Toque de atención: Avintia echa el freno en el residencial ante la amenaza de otra burbuja

En un momento en que cada vez más voces empiezan a advertir sobre la creación de una nueva burbuja inmobiliaria, una de las mayores constructoras de obra residencial, Avintia, ha optado por la prudencia ante los síntomas de inestabilidad que, en su opinón, empieza a mostrar este mercado.

Convencido de que "España no tiene capacidad para hacer más de 70.000 viviendas al año", el presidente de la compañía, Antonio Martín, ha decido "no crecer más en construcción residencial y sí en otro tipo de producto, como hotelero, vivienda en alquiler y fotovoltaica".

Un ejemplo de giro estratégico dado por la compañía es el cambio radical que ha dado en sus relaciones con los promotores. Hace unos dos años, Avintia apostó por financiar a estos empresarios, a cambio de quedarse la obra, préstamos que ha decidido dejar de conceder, precisamente por su decisión de reducir la exposición al residencial, y que quiere recuperar entre el año que viene y el próximo.

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"En muchos sitios se está hablando de burbuja inmobiliaria y todavía no hemos salido de la crisis. Por eso, hemos decidido ir hacia un tema de eficiencia", explica Martín. De hecho, su objetivo es mantener el número de viviendas en producción en torno a las 7.000 unidades al año que tiene actualmente, con una cartera contrata de unos 1.000 millones de euros y unas 80 obras en marcha. "La idea es rotarlas y trabajar solo con clientes seleccionados", añade.

Además, Martín apuesta por mantener una gran diversidad geográfica y centrarse en la innovación como palanca de este giro estratégico. "Ahora mismo, el crecer por crecer es un error, hay que diferenciarse", asegura. Para conseguirlo, Grupo Avintia quiere desarrollar nuevas técnicas de construcción que permitan hacer obras en altura con un sistema industrializado, y está participando en una patente, que ha empezado a probarse ya en taller y que, a la vuelta de verano, se aplicará en un proyecto prototipo en Móstoles (Madrid).

Antonio Martín: "España no tiene capacidad para hacer más de 70.000 viviendas nuevas al año"

En esta localidad, Avintia prevé construir 120 viviendas en alturas en un plazo de entre 11 y 12 meses, frente a los 18 meses que requiere el sistema tradicional, un ahorro de tiempo del 30% que Martín considera clave para hacer frente a uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el sector: la falta de capacidad productiva y el incremento de los precios de construcción.

"Ahora mismo, en construcción, tener unos márgenes del 1,5%-2% es un éxito", cita como ejemplo del complejo momento que vive el sector. Para combatirlo, los planes de la compañía pasan por levantar 500 viviendas con su nueva patente durante el próximo año y alcanzar un ritmo de 2.000 hogares en tres ejercicios.

Entre las ventajas del sistema industrial figura, por ejempo, que los baños vienen terminados de taller, así como las fachadas, forjados, pilares, interiores e instalaciones, un prefabricado que llega a la obra ya con ventanas y vidrios.

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"Está concebido como un mecano y a este sistema se le puede incorporar cualquier tipo de fachada, lo que lo hace muy versátil", explica el presidente de Grupo Avintia, quien confía en que, en tres años, un 30% de su cartera pueda ser prefabricada.

Con unos ingresos previstos para este año de 658 millones de euros, de los que 520 millones corresponden a la división constructora, Grupo Avintia también ha decidido reorganizarse en tres grandes líneas.

El motor seguirá siendo la constructora, pero con especial foco en la industrialización; la división inmobiliaria irá dedicada solo a proyectos especializados en zonas como Baqueira, Ibiza o Sangenjo y con promociones exclusivas, y la filial hotelera prevé crecer con un perfil de construcción y gestión, sin tener la propiedad del activo.