La CEOE critica la extensión del estado de alarma a mayo y pide revisiones periódicas

“¿Qué hacemos con la Semana Santa, nos la cargamos directamente porque ponemos el plazo de mayo?” Con esta sencilla reflexión, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha puesto en evidencia la decisión del Ejecutivo de Pedro Sánchez de aplicar el nuevo estado de alarma por un plazo de seis meses, medida que la patronal de los empresarios ha dejado claro no compartir, entre otros motivos, porque considera que esta misma medida se puede aplicar de otra manera, con revisiones periódicas autorizadas por el Parlamento.

“Podemos compartir las medidas, pero lo que no podemos compartir son los plazos”, ha dejado claro Garamendi durante su intervención en el XXIII Congreso Anual de la Empresa Familiar, un auditorio especialmente receptivo, al representar el 90% del tejido empresarial y el 70% del empleo y, por tanto, afectado directo de estas decisiones.

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Garamendi ha trasladado el mensaje de que los dos grandes planteamientos sobre los que deben reflexionar los empresarios son la confianza, por un lado, y el ser consciente de que los problemas coyunturales, como esta pandemia, deben abordarse con soluciones coyunturales, no estructurales, porque entonces puede caerse en unos gastos “que pueden meternos en un lío muy gordo”.

En este sentido, una de las principales advertencias que ha querido lanzar el presidente de la CEOE es sobre la importancia de invertir bien los fondos que nos llegarán de Europa. “Nos da miedo que estos fondos no se utilicen, o se utilicen mal, y vamos a estar muy vigilantes”, ha dicho. “Aquí consiste en que no haya un Plan E, y creo que todos entendéis lo que quiero decir”, ha añadido.

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El elevado desempleo estructural español, unido al miedo de que vuelvan a alcanzarse las tasas de desempleo de la anterior crisis, conllevan que la clase política española pueda tener la tentación de aplicar medidas de efectos rápidos y soluciones pobres, sin capacidad de introducir los cambios estructurales que necesita nuestra economía y que Europa nos va a pedir a cambio de esta inyección.

Del mismo modo, las soluciones a corto plazo, las coyunturales, pueden tener un impacto muy diferente en función de cómo se apliquen ahora las ayudas. En este sentido, Garamendi se ha referido directamente el debate que ha habido con los 15.000 millones de los Ayuntamientos, un dinero que el representante de los empresarios ha pedido que “no se los gasten en aceras o en subir los salarios, sino en quitar IBIs” a negocios como los hoteleros o los de restauración, por ejemplo.

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Respecto a la confianza, Garamendi ha sido claro a la hora de defender la Constitución, a la Corona, la seguridad jurídica y la unidad de España, y no ha dudado en afirnar que "es inaceptable que por parte de miembros del Gobierno se debata sobre si la Corona es efectiva o no" y ha recordado que "no se puede consentir como tuvimos que salir" cuando el Gobierno acordó "hacer una reforma laboral con un partido que no ha condenado la violencia", en clara alusión al pacto entre Adriana Lastra y Bildu.

En esa búsqueda de la confianza, la CEOE también considera crítico "la unidad de mercado. Es uno de los problemas que se están encontrando los empresarios", con regulaciones diferentes ya no en función de las comunidades autónomas, sino incluso de los ayuntamientos en negocios como la hotelería o el comercio" "Un gran proyecto de estructura económica no se hace en una región", ha dejado claro Garamendi.