José Elías allana el salto de La Sirena a bolsa tras el golpe de la crisis energética a la cadena

No está siendo un gran año para las inversiones en bolsa del empresario José Elías Navarro. El mayor accionista de Audax Renovables —cae un 10% en bolsa—, Ezentis (-37%) y Atrys Health (-32%) ve cómo sus participaciones se deprecian durante este curso, algunas con bastante fuerza, y prevé lanzar al mercado su cuarta joya bursátil: La Sirena. La cadena de alimentación de productos congelados, comprada a mediados del pasado curso a la firma OpCapita por 100 millones de euros, prevé salir a medio plazo a bolsa.

La salida a bolsa de cualquier compañía requiere de un largo proceso previo y José Elías ha comenzado a hacer los deberes. Así, hace semanas constituyó la sociedad Healthline Foods SA y bajo dicha compañía agrupó sus acciones en La Sirena, que fue comprada por Eléctrica Nuriel, otra firma del empresario catalán. De hecho, figura como socio único de la recién creada compañía, que tendrá como sociedad dominante a Excelsior Times, el 'holding' a través del que canaliza sus inversiones.

La creación de Healthline Foods, tal y como confirman fuentes cercanas al empresario, se trata de una operación estrictamente financiera relacionada con La Sirena. Al igual que ya hiciera José Elías tras la compra de Aspy —acabó fusionándose con Atrys Health—, ha creado una sociedad 'holding' con el objetivo de integrar ahí el negocio de la cadena de alimentos congelados. El objetivo, según señalan a El Confidencial, es acometer desde dicha firma las próximas inversiones en materia de crecimiento y articular una futura salida al mercado de capitales para la que, de momento, no hay plazos establecidos.

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EFE

Con la salida a bolsa, la compañía lograría una fuente de financiación extra para acelerar su ambicioso plan de expansión. La Sirena prevé la apertura de unas 20 tiendas anuales, lo que le permitiría incrementar de una manera notable las 279 tiendas que tiene repartidas por nuestro país, sobre todo en Cataluña (226) y Madrid (42). De hecho, sería en esta segunda ciudad donde habría puesto su punto de mira con el objetivo de arañar cuota de mercado a sus principales rivales.

No obstante, La Sirena se habría encontrado en los últimos meses con un gran enemigo: la crisis energética. La compañía no ha escapado, como el resto del sector, al repunte de la inflación como consecuencia de la subida del precio de la energía y de los alimentos. Solo durante este curso, el precio de la luz en los hogares ha repuntado un 30% y pasará factura a la compañía, ya que "el consumo de electricidad en los puntos de venta es uno de los vectores que tienen un mayor impacto sobre su entorno de actuación", tal y como refleja la cadena en sus cuentas anuales.

La Sirena ha contratado empresas externas dedicadas al análisis de los consumos, para estudiar las características de su negocio

Con el objetivo de mitigar al máximo dicho impacto, La Sirena ha contratado empresas externas dedicadas en exclusiva al análisis de los consumos, para estudiar las características de su negocio, permitiendo ajustar la utilización de energía en función del consumo real del grupo, evitando consumos excesivos y/o potencias no coherentes. Entre las medidas aplicadas, destaca la sustitución paulatina de sus congeladores y otros equipos utilizados en las tiendas por dispositivos más eficientes.

Si tomamos como referencia los resultados presentados en 2019, último ejercicio sin el impacto del covid, el consumo energético de La Sirena es notable. En concreto, el gasto energético dentro de la organización fue de 46,911 MW/h y el consumo de refrigerantes, de 5.289 kilogramos.