Trapa intenta resurgir de sus cenizas: vuelve a los lineales los 365 días del año

Trapa pasa página. La chocolatera fundada hace 127 años en Palencia quiere volver a ser lo que era antes de caer en manos de la familia Ruiz-Mateos (1992), década tras la cual acabó en quiebra. La familia palentina Fernández Calvo la compró en 2013 con ánimo de reflotarla, un proceso largo y complicado que ya comienza a dar sus frutos.

Alcampo es la primera cadena que abre la puerta a los chocolates de Trapa los 365 días del año, y no solo en Navidad o fechas puntuales como San Valentín. El regreso a los lineales de manera permanente (con 10.000 tabletas en esta primera entrega) "es un auténtico hito" que no ocurría desde hace lustros, avanzan fuentes de la compañía a este periódico.

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La chocolatera también está negociando con Carrefour, Mercadona, El Corte Inglés o DIA para hacerse un hueco en los súper a nivel nacional. No será fácil porque la competencia es dura, sobre todo desde que Nestlé, Valor, Lindt, Idilia Foods (Colacao, Nocilla, Paladin...), Ferrero (Nutella, Kinder) o Natra (fabricante de marcas blancas) ocuparon el hueco que Trapa dejó cuando entró en concurso de acreedores en 2011, tras los 'chanchullos' de los Ruiz-Mateos con Nueva Rumasa.

No obstante, tiene una parte del camino ganado con DIA (al fabricar su chocolate con leche de marca blanca), El Corte Inglés (lo mismo ocurre con las tabletas rellenas de Aliada) o Carrefour, pues ya están presentes en las tiendas del gigante francés en Castilla y León.

La marca dirigida por Carlos Monzón aprovecha su entrada en Alcampo desde este mismo mes para presentar Intenso, una nueva gama de chocolates con frutos secos enteros, leche o caramelo con la que Trapa sustituye a los clásicos, renueva su imagen y consolida el cambio de rumbo que los Fernández Calvo iniciaron hace cinco años.

Multiplica las ventas pero sigue en pérdidas

Trapa ha multiplicado por seis sus ventas en cinco años: facturó 9,3 millones de euros en 2017 frente al millón y medio de 2013, pero todavía no ha salido de los números rojos si hablamos de resultado neto. La empresa registró unas pérdidas de 5,07 millones de euros en 2016, según las últimas cuentas disponibles en el Registro Mercantil.

Su apuesta por los mercados internacionales es clara: 52 países distintos a España se llevan el 30 % de las ventas totales. Emiratos Árabes, Israel y Rusia son sus principales clientes. La fábrica de Palencia produce 700.000 bombones al día después de que el grupo invirtiera 12 millones de euros en maquinaria, y en ella trabajan unos 150 empleados.

Todo empezó con la idea de un grupo de monjes instalados en el Monasterio Trapense de San Isidro de Dueñas (Palencia). Ellos inauguraron la primera fábrica de chocolate de España, hoy en manos de una familia palentina que quiso invertir en su tierra. "Cuando llegamos, solo se trabajaba con un pequeño distribuidor y apenas había dinero para gasoil", apunta Monzón. Hoy son más de 120 en España.

Marzo es un mes especial para la firma no solo por su entrada en los lineales de los supermercados de Alcampo, sino por la puesta a punto de una tienda online propia y el aniversario de su tienda física junto a la Plaza Mayor de Salamanca, que se suma a otro establecimiento en Palencia. "Estamos en un punto de inflexión. Queremos que la gente vuelva a ver nuestros chocolates por todas partes", zanjan desde Trapa.