Endesa agudiza la pérdida de clientes en 2018 y asegura que seguirá aumentando

Endesa tiene abierta una herida que cada vez sangra más. La compañía ha perdido 55.000 clientes de electricidad en el primer trimestre de 2018, lo que supone el peor registro en tres meses desde que en 2013 empezara a reducirse su base de usuarios.

Solo en el primer trimestre del año pasado registró una cifra tan alta, cuando también perdió 55.212 clientes, según recoge la CNMC. Esto quiere decir que desde hace cuatro años tiene una cartera de usuarios más de medio millón de clientes inferior.

Además esta tendencia seguirá impactando a Endesa en el futuro, tal y como reconocía el consejero delegado de la compañía en una conferencia con analistas este mismo martes. Pese a los elevados desembolsos realizados por la eléctrica en 'marketing' y publicidad, muy superiores a los de las pequeñas competidoras del sector -aunque inferior a Iberdrola y Gas Natural- , José Bogas explicaba que "al ser el líder en términos de participación en el mercado [más de 10 millones de usuarios], es obvio que estamos reduciendo nuestra base de clientes y seguiremos haciéndolo".

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Endesa, además, es el líder de la distribución eléctrica en España. Es decir, la encargada de realizar los cambios de comercialización y la principal adjudicataria junto con Iberdrola de nuevas altas en los puntos de conexión que se instalan. La eléctrica vasca es la otra gran perdedora de clientes minoristas en España, con la segunda mayor cartera tras la firma presidida por Borja Prado.

Sin embargo, la pérdida de clientes afecta a Endesa de una forma más intensa que al resto de compañías homólogas, dado que su campo de actuación se limita a España y Portugal, una de las consecuencias que trajo la absorción por parte de Enel de la eléctrica española.

La pérdida de clientes afecta de forma más intensa a Endesa que a sus homólogas, dado que su campo de actuación se limita a España y Portugal, por Enel

Por el contrario, Iberdrola, en los últimos años, tiene más posibilidades de amortiguar este efecto ampliando su base de usuarios en otros territorios donde está presente con actividad de comercialización.

Pese a todo, José Bogas sostenía que "por supuesto les importa esta reducción", que afirma "es muy clara", y quiso matizar que no estaban "preocupados" dado que estaban "mejorando la rentabilidad por cliente con una tasa de rendimiento del 8%".

La compañía ha logrado en el primer trimestre un beneficio de 122 millones de euros en su división de Generación y Comercialización, una cifra muy superior a los 32 millones logrados en el invierno del año pasado. Esto se debe al menor coste mayorista que ha asumido por la luz en este ejercicio, que le permite mejorar el margen con el precio final que traslada al cliente.

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Esta mejora de la rentabilidad por cliente se logra, entre otras cosas, pasando usuarios del mercado regulado al mercado libre, una práctica que tratan que llevar a cabo todas las compañías para mejorar sus ratios. Sin embargo, la feroz competencia en que está inmerso el mercado español está llevando a varias empresas a cometer abusos para favorecer precisamente la rentabilidad de sus clientes.

No en vano, la CNMC multó este mes de marzo a Endesa Energía con 30.000 euros por cambiar a un consumidor de energía eléctrica sin su consentimiento. Según el regulador, Endesa "no respetó el procedimiento de contratación establecido ni contó con el permiso del consumidor para el cambio".

Esta no ha sido la primera sanción que ha recibido la eléctrica que preside Borja Prado por esta causa, ni tampoco tiene el monopolio de este tipo de infracciones. En 2017, la institución que preside José María Marín Quemada multó a cuatro comercializadoras ​con un total de 155.000 euros: Iberdrola, Gas Natural, Viesgo y la propia Endesa.