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El gran salinero de Mercadona en Huelva se reinventa en pequeño gigante del cloro
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el auditor le advierte de que la cadena es el 62% de su negocio

El gran salinero de Mercadona en Huelva se reinventa en pequeño gigante del cloro

Salinas del Odiel, gestionada por una rama de la familia Ybarra y los empresarios onubenses Hueso Contreras, saca tajada de su modernización frente al cierre de plantas por la normativa europea

Foto: Directivos de Salinas del Odiel, con el consejero andaluz de Medio Ambiente, José Fiscal (en el centro, con barba). (EP)
Directivos de Salinas del Odiel, con el consejero andaluz de Medio Ambiente, José Fiscal (en el centro, con barba). (EP)

Quien conoce Huelva, conoce la montaña de sal en la desembocadura del río Odiel. Es la imagen icónica ya hoy, y más visible, de la actividad de la gran explotación de Salinas del Odiel en la marisma del río que desemboca en Huelva uniéndose con el Tinto. Una empresa que ha pasado de vivir de la sal —es el principal interproveedor de este producto para Mercadona en toda España y vende 4 de cada diez kilos del total del mercado nacional— a hacerlo ahora del cloro. El primer año completo de gestión de la antigua fábrica de Ercros en Palos de la Frontera —2016— le dejó ya un margen neto del 22%: 4 millones. Y la perspectiva es ir a más.

Salinas le vende al grupo que controla Juan Roig unos 5 millones de euros al año. Tanto sal alimentaria como para lavavajillas. Eso supone el 62% de todos los ingresos de la firma que controlan una rama de la familia Ybarra y los empresarios locales Hueso Contreras. Estos últimos son originarios de Murcia y abrieron el primer concesionario BMW de Huelva. El auditor advierte de esta alta dependencia del grupo valenciano en las últimas cuentas anuales y ha hecho un análisis del riesgo que tiene esta situación para el futuro de la compañía.

Foto: Juan Roig, dueño de Mercadona

Joaquín Gonzalo Ybarra, accionista y primer directivo de Salinas, resta trascendencia a la advertencia del auditor. "Esto se debe a la entrada en vigor de nuevas normativas sobre auditoría, es el primer año que aparece en nuestras cuentas y es por este motivo. Nosotros trabajamos bien con Mercadona y prevemos seguir haciéndolo", explica. Y descarta que esta llamada de atención vaya a suponer cambios en la orientación de los negocios: sal y la fábrica de cloro seguirán siendo sus dos pilares. Y cada vez más este último.

Y es que Electroquímica Onubense, la empresa que controla lo que queda de la antigua planta de Ercros en Palos de la Frontera, se consolida como fuente de ingresos y beneficio. La compañía va a más que duplicar sus ventas en los tres últimos años, desde 10 millones en 2015 cuando la adquirió Salinas, a los 22 millones estimados este año, según Gonzalo Ybarra. En 2016, sobre unos 18 millones de ingresos, se embolsó los citados 4 millones en resultado neto. Cuatro veces más que en 2015. Todo para Salinas, que posee el 100% de la fábrica.

Alianzas locales y modernización

Gonzalo Ybarra pone el acento en la debacle que ha vivido la producción de cloro en España desde final del pasado año, cuando entró en vigor la prohibición europea de usar mercurio en la fabricación. Plantas de Cataluña o Galicia han cerrado, y las que han sobrevivido son las que habían adaptado su cadena productiva a una tecnología más limpia y eficiente. Son solo cinco empresas, la mitad de las que existían. Y la de Huelva, que invirtió 14,7 millones de los que 3,2 millones los aportó la Junta de Andalucía, es una de ellas.

La materia primera del cloro es la sal. Y la de la lejía, por ejemplo, el cloro. Por eso uno de los clientes clave de Electroquímica es Persán, también interproveedor de Mercadona. Hay además buena sintonía personal entre Gonzalo Ybarra y la familia Moya Yoldi al fabricante de detergentes y suavizantes. Otros suministradores de la cadena también le compran sal o cloro, según sea el caso, como las aceitunas La Española o las galletas Siro. Ello indirectamente aumenta la dependencia de Mercadona, que está además reordenando su relación con Persán o Siro, entre otros muchos proveedores.

placeholder Trasiego de sal en la marisma del Odiel. (Aiqbe)
Trasiego de sal en la marisma del Odiel. (Aiqbe)

Además, Mercadona absorbe, en términos de producción, el 45% del total de Salinas. La sal alimentaria, de lejos, es el principal negocio con 6,5 millones en total (incluyendo otros clientes), frente a 1,5 millones de la industrial. Las dos empresas del 'holding' aportan cada una unos 50 empleados.

Quien conoce Huelva, conoce la montaña de sal en la desembocadura del río Odiel. Es la imagen icónica ya hoy, y más visible, de la actividad de la gran explotación de Salinas del Odiel en la marisma del río que desemboca en Huelva uniéndose con el Tinto. Una empresa que ha pasado de vivir de la sal —es el principal interproveedor de este producto para Mercadona en toda España y vende 4 de cada diez kilos del total del mercado nacional— a hacerlo ahora del cloro. El primer año completo de gestión de la antigua fábrica de Ercros en Palos de la Frontera —2016— le dejó ya un margen neto del 22%: 4 millones. Y la perspectiva es ir a más.

Ercros Huelva Juan Roig
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