EEUU impone aranceles de hasta el 40% al champiñón 'made in Spain'

Golpe de la Administración Biden contra la industria española del champiñón. La Agencia Internacional del Comercio, dependiente del Departamento de Comercio del Gobierno Federal de EEUU, ha impuesto este jueves aranceles preliminares de hasta el 40% a los champiñones en conserva. Washington señala que "se están vendiendo, o es probable que se vendan en los Estados Unidos por debajo de coste". La política proteccionista impulsada por el republicano Donald Trump no cesa tras la llegada de los demócratas a la Casa Blanca.

La decisión esconde una guerra soterrada entre los dos gigantes dedicados a la industria champiñonera a uno y otro lado del charco. La investigación arrancó el pasado mes de marzo, cuando el proveedor americano Giorgio Foods solicitó una investigación antidumping sobre las setas en conservas procedentes de España. En la práctica, la investigación se ha centrado sobre Eurochamp y Riberebro, ambas compañías riojanas pertenecientes a la misma cooperativa de 140 socios en La Rioja, Navarra, Aragón y Cuenca, quienes dominan el mercado.

Los aranceles de EEUU van dirigidos contra esta empresa española, que es el segundo operador mundial de champiñones transformados. Según su web, producen 90.000 toneladas brutas que exporta a 40 países, tanto al consumidor final como a la industria u otras empresas. Controlan el 80% de la producción nacional y dan empleo a más de 2.500 personas, principalmente en La Rioja, donde tienen sus fábricas y su sede desde su fundación en 1974, pero también producen en Castilla-La Mancha.

La investigación llevada a cabo por el Departamento de Comercio aún tiene que dar un dictamen definitivo, que se espera para marzo de 2023 (135 días después del dictamen preliminar declarado este jueves 3 de noviembre). No obstante, ya el pasado 20 de mayo determinaron, también de forma preliminar, "que existen indicios razonables de que una industria de los Estados Unidos ha sufrido un perjuicio importante debido a las importaciones de conservas de setas procedentes de España".

Dicha conclusión llegó después de que funcionarios del Gobierno a cargo de este asunto visitaran las instalaciones de Giorgio Foods en Blandon, Pensilvania, lugar de origen de esta compañía familiar gestionada por la tercera generación y fundada en 1928 por el inmigrante italiano Pietro Giorgio, que abandonó su Ascoli Piceno natal cinco años antes.

Para llevar a cabo esta investigación antidumping, los funcionarios de la Administración Biden enviaron por FedEx diversos cuestionarios tanto a Eurochamp como a Riberebro, quien respondió solo a una sección y luego presentó una carta declarando que no continuaría mandando información al Gobierno americano. Tras negarse a colaborar, se le estableció el arancel más elevado del 40,07%. No obstante, el margen con el que quería la compañía americana que se castigara a la española era del 156,59%.

Riberebro facturó en 2020, último año en que ha presentado cuentas, más de 83 millones de euros. Esta firma se integró en 2021 en Eurochamp, quien la rescató por 14 millones de euros, en una operación con el apoyo de la banca en la que incluso participó el Gobierno de La Rioja, que aportó dos millones de euros.

Según detalló en mayo de 2021 Eurochamp "el deterioro constante y progresivo (solo minimizado por la mejora de las ventas durante los meses de pandemia) que Riberebro ha sometido a la actividad de transformación de champiñón (fabricación de conservas) desde 2015 derivó en el convencimiento de la Junta Rectora de Eurochamp de que, sin un plan para recuperar el control de esta actividad esencial del sector riojano del champiñón, el esfuerzo durante casi cuarenta años de dos generaciones de agricultores podía perderse para siempre".

"A ese deterioro contribuyó radicalmente el cambio de criterio de Riberebro sobre la cobertura de gastos de Eurochamp que estaba obligado a cubrir y que dejó de hacerlo en 2018, poniendo en riesgo la viabilidad económica de la cooperativa", concluía. Ahora, además, tendrá que hacer frente a la limitación de ventas en EEUU por el levantamiento de barreras comerciales.

Esta no es la primera vez que EEUU pone aranceles a una industria española. En el pasado reciente también lo ha hecho contra las torres de la industria eólica, determinados productores de acero o de aceitunas.