Santander suelta lastre en el negocio de pymes antes del repunte de los impagos

Operación limpieza de Santander para llegar lo mejor posible al 'boom' esperado de la morosidad. La entidad presidida por Ana Botín ha puesto en marcha una nueva venta de créditos morosos, el Proyecto Titán, con préstamos valorados en 600 millones. En esta ocasión, el primer banco español quiere traspasar su exposición a pymes morosas, el segmento donde más impagos se espera a corto plazo.

Santander ha encargado esta operación a Alantra, que ya se ha puesto en contacto con potenciales fondos interesados. El cierre de la venta se espera para antes de finales de año, de modo que el grupo financiero pueda contabilizar sus efectos en las cuentas de 2021.

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Jorge Zuloaga

Esta operación es importante para Santander por partida doble, ya que es la entidad con mayor negocio de pymes en España, tras el heredado de la compra de Banco Popular, y es una de las que mayor morosidad tiene heredada de la anterior crisis, en parte también por la adquisición de 2017.

Por ello, la entidad presidida por Botín ha acelerado en los últimos meses la venta de créditos tóxicos, convirtiéndose en el banco español más activo en este terreno. En lo que va de año ha vendido una cartera de préstamos corporativos —600 millones— a Marathon, una de hipotecas —200 millones— a CPPIB y su exposición en Hesperia —136 millones— a Bybrook.

Debate de las provisiones

A pesar de estas operaciones, Santander descarta a priori un repunte de la morosidad que le haga asumir mayores pérdidas que las que adelantó en 2020. Así lo señaló su consejero delegado, José Antonio Álvarez, abriendo incluso la puerta a liberar provisiones en los próximos trimestres: "Las previsiones hoy son mejores que las que teníamos hace un año, sobre todo en clientes individuales. Si esta tendencia se mantiene estaremos en condiciones de liberar provisiones", apunto el CEO, que sin embargo se mostró más cauto sobre el negocio en España y el de empresas.

Un discurso más pesimista es el que mantiene el Banco Central Europeo (BCE), como expuso en una reciente entrevista con este medio Luis de Guindos: "La baja morosidad actual no es un reflejo adecuado de lo que puede ocurrir en los próximos meses. La mora va a ir al alza. Por lo tanto, desde el punto de vista de la estabilidad financiera y del supervisor, la prudencia es la mejor guía. Los bancos tendrán que ajustar esas provisiones a un incremento de la mora por los altos ‘decalaje".

Santander ganó 390 millones en España en el primer semestre de este año, un 55% más que en el mismo periodo de 2020, lo que representa un 7% del beneficio del grupo. La morosidad se sitúa en el 6,22%, muy por encima de la media del grupo, que está en el 3,22%.

La evolución de los impagos en Santander España en los próximos trimestres será un buen termómetro del alcance de la morosidad en el país, al tratarse de la entidad líder en el segmento de pymes, el más tocado por la crisis del covid-19. Aun así, se espera que gran parte del impacto se vea amortiguado por los avales del ICO (Instituto de Crédito Oficial), en los que el Estado asume la mayor parte del riesgo.