Los Benjumea (ex Abengoa) pagarán con suelo a la banca para salir del concurso

Una dación en pago. Ese será el método, equivalente al que cualquier cliente minorista puede negociar con su financiador en caso de imposibilidad de afrontar deudas, que usarán las familias andaluzas que controlaron Abengoa para abandonar el concurso de su sociedad patrimonial. Inversión Corporativa, que se declaró insolvente a inicios de año tras haber sufrido ya un preconcurso de 2015 a 2017, negociará con los bancos a los que debe en torno a 100 millones de euros para entregarles suelos en la zona de desarrollo urbanístico de Buen Aire como pago de la práctica totalidad de ese pasivo, según fuentes conocedoras de las negociaciones.

IC, a través de los administradores concursales que la gestionan, ha encargado tasaciones actualizadas de esos solares. El valor asignado a los mismos en las últimas cuentas presentadas (2017) era de 74 millones. La compañía tiene en torno a un tercio de una bolsa de suelo por desarrollar (Buen Aire) que suma un millón de metros cuadrados. Se trata de una de las últimas áreas urbanísticas de relevancia del término municipal de Sevilla, y la aprobación definitiva del plan parcial está aún pendiente por la gerencia de urbanismo municipal (que provisionalmente le dio el visto bueno en 2014)

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Los bancos acreedores son Sabadell, Bankia, Unicaja y Santader. El primero, que de forma directa e indirecta a través de Solvia, posee la mayoría del préstamo, tiene una actitud favorable a que se solvente este concurso con una dación en pago y está tratando de sumar al resto de entidades. Las tasaciones y el propio acuerdo deben de ser visados por los comités de riesgo de todas ellas pero las fuentes consultadas señalan que un acuerdo antes de final de año que permita recoger ese pacto en los resultados anuales de los bancos sería un escenario posible. Sabadell tiene en torno a 60 millones del pasivo total.

IC, que estuvo presidida hasta antes de verano por Felipe Benjumea (también expresidente de Abengoa), quedará como una mera sociedad agrícola si se solventa el concurso con esta fórmula. Explotará algunas fincas en Sanlúcar La Mayor (Sevilla) y se desprenderá de su rama inmobiliaria, que venía gestionando a través de su sociedad Iniciativa de Bienes Inmuebles (Ibisa). En total, Buen Aire acogerá 2.200 viviendas y un cuarto de millón de metros cuadrados de zonas terciarias.

De la venta directa a la dación

Desde que estalló la crisis de Abengoa en 2015, que arrastró a las familias que la controlaban capitaneadas por los Benjumea, la opción que se barajó fue la venta directa de los suelos para saldar la deuda. Aprovechando el nuevo ciclo alcista inmobiliario. Llegó a haber algunos acercamientos de fondos interesados pero no fructificaron por la incertidumbre en torno al final de su tramitación urbanística. Tras recibirse el último informe pendiente del ministerio de Fomento antes de verano, este aspecto se ha despejado.

Ahora, sin embargo, es una dación en pago la que se baraja como opción más probable para que el que puede denominarse como último rescoldo del derrumbe de Abengoa quede definitivamente apagado. Más aún cuando el propio Benjumea salió de IC para dedicarse al negocio del hidrógeno y, más recientemente, a la de la minería merced a su fichaje como consejero por la australiana Infinity Lithium que promueve una mina de litio en Cáceres.