Manrique pide aire a Sabadell y Santander tras poner al día su deuda de 'casa'

Manuel Manrique ha hecho frente a sus obligaciones con el Registro Mercantil después de ocho años sin publicar las cuentas de las sociedades a través de la que tiene su participación en Sacyr. El presidente de la constructora ha remitido al organismo público los balances de Telbasa y Cymofag, las dos compañías titulares de su paquete de acciones en la compañía cotizada. Unas empresas que reflejan que el directivo arrastraba una deuda de 53,5 millones de euros, que contrastan con los 24 millones que valen sus títulos de Sacyr.

Aunque no aparece en las cuentas, fuentes cercanas al ejecutivo indican que ha pedido una nueva refinanciación a sus bancos habituales -entre los que se encuentran el Banco Santander y el Sabadell- para poner definitivamente en orden su patrimonio. Este proceso ya se inició a principios de año, tras quedarse el Santander una de sus fincas en las afueras de Madrid. La operación, según estas fuentes, redujo a unos 25 millones la deuda personal de Manrique.

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Agustín Marco

Según el Registro Mercantil, Cymofag, que no había hecho pública su situación financiera desde 2010, tiene un patrimonio negativo de 8,2 millones tras perder 2,7 millones de euros en 2018 y 5,5 millones en el ejercicio precedente. En esta circunstancia, la sociedad estaría en causa de disolución salvo que Manrique, titular 100% de esta compañía, aportase nuevos fondos para hacer frente a una deuda de 23,64 millones.

Esta empresa es la que sostiene el 1,5% de Sacyr que el presidente de la constructora aún mantiene después de que en enero de 2016 Banco Sabadell se quedara con un paquete del 2,4% por impago de un préstamo de 90 millones. La entidad catalana se quedó con estas acciones de Sacyr, que vendió a los pocos días con un fuerte descuento, además de con sus dos inmuebles en Marbella y en Cádiz, este último situado en la urbanización de Sotogrande.

La operación incluyó una quita por parte del Sabadell, que le perdonó unos 40 millones de euros, y que además le concedió un nuevo crédito de unos 20 millones para mantener el 1,5% del capital que Manrique aún tenía en propiedad. El presidente de Sacyr, que llegó a tener un 9% de la constructora, es titular de esas acciones a través de Cymofag y Telbasa, sus dos sociedades patrimoniales. La última vez que presentaron resultados al Registro Mercantil, en 2010, la deuda total del empresario ascendía a 235 millones.

Cymofag cuelga de Telbasa, que es la sociedad matriz de Manrique. Una compañía que, según los datos oficiales del Registro Mercantil a 31 de diciembre de 2018, adeuda 33,95 millones de euros a largo plazo y 20,52 millones a corto plazo. En total, 54,48 millones, por los que el ingeniero de Caminos paga 947.000 euros en intereses. Esta firma, que cerró el año con unas pérdidas de 750.000 euros, contaba con un patrimonio de 8,7 millones. Un dinero que se corresponde con la propiedad de sus locales comerciales situados en la calle María de Molina 37, otro en la calle Castelló 117, y una vivienda de uso familiar en la calle Zurbano.

El salvavidas de la finca de caza

En este informe anual no aparece la citada finca El Santo, un terreno histórico de 1.000 hectáreas a las afueras de Madrid, entre los municipios de Aldea del Fresno, Navas del Rey y Chapinería. Manrique compró esta finca, herencia que el general Martínez Campos (1830-1900), restaurador de la monarquía de Alfonso XII, dejó a su familia, gracias a un préstamo que le dio Banco Santander en 2007, en pleno 'boom', cuando Sacyr cotizaba a más de 40 euros por título (hoy se cambia a 2,70).

El primer ejecutivo de Sacyr abonó unos 48.000 euros por cada metro de esta finca por la que también se interesó Florentino Pérez, presidente de ACS. Sin embargo, después de varias refinanciaciones y ante la imposibilidad de hacer frente al pago del préstamo, la entidad presidida por Ana Botín optó el pasado año por ejecutar finalmente con la garantía, es decir, la codiciada finca, que Manrique utilizaba para fiestas personales y que en ocasiones alquilaba para eventos privados.