Rolls-Royce tensiona la venta de ITP por sus diferencias con Industria

Nuevo martes clave para la venta del fabricante español ITP Aero. Varias semanas después de que las ofertas estén sobre la mesa, sigue sin despejarse la incógnita del comprador. Y a medida que pasa el tiempo, la tensión entre el vendedor, la británica Rolls-Royce, y el árbitro de la operación, el Ministerio de Industria, está más enconada, según diferentes fuentes internas. Tanto, que la dilación de plazos puede hacer que hoy se decida llevar todo a septiembre.

Ayer lunes, los dos fondos finalistas —Cinven y Bain Capital— mantuvieron sendas reuniones por separado con la Secretaría General de Industria para abundar sobre sus planes industriales para ITP Aero. Una cita caliente después de que a finales de la semana pasada, y por segunda vez, Rolls-Royce amagara con anunciar su elegido para la venta, independientemente de que contara con los requisitos exigidos por el Gobierno para dar el visto bueno al ‘deal’.

Más allá de las generalidades sobre la españolidad de ITP y la viabilidad de los puestos de trabajo, la realidad es que tanto desde la Moncloa como desde la Lendakaritza han apostado por que haya dos compañías españolas presentes en la transacción, la ingeniería vasca Sener y la cotizada Indra, cuyo primer accionista es SEPI. A partir de ahí, la presencia minoritaria de Aciturri o de Sidenor no es considerada estratégica dentro del marco de requisitos.

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C. H.

En este contexto, Rolls tenía muy presente el calendario, como organizó su asesor Goldman Sachs, para anunciar la transacción esta semana, antes de la presentación de resultados semestrales y la cita con analistas. Sin embargo, el empeño de las administraciones vasca y central por trasladar sus ‘sensibilidades’ y la urgencia de la británica por resolver sin atender sus condicionalidades, a igualdad de precio, han ido tensionando la operación, hasta para irse a septiembre.

La duda ahora es si para este tramo final Rolls dejará solo a un fondo o seguirá en paralelo con ambos. A pesar del precio, en torno a los 1.500 millones de euros, los planes industriales y las contrapartes españolas hacen muy diferentes las candidaturas. Y en esos matices es donde Raúl Blanco e Iñigo Urkullu quieren que se tengan presentes sus consideraciones: trascender la pura inversión financiera al futuro de ITP Aero en la industria aeroespacial española.