Celsa pleitea con el fisco por el cese millonario de su antigua cúpula

Alivio para Celsa en medio de su crisis financiera, agravada por la pandemia del covid-19. La Audiencia Nacional ha estimado parcialmente su oposición a una reclamación de Hacienda, que le pide liquidar retenciones de las indemnizaciones millonarias por el cese de su exnúmero dos hasta febrero de 2012, el que fuera director financiero y el exdirector de Operaciones y Compras.

El fallo judicial considera que hay varias reclamaciones del fisco que no se ajustan a derecho. Sin embargo, la sala de lo contencioso administrativo del alto tribunal sí mantiene en parte que Celsa debió tributar por los casi 10 millones de euros que se llevó en concepto de indemnización por cese el que ocupara el puesto siguiente al presidente hasta febrero de 2012. Fue entonces cuando cesó Juan Puiggalí, según consta en el Registro Mercantil, que había pedido retirarse tras varias décadas en la compañía en que había desempeñado tareas de la más alta responsabilidad en el negocio.

Los abogados de la compañía acerera basan su defensa en que la relación de su primer ejecutivo —solo por debajo del presidente, Francesc Rubiralta— era como la de un trabajador común y eso implica que la indemnización por cese está exenta de retención por parte de Hacienda. Al contrario de lo anterior, los representantes de la Agencia Tributaria entienden que se trata de un alto directivo, que a diferencia de lo anterior su indemnización sí está sujeta a retención tributaria en concepto de IRPF, con lo que la exención se limita a siete días por año trabajado con un máximo de seis mensualidades.

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Agustín Marco

Sea como fuere, la pelea con Hacienda aún no ha terminado para Celsa, que ha declinado hacer comentarios sobre este asunto. Sin embargo, otras fuentes al tanto de su situación señalan que el fallo judicial aún no es firme y es recurrible por ambas partes, un extremo que estaría valorando la compañía catalana. Estas mismas fuentes señalan que la sentencia es muy favorable a los intereses de la compañía, ya que le da la razón totalmente en tres de las cuatro controversias planteadas y además, en la cuarta, da la razón a Celsa parcialmente, con lo que la reclamación a la que se enfrenta sería muy limitada.

Sin embargo, este litigio con Hacienda llega en un momento delicado para la empresa, que está en conversaciones con la SEPI, dependiente orgánicamente del propio Ministerio de Hacienda, para que eleve las ayudas hasta los 500 millones de euros, tal y como avanzó El Confidencial esta misma semana, por lo que se convertiría en el mayor rescate público del Gobierno para paliar los efectos del coronavirus solicitado hasta la fecha. La pandemia ha golpeado con fuerza una compañía que, en cualquier caso, arrastraba problemas con sus acreedores desde años antes.

De hecho, la multinacional acerera logró paralizar el desembolso de uno de los vencimientos que tenía que asumir con los fondos tenedores de su deuda alegando fuerza mayor, por entender que la pandemia había provocado una situación sobrevenida e impredecible para el negocio de la empresa. Una moratoria que sin embargo no ha durado mucho tiempo, ya que otro juzgado ha resuelto que la compañía de la familia Rubiralta debe seguir haciendo frente a sus compromisos financieros.