Tijeretazo en la subasta que bonifica a la gran industria en el precio de la luz

Tensión, nervios, malestar... así describen algunas de las empresas industriales la situación que se vive en la subasta de interrumpibilidad que se celebra esta semana en Ifema (Madrid).

Las agresiva puja competitiva en la que participan los grandes electroconsumidores por ofrecer desconectarse de la red a petición de REE a cambio de un precio que se paga vía factura de la luz va camino de cerrarse con la adjudicación más barata de la historia, según explican algunos de los participantes.

La subasta de bloques de 40MW, destinada a las empresas más grandes y donde participan firmas como Alcoa, ArcelorMittal, Celsa, Asturiana de Zinc, Ferroatlántica, Acerinox o Ercros, terminó este lunes con un resultado que no satisface a los participantes.

Aunque los precios no son definitivos hasta que los valide la CNMC, varios de los competidores confirman que se está colocando potencia interrumpible a precios ostensiblemente más bajos a los de la última subasta, que ya fue a la baja respecto a ocasiones anteriores.

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Para los bloques de 40MW, cuyo precio medio hace seis meses fue de 175.000 euros, ha descendido con fuerza. Varias empresas al tanto de la puja afirman que se han cerrado bloques a precios que rondan los 103.000 euros, lo que supone una rebaja de casi un 40%.

Esta situación confirma los peores augurios de las compañías participantes, ya que este año se han subastado cuatro bloques menos de 40MW que en la anterior ocasión. De 25 han pasado a 21. Esto además está deprimiendo los precios en la subasta de 5MW, ya que los participantes creen que se está pujando con mayor agresividad. Los primeros 50 bloques de 5MW se han cerrado a unos 63.000 euros, un precio muy inferior a los cerca de 80.000 euros en que cerraron hace seis meses esta primera remesa de bloques interrumpibles. Hace tres año se adjudicaban bloques de 5MW en los 130.000 euros.

La cantidad subastada total es la misma: 2.600MW. Sin embargo, al meter más bloques pequeños y menos grandes, la competencia aumenta y los precios disminuyen. Además varios participantes sospechan que alguno de los pesos pesados está pujando muy a la baja, lo que está provocando el hundimiento del precio. Varios presentes, donde aún no hay información pública, creen que Alcoa, Ferroatlántica y Ercros han logrado menos bloques de 40MW de los que pretendían a priori adjudicarse.

En suma, REE pagará menos por el servicios que se carga a la factura de todos los consumidores de luz. Un coste que ya había retrocedido en el último año tras reformarse el sistema. El exministro de Energía, Álvaro Nadal, propició cambios que supusieron un descenso de las condiciones para la industria ante la queja de la Comisión Europea de dar a través del recibo eléctrico ayudas a estas compañías. Esos cambios ya supusieron bajar los honorarios por este concepto de más de 500 millones de euros a algo más de 300 millones. El sector calcula que el próximo año bajará al entorno de 200 millones.

Ahora se espera que la gran industria cobre una cantidad aún más exigua en el primer semestre de 2019. Por otro lado, hasta hace un año prácticamente nunca se usaba este servicio (el operador del sistema pide a la fábrica en cuestión que se desconecte de la red por necesitar cubrir otras demandas). Desde 2018, por el contrario, se está utilizando de forma recurrente, lo que genera un trastorno a los productores por tener que detener su actividad mientras se lo pida Red Eléctrica.

El cabreo va en aumento sobre todo en un año en el que los costes que sufren estas compañías por la energía, un factor clave para su actividad industrial, ha subido con fuerza. La previsión, además, es que durante el primer semestre de 2019 este precio siga siendo elevado, con lo que la menor aportación por la subasta de interrumpibilidad aboca a las grandes industrias a afrontar un mayor coste por la energía.

Además, estas empresas apuntan a la incertidumbre para los próximos meses. El Gobierno ha creado la figura del consumidor electrointensivo, que tratará de dotar de mecanismos de compensación a estas industrias exportadoras. Pero este no estará desarrollado hasta dentro de seis meses, tal y como destaca el último Real Decreto aprobado por el Gobierno este viernes. Precisamente, el periodo al que corresponde los pagos de la subasta de interrumpiblidad que se celebra estos días.

La patronal AEGE, que engloba a estas empresas electrointensivas, apunta a que la industria española tiene un sobrecoste por la electricidad de 450 millones con respecto a Alemania, con quien compite en el mercado exterior. Por ello, pide medidas para evitar la deslocalización de algunas empresas, tractoras del empleo y la actividdad económica allí donde están ubicadas. De hecho, Alcoa, la firma más electrointensiva que existe en España, ha anunciado el cierre de sus dos plantas en Avilés y A Coruña por el alto coste energético, entre otras cosas.

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El Gobierno aseguró tras el anuncio de cierre que Alcoa había compensado su coste energético con creces con las subasta de interrumpibilidad. La compañía ha recibido unos 1.000 millones de euros por este concepto en los últimos años.

La semana pasada la ministra de Industria, Reyes Maroto, anunció que desbloquearía las ayudas contempladas en los Presupuestos para compensar el extracoste que genera en esta industria el elevado precio de la luz, que se ha encarecido con fuerza en los úlitmos meses por el impacto de las emisiones de efecto invernadero.