cola de la subida de los tipos de interés y que su predecesor le ha dejado resueltos dos de los grandes retos a los que se ha enfrentado: el capital y la morosidad. Su primera gran cita con los inversores será el 28 de febrero, cuando tendrá que convencerles de los objetivos actualizados del grupo español.

En los últimos tiempos, se ha especulado en el sector con posibles cambios de Grisi en los departamentos financieros, de cara a lanzar un mensaje rupturista ante el mercado, pero dentro del banco se ve sólido al director financiero, José García Cantera. Otro de los puestos sensibles del área contable es Intervención, que dirige José Doncel.

El éxito de Grisi a corto plazo vendrá marcado por la intensidad de la crisis y si sus efectos contrarrestan los beneficios de las subidas de tipos de interés. Eso marcará la evolución del banco en bolsa y su capacidad de elevar el dividendo hasta un pay out (porcentaje del beneficio que se distribuye entre sus accionistas) similar a sus competidores. A largo plazo, su acierto dependerá de su capacidad de ganarse la confianza de la Ciudad Financiera y acelerar la transformación.