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CaixaBank-Bankia, la gran fusión defensiva que se forjó en BBVA
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CaixaBank-Bankia, la gran fusión defensiva que se forjó en BBVA

Goirigolzarri asume que será Gortázar quien lleve el bastón de mando en CaixaBank para evitar errores como los que se cometieron en la fusión BBV-Argentaria

Foto: Rueda de prensa de la presentación de la fusión Bankia-CaixaBank.
Rueda de prensa de la presentación de la fusión Bankia-CaixaBank.
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Este viernes se juntaron en Valencia un banquero madrileño que lidera al mayor grupo financiero catalán —Gonzalo Gortázar, de CaixaBank— y otro banquero vasco que gestiona la entidad que más dinero ha costado al Estado —José Ignacio Goirigolzarri, de Bankia—. Todo en una enorme sala llena de periodistas con mascarillas y, con el sonido de un taladro de fondo. Este decorado resume a la perfección la fusión de CaixaBank y Bankia, una operación que hace unos meses era impensable para sus protagonistas, pero que el covid-19 se ha encargado de poner sobre la mesa. Y en la que sus gestores van a tener que 'picar mucha piedra' para rentabilizar.

Goirigolzarri y Gortázar dieron distintas explicaciones sobre la fusión: misma cultura, necesidad de luchar contra los tipos de interés, la digitalización... Pero, resumiendo, es un movimiento defensivo dentro del tablero financiero. Los balances de toda la banca ya estaban tocados por los bajos tipos de interés, y la crisis del covid-19 va a empeorar las cosas.

Foto: José Ignacio Goirigolzarri (i), presidente de Bankia, y Gonzalo Gortázar, CEO de CaixaBank. (EFE)

Ante este escenario, quien pega primero pega dos veces, y es mejor poder elegir de forma voluntaria a tu compañero de viaje. Con la fusión, CaixaBank y Bankia se han blindado de posibles compradores indeseados y de que tener que quedarse ellos mismos otros bancos en peor estado.

Lo confirmó el propio Gortázar al cerrar la puerta a otras operaciones a corto plazo y explicar que "ahora que vienen malos tiempos, esta es una buena opción porque podemos estar tranquilos por la gestión previa de Bankia, va a ser un compañero muy fuerte para atravesar este periodo". Un mensaje muy claro frente a otras alternativas que podrían haberse puesto sobre la mesa.

placeholder Gonzalo Gortázar, en la tribuna, y José Ignacio Goirigolzarri. (EFE)
Gonzalo Gortázar, en la tribuna, y José Ignacio Goirigolzarri. (EFE)

La operación defensiva también se explica desde el lado de sus accionistas. Fue el presidente de la Fundación Bancaria "la Caixa", Isidro Fainé, quien se acercó a proponer la fusión a la vicepresidenta tercera del Gobierno, Nadia Calviño. Para Fainé, esta fusión mejora las perspectivas de rentabilidad y de incrementar el dividendo, a la vez que cumple el sueño de hacerse con Caja Madrid y reforzar la españolidad de CaixaBank. "La operación es buena para España y para Cataluña", afirmó Gortázar.

Para el Estado, la fusión permite quitarse de en medio la amenaza de que Unidas Podemos intente 'meter mano' en Bankia y el riesgo de que la crisis fuera a peor y verse en la situación de tener que volver a reforzar la entidad, aunque era un escenario casi imposible a día de hoy.

Conocidos de BBVA

Junto a ello, el Estado intenta así una estrategia distinta para minimizar el coste del rescate, tras años de ver poco a poco devaluarse sus acciones en Bankia, y se quitan el problema de tener que asumir que la entidad nacionalizada no iba a poder cumplir el plan estratégico que lanzó en 2018, de retribuir a sus accionistas con 2.500 millones, por culpa del covid-19. Goirigolzarri matizó en la rueda de prensa que los 2.500 millones de capital se han generado, aunque se ha optado por invertirlos en la fusión: "No hay alternativa que genere tanto valor".

De esta forma, es una fusión en la que todos ganan porque las alternativas eran peores. Y porque mejor bueno conocido que malo por conocer.

Junto a esta cuadratura del círculo, también ha sido clave el encaje de Goirigolzarri y Gortázar. Los dos se conocen desde la etapa en la que Goirigolzarri fue consejero delegado de BBVA, donde Morgan Stanley era el banco de inversión de cabecera con Luis Isasi y Gortázar al frente.

Foto: José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, junto a Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank.

Goirigolzarri mencionó —sin nombrarla— esta época y las lecciones que ha aprendido de ella, aplicadas en la actual fusión: "Os quiero decir, el organigrama ha sido un tema que decidimos en un día. Tengo una gran experiencia en fusiones, he vivido de todo, unas que han salido bien y otras que menos. Una de las lecciones es que la línea de mando tiene que estar clara. Y como consecuencia, la decisión es que Gonzalo tenía que ser el primer ejecutivo". Lo contrario de lo que ocurrió en la fusión entre BBV y Argentaria, donde Francisco González se hizo con la presidencia única tras el escándalo de las cuentas de Jersey, y que fue haciendo que salieran muchos de los exdirectivos de BBVA, entre ellos Goirigolzarri.

Esta fusión no ha hecho más que empezar. Pero parte con las cosas claras por arriba y con buena sintonía y alineación de intereses entre sus principales accionistas. Dos factores que se han llevado por delante decenas de operaciones.

Este viernes se juntaron en Valencia un banquero madrileño que lidera al mayor grupo financiero catalán —Gonzalo Gortázar, de CaixaBank— y otro banquero vasco que gestiona la entidad que más dinero ha costado al Estado —José Ignacio Goirigolzarri, de Bankia—. Todo en una enorme sala llena de periodistas con mascarillas y, con el sonido de un taladro de fondo. Este decorado resume a la perfección la fusión de CaixaBank y Bankia, una operación que hace unos meses era impensable para sus protagonistas, pero que el covid-19 se ha encargado de poner sobre la mesa. Y en la que sus gestores van a tener que 'picar mucha piedra' para rentabilizar.

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