Air Europa propone un ERTE hasta 2023 mientras sobrevuela un segundo rescate

Air Europa ya ha comunicado a los sindicatos la necesidad de aplicar un duro plan de ajuste para afrontar la crisis provocada por el covid-19. Según documentación oficial remitida a los representantes de los trabajadores, la aerolínea aún de la familia Hidalgo recortará más de un 30% la remuneración a los 5.000 empleados del grupo, que verán reducido su salario fijo, el variable, las dietas, los complementos y la aportación a los planes de pensiones. Un plan de ahorro que durará hasta 2023 mientras la compañía ya se plantea un segundo rescate al Estado si no remonta la demanda como se esperaba.

Según dicha documentación, “las medidas a adoptar, tras el análisis de la evolución de la compañía y la experiencia empresarial en la formulación de las previsiones, pueden permitirnos afirmar con rotundidad que es necesario que la dirección de Air Europa establezca una senda adecuada y sus posibles correcciones, a corto, medio y largo plazo, en aplicación de las inciertas proyecciones y los distintos escenarios de recuperación sanitaria y socioeconómica, con la consiguiente recuperación de la demanda”.

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Entre estas medidas destacan las de carácter salarial y afectarían al sueldo fijo, al variable, a los complementos lineales, las primas, las promociones, los planes de pensiones, los pluses por productividad, los pluses por días festivos, las dietas, la nocturnidad y los desplazamientos. Las de carácter no salarial incluyen rebajas en las categorías de los hoteles donde se hospeda la tripulación, que dejarán de ser de cinco estrellas, menos dinero para la manutención y para los uniformes.

Además, Air Europa aplicará medidas que se definen como productivas que afectarán a la jornada laboral anual, a las vacaciones, los días libres, las horas extras y la contratación de personal eventual. En otras palabras y según fuentes sindicales, la compañía quiere que trabajen más por menos dinero durante estos tres años que durará el programa de ajuste de costes.

Por último, la aerolínea, cuya compra por parte de Iberia se espera que se cierre en otoño, propondrá “palancas organizativas” relativas a las vacaciones en periodo estival, los turnos, la flexibilidad de la jornada, el absentismo, la rotación natural, los cambios de vuelos y los tránsitos fuera de España en los vuelos a Latinoamérica, su principal fuente de ingresos.

Los Hidalgo aún esperan el segundo cheque por parte de la SEPI para poder capear el temporal

En resumen, la dirección de Air Europa debe adoptar decisiones relevantes y de profundidad poniendo foco sobre la reducción de costes operativos teniendo en cuenta la complicada situación y la difícil senda de recuperación de la compañía. La aerolínea adaptará toda esta hoja de ruta a la evolución de la demanda conforme se vayan abriendo las rutas turísticas, por lo que mantendrá en ERTE a gran parte de la plantilla hasta 2023, con el objetivo principal de proteger el flujo de caja.

Esta es la gran preocupación actual de los Hidalgo, que aún esperan el segundo cheque por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para poder capear el temporal. El ente público aprobó en noviembre un apoyo financiero de 475 millones de euros, de los que hasta la fecha solo le ha transferido 240 millones vía préstamo. El pasado mes de febrero le tenía que haber concedido otros 100 millones, pero el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda se negó hasta que la familia acepte el nombramiento de un consejero delegado propuesto por el Gobierno.

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Pendientes del nuevo CEO un mes después

Más de un mes después de que la SEPI anunciase la designación de Valentín Lago como primer ejecutivo de Air Europa, el que fuera directivo de Iberia y ahora director general de Pollos Planes no ha tomado posesión del cargo por problemas con su contrato. El que sería el nuevo consejero delegado llegó a exigir 565.000 euros como salario, dinero que excedía el límite impuesto por la propia SEPI para las empresas rescatadas y que Air Europa, en medio de un duro plan de ajuste de costes, no podía pagarle.

Esta situación debería desbloquearse esta semana para que la aerolínea pueda pagar las facturas de proveedores, algunos de los cuales han amenazado con instar el concurso de acreedores, y las nóminas de marzo de la plantilla. Otras fuentes señalan que, debido a la anulación de la Semana Santa para el turismo, lo que ha supuesto una caída de ventas muy relevante sobre la previsión con la que se hizo el acuerdo con el Gobierno, la compañía va a necesitar un segundo rescate por parte de la SEPI. Especialmente si la compra por parte de Iberia no se produce antes del verano, lo cual no está previsto.

Compañías del sector como Air France-KLM ya hablan sin tapujos de que necesitarán de una segunda inyección de dinero público, tras recibir más de 10.000 millones el pasado año, mientrasIAG, propietaria de Iberia ya ha comentado que "continúa explorando otras iniciativas de deuda para mejorar aún más su liquidez".