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Las empresas necesitan 90.000M de capital para evitar el riesgo de quiebras masivas
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ANTE LA CRISIS DEL COVID

Las empresas necesitan 90.000M de capital para evitar el riesgo de quiebras masivas

Un informe de AFME y PwC advierte del déficit de capital que deja la pandemia en las empresas europeas, donde se necesitan hasta 600.000 millones tras el covid

Foto: Foto: iStock.
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La crisis del coronavirus ha puesto el foco en la solvencia del sector privado. La interrupción del funcionamiento de la economía, que todavía sigue alterado con las nuevas olas de contagios, amenaza la supervivencia de una parte importante de las empresas, lo que podría alargar las secuelas del 'shock' que ha supuesto el covid-19.

Así lo pone de manifiesto un informe de la Asociación de Mercados Financieros de Europa (AFME) y PwC, que estima un déficit de capital en las empresas europeas de entre 450.000 y 600.000 millones. En concreto, PwC señala que el daño provocado por el covid asciende a 936.000 millones, dentro del rango que estima la Comisión Europea entre 700.000 millones y 1,2 billones en 2020 y 2021.

Aunque hay que considerar que “la cifra de pérdidas estimadas probablemente aumentará a medida que persista la crisis. Estas pérdidas son una erosión directa del capital empresarial que deberá ser reemplazado”, avisa el informe. Los programas públicos, a través de créditos con garantía del Estado o inyecciones de capital (directas o con instrumentos híbridos), han cubierto necesidades por valor de entre 400.000 y 550.000 millones para los próximos dos años.

Foto: Imagen de S&P. (Efe)

Por ello, aún hay un déficit de entre 450.000 y 600.000 millones. AFME y PwC calculan que si el deterioro del capital de las empresas ronda el billón de euros a escala europea, en España el daño es de 155.000 millones. Esta es la cifra de capital que necesitan las empresas españolas para sobrevivir al coronavirus ante el desplome de las ventas, según consideran estas instituciones.

En España, el Gobierno ha desplegado avales públicos para créditos por valor de 100.000 millones, añadiendo un programa de 40.000 millones para financiar nuevos proyectos que apenas se ha usado. Según datos del Ministerio de Asuntos Económicos, se concedieron 944.588 préstamos a través de la línea de avales del Instituto de Crédito Oficial (ICO) por valor de 114.647 millones.

Sin embargo, estos créditos no dejan de ser financiación para cubrir necesidades de liquidez que no aseguran la solvencia. “Si bien la deuda y el apoyo estatal han supuesto el rescate a corto plazo de empresas de toda Europa, ahora tenemos que ir más allá de la financiación puente a corto plazo y centrarnos en la reparación y recuperación a largo plazo”, avisa Adamn Farkas, director ejecutivo de AFME.

El ‘lobby’ financiero advierte de que muchas empresas seguirán necesitando capital pese a estas inyecciones de liquidez a corto plazo. Aunque el informe no desagrega por países, en Europa, asegura que menos de la mitad de estas necesidades están cubiertas por apoyos públicos desplegados hasta ahora. Si se extrapola esta relación a España, serían déficits de capital de entre 70.000 y 93.000 millones.

Foto: Imagen de tiendas cerradas en Sevilla. (EFE)

El análisis sugiere que el 10% de las empresas europeas tiene efectivo solo para seis meses, a pesar del apoyo que han recibido ya de gobiernos y del sector financiero. Por ello, el ‘lobby’ pide profundizar en medidas a corto plazo para respaldar los mercados híbridos de deuda convertible en capital y de renta variable, acelerando la unión de mercados de capitales para ayudar a financiar la recuperación.

Entre las recomendaciones, está la creación de un nuevo instrumento híbrido para el sector empresarial, para que haya ayudas estatales que sean deuda convertible en capital; ampliar los sistemas de apoyo a la recuperación, como el Fondo Europeo de Garantías del FEI adaptado a las pymes; concienciar a las pymes del uso de los mercados de capitales; usar nuevos instrumentos, como acciones de clase dual para abordar preocupaciones sobre el control de las empresas o ‘swaps’ de renta variable para reducir el apalancamiento; reajustar normas estatales para una crisis sistémica, y acelerar medidas de inversión en renta variable en el marco de la unión de mercados de capitales.

AFME y PwC avisan también del riesgo de un apalancamiento excesivo de las empresas que amenace su futura solvencia si la única vía para sortear la crisis es asumir más deuda. De hecho, este mismo mes, ya podría empezar a verse un volumen importante de insolvencias, alertan. Por ahora, las bancarrotas cayeron en términos interanuales en 2020. Es decir, hubo menos concursos que el año anterior precisamente porque la crisis pospuso los procedimientos legales y facilitó crédito blando a las empresas en problemas. Es decir, hubo empresas inviables que recibieron financiación para salir adelante. El reto ahora pasará por discernir entre las que necesitan liquidez o capital por el ‘shock’ del coronavirus y las que tienen un problema estructural más allá del escenario actual.

La crisis del coronavirus ha puesto el foco en la solvencia del sector privado. La interrupción del funcionamiento de la economía, que todavía sigue alterado con las nuevas olas de contagios, amenaza la supervivencia de una parte importante de las empresas, lo que podría alargar las secuelas del 'shock' que ha supuesto el covid-19.

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