MásMóvil levanta 3.500 millones para financiar su pulso contra Movistar y Vodafone
El operador de telecomunicaciones contrata a seis grandes bancos europeos e internacionales para renovar la abultada deuda acumulada tras la compra de Euskaltel
MásMóvil se ha lanzado al mercado en busca de 3.500 millones de euros con los que renovar a un interés más bajo la deuda acumulada por sus últimas adquisiciones, como Euskaltel y Lycamobile. Según fuentes del sector, la operadora dirigida por Meinrad Spenger ha contratado a cinco bancos internacionales de primer nivel para levantar entre inversores un pasivo más barato en la que va a ser una de las operaciones de refinanciación más grandes del año en la bolsa española.
Según estas fuentes, MásMóvil se ha puesto en manos de Deutsche Bank, Banco Santander, Barclays, BNP Paribas y Goldman Sachs para empaquetar las distintas emisiones de bonos y préstamos en un solo crédito sindicato y una sola colocación de renta fija, a un tipo de interés más bajo del que paga hasta la fecha para financiar toda sus operaciones. Especialmente, el despliegue de la fibra óptica en España, la digestión de sus últimas compras de rivales y su expansión en Portugal. En total, 3.500 millones divididos en cuatro tramos: línea B1 por importe de 2.200 millones de euros (desembolsados en 2020); línea B2 por 800 millones; una primera 'revolving' por 500 millones, y una segunda de esta modalidad por otros 250 millones.
Un pasivo, el más elevado del sector, que exige ciertas obligaciones, como destinar a amortizaciones determinados importes de caja excedentaria a nivel consolidado en cada ejercicio. La financiación sénior a largo plazo también incluye ciertas limitaciones para el pago de dividendos y otras distribuciones a los accionistas y partes vinculadas. No obstante, precisa que también incluyen ciertos pagos permitidos como dividendos u otras distribuciones a los accionistas si la ratio de deuda financiera neta sobre ebitda no excede de 3,75 veces, o si no excede de 200 millones de euros o, en caso de ser superior, el 30% del ebitda consolidado.
La nueva financiación se va a estructurar en un préstamo sindicado de unos 1.000 millones de euros y un bono a siete años por cerca de 2.500 millones. Según fuentes próximas a la operación, MásMóvil ya tiene asegurado estos fondos con Deutsche Bank, BNP, Barclays y Goldman Sachs, que ahora están repartiendo el riesgo entre más bancos y 'private equity' dado el tamaño, como Bank of America y Morgan Stanley. Un dinero con el que el cuarto operador de España aumentará el pulso por seguir 'robando' clientes a Telefónica, Vodafone y Orange, sus víctimas mensuales de la portabilidad por la dura competencia de precios en el sector.
El lanzamiento de esta abultada refinanciación se produce apenas un día después de que Moody's anunciase una rebaja de la solvencia de MásMóvil. La agencia de calificación le ha revisado a la baja su 'rating' corporativo a B2 desde B1, y de B1-PD a B2-PD la calificación sobre la probabilidad de 'default' o impago de Lorca Holdco Limite, matriz de la teleco. Aunque la perspectiva se ha situado en estable, este 'downgrade' tendrá como resultado un mayor coste para la teleco en la refinanciación. Por el contrario, Fitch le ha mantenido la nota.
Moody´s ya le avisó en marzo de que estaba preocupada por la montaña de deuda acumulada, ya que representa cinco veces su beneficio operativo o ebitda. Una ratio excesivamente alta que Meinrad Spenger, el consejero delegado, está convencido de reducir con las sinergias que obtendrán con la integración y la venta de activos no estratégicos. No obstante, el primer ejecutivo del gran rival de Movistar, Orange y Vodafone no ha cuantificado públicamente los ahorros de costes ni cuándo dará entrada a su socio en la filial de infraestructuras, por la que pretende ingresar unos 500 millones.
“Hemos rebajado el 'rating' de MásMóvil a B1 a causa de la adquisición de Euskaltel, financiada con deuda, que dará como resultado un pico inicial de apalancamiento por encima de seis veces el ebitda”, señala Carlos Winzer, vicepresidente de Moody’s, quien añade que espera un desapalancamiento gradual hasta cinco veces el ebitda, en 2023. “Estos niveles de apalancamiento están por encima de nuestras expectativas para el 'rating' previo de B1”, aseguró Winzer este martes en un comunicado.
La agencia de calificación estima que MásMóvil continuará generando flujo de caja libre negativo en los próximos 12-18 meses a causa de la elevada inversión en capital ('capex') para alcanzar la cobertura de 28 millones de hogares con fibra en 2022. Los costes de integración también penalizarán la generación de caja en 2021. Pero desde MásMóvil están convencidos de que esta situación es coyuntural y que el próximo año ya tendrá flujo de caja positiva porque la integración está yendo más rápida de lo prevista.
De hecho, Winzer estima que a medio plazo la adquisición de Euskaltel reforzará el perfil de negocio de MásMóvil, su escala, su posición de mercado y su resiliencia. Según la agencia, el desapalancamiento estará apoyado en un aumento de los ingresos a un ritmo de un dígito medio en 2022 y 2023, conducidos por un fuerte crecimiento del número de clientes, con el avance en la convergencia y la ampliación de la cobertura de fibra. Una combinación que le permitirá mejorar el margen de ebitda desde el 39,5%, en 2021, a cerca del 42% en 2023.
MásMóvil se ha lanzado al mercado en busca de 3.500 millones de euros con los que renovar a un interés más bajo la deuda acumulada por sus últimas adquisiciones, como Euskaltel y Lycamobile. Según fuentes del sector, la operadora dirigida por Meinrad Spenger ha contratado a cinco bancos internacionales de primer nivel para levantar entre inversores un pasivo más barato en la que va a ser una de las operaciones de refinanciación más grandes del año en la bolsa española.