Blackstone inicia el baile en Castellana 68, los pisos que iban a ser los más caros de Madrid
Tras más de una década vacío, el edificio de Castellana 68 vuelve a moverse en el mercado gracias a que el fondo estadounidense estudia la opción de vender el edificio completo
Estaba llamada a ser la promoción de viviendas más cara de Madrid. Residencial Castellana, ubicada en el número 68 de la famosa arteria capitalina, era la joya de la corona con la que Martinsa se presentó al mercado hace casi 15 años, cuando lanzó una opa —oferta pública de adquisición— sobre Fadesa que terminó llevándose por delante toda la compañía.
La compañía de Fernando Martín protagonizó el mayor concurso de la historia de España, quiebra que dejó en el limbo las 26 viviendas de lujo que estaban proyectadas en la glorieta de Gregorio Marañón, en el edificio donde un día vivieron Lola Flores o Pedro J. Ramírez. Hasta ahora, cuando Blackstone ha vuelto a poner esta promoción en la mesa de operaciones.
El fondo estadounidense está analizando la venta de este edificio como un único activo, frente a la opción de comercializar una a una cada vivienda, según han confirmado varias fuentes conocedoras, que apuntan a que Colliers sería la consultora que está trabajando en ello.
Desde Blackstone, no obstante, subrayan que en ningún caso está decidida la venta y que la misma se estudia junto a otras opciones que tiene el fondo encima de la mesa.
Unas cautelas lógicas, ya que se trata de un edificio único o, como se dice en la jerga del sector, de un activo trofeo. Pero el cambio de tercio que supone haber empezado a trabajar en una posible venta, y la decisión de hacerlo como inmueble completo, es todo un punto de inflexión para un edificio que lleva más de una década terminado y vacío.
El motivo del abandono en el que ha estado durante tanto tiempo responde, como tantas otras historias derivadas de la última crisis inmobiliaria, al laberinto de deudas en que quedó entrampada la promoción por los préstamos que tenía ligados a la misma Martinsa cuando se fue a concurso de acreedores, una maraña que no terminó de deshacerse hasta hace apenas dos años.
Los pisos más caros
Cuando Fernando Martín diseñó el proyecto de Castellana 68, lo hizo con la idea de comercializarlo como las viviendas más caras de España, a una media de 11.000 euros el metro cuadrado del año 2007, cuando el importe medio en la zona rondaba la mitad.
El elitismo de estos pisos no solo se puso en su ubicación, sino también en la firma del despacho de arquitectura al que se encargó la rehabilitación, Rafael de la Hoz, y en las dimensiones de las viviendas: desde poco más de 100 hasta casi 300 metros cuadrados.
Pero todos estos sueños se esfumaron con el concurso de Martinsa, cuyos activos quedaron enterrados entre montañas de deuda que se han demostrado incobrables en una gran mayoría.
En el caso de Castellana 68, los préstamos que tenía primero la situaron bajo el perímetro de Banco Pastor, de ahí pasó a Popular y, por último, tras la resolución de la entidad y su venta a Santander por un euro, cayó bajo el perímetro de la entidad dirigida por Ana Botín.
Fue a finales de 2019 cuando Blackstone, a través de la sociedad Ariste Properties 2019, se hizo con este edificio, tras acordar pagos por cerca de 20 millones de euros. Ahora, la venta del edificio más que doblaría esta cifra, según las fuentes consultadas.
Estaba llamada a ser la promoción de viviendas más cara de Madrid. Residencial Castellana, ubicada en el número 68 de la famosa arteria capitalina, era la joya de la corona con la que Martinsa se presentó al mercado hace casi 15 años, cuando lanzó una opa —oferta pública de adquisición— sobre Fadesa que terminó llevándose por delante toda la compañía.