Inditex acelera la negociación para desactivar la huelga convocada en A Coruña para el Black Friday

Inditex ha citado a los representantes de las dependientas de todas sus tiendas de A Coruña para intentar desactivar la huelga convocada para el 24 y 25 de noviembre, días en que tiene lugar el Black Friday. La reunión se celebrará este próximo jueves, a solo una semana de la fecha fijada para los paros, según informan fuentes sindicales a El Confidencial. De no encontrar una salida al conflicto laboral, las trabajadoras amenazan con ir a la huelga durante la campaña de Navidad.

Previamente, la compañía ha celebrado tres reuniones, en las que ha participado una persona en representación de la Confederación Intersindical Gallega (CIG), designada en encuentros anteriores. Aunque las dependientas de las tiendas coruñesas aseguran sentirse bien representadas, han pedido formar parte directamente en estas conversaciones. Pero el encuentro de este jueves va a contar con los mismos interlocutores que en las ocasiones anteriores. Desde Inditex, han declinado hacer comentarios.

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Para desactivar la huelga, las dependientas exigen una equiparación salarial con sus compañeros que desarrollan labores logísticas o trabajan en las fábricas. Por poner un ejemplo, en A Coruña, un mozo de almacén cobra 2.011 euros de salario base, mientras que ellas reciben 1.058 euros. "No pedimos ni siquiera una equiparación, pedimos un pequeño aumento en nuestros ingresos, porque la vida ha subido y nuestros salarios siguen igual", matiza la dependienta y presidenta del comité de Zara en la provincia, Carmiña Naveiro, en declaraciones a este medio.

No solo se quejan de las condiciones salariales, también de las laborales. "Estás viendo que hay gente de otras empresas del mismo Grupo Inditex a la que se le aumentan los días de vacaciones y tienen unas ayudas sociales de las que nosotros no disponemos", añade esta trabajadora.

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La protesta de estas dependientas viene de atrás. Tenían pensado salir a la calle antes de la pandemia del coronavirus, pero la crisis sanitaria les obligó a paralizar sus movilizaciones. No fue hasta hace una semana, ante la amenaza que supone una inflación superior al 7% para sus cuentas familiares, cuando decidieron alzar la voz. Lo hicieron el pasado 6 de noviembre con una manifestación por las calles de A Coruña.