CaixaBank prepara un plan estratégico 'flexible' ante la invasión de Ucrania

Si hay dos bancos españoles desde los que se está siguiendo con mayor atención el conflicto de Ucrania, esos son Ibercaja Banco y CaixaBank. El primero tiene paralizada su salida a bolsa a la espera de que mejoren las condiciones. Mientras, la entidad catalana está preparando planes alternativos ante la cercanía de la presentación de su nuevo plan estratégico el próximo 17 de mayo.

El grupo catalán está preocupado por la inestabilidad que ha provocado la invasión rusa en los mercados y por los efectos que tenga en la economía. Todo, a menos de dos meses de esta cita clave con los inversores, en la que dará a conocer las nuevas metas del grupo tras la fusión con Bankia.

Por ello, la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri está barajando distintos escenarios. El prioritario es mantener la fecha del 17 de mayo, salvo que la situación internacional siga complicándose y lo desaconseje. En caso de seguir con dicho plan, la entidad está estudiando presentar a los inversores unas metas estratégicas 'flexibles' en función de distintos escenarios. CaixaBank no hace comentarios sobre esta posibilidad, pero sí que matiza que el plan central sigue siendo mantener la fecha del 17 de mayo.

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Estos distintos escenarios mostrarían un plan estratégico similar a los que presenta el Banco Central Europeo (BCE) en sus previsiones macroeconómicas, con proyecciones normales, optimistas y pesimistas.

Contenido del plan

La entidad catalana ha dado hasta el momento pocas pistas sobre el contenido de su próximo plan estratégico. En un evento reciente de 'El Español', el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, avanzó que no tendrá grandes sorpresas, ya que la idea es "ir construyendo con una dirección marcada y correcta" y sin dar "grandes bandazos".

El mercado espera con atención varios factores: los nuevos objetivos de rentabilidad tras el incumplimiento del último plan; las previsiones de morosidad en un entorno incierto como el actual y con la llegada de los vencimientos de los créditos ICO (Instituto de Crédito Oficial), y las expectativas de subida del euríbor y los efectos que tendría en las cuentas.

“Nos vamos a centrar en nuestros clientes, afianzar nuestra posición de mercado y crecer en los mercados donde estamos, en España y Portugal. Y, también, buscamos una mayor rentabilidad, en la medida en que el ciclo de tipos aumente gradualmente y que la economía pueda acompañar”, añadió Gortázar.

CaixaBank incumplió parte de los objetivos del anterior plan estratégico 2019-21, debido en gran parte a la llegada de la pandemia y al peor comportamiento de los tipos de interés. Así, la entidad marcó una meta de rentabilidad (RoTE) de entre el 10% —con tipos planos— y el 12%, que fue finalmente del 7,6%. La morosidad también se situó algo por encima del objetivo del 3%, al acabar el año pasado en el 3,6%, que hubiera sido del 3,3% sin Bankia.

Donde sí cumplió fue en la ratio de capital, al estar muy por encima del 12% fijado, con una tasa del 13,2%, y en el reparto de dividendo, que se marcó en el 50% de 'pay out' (porcentaje del beneficio que se reparte a accionistas) y que llegó a ese nivel en 2021 y llegará hasta el 60% en 2022.