Los fondos de Codere echan a los Martínez-Sampedro en un consejo de alta tensión

La etapa de la familia Martínez-Sampedro como gestores de Codere se ha acabado, tal y como adelantó El Confidencial el pasado miércoles. El consejo de administración de la compañía dedicada al juego ha decidido la destitución de los fundadores del grupo al considerar que la administración incurría en gastos superfluos y que la toma de decisiones no era la adecuada. Así, el órgano de gobierno de la empresa conocida por sus bingos y sus máquinas tragaperras ha designado a Norman Sorensen Valdez y Vicento Di Loreto en sustitución de José Antonio Martínez-Sampedro y su hermano Javier, presidente y vicepresidente, respectivamente.

Sorensen Valdez es ahora el nuevo presidente no ejecutivo, mientras que Di Loreto, que anteriormente fue responsable de Codere en Latinoamérica hasta 2011, ocupará el cargo de director general. Según distintas fuentes, ambos nombramientos cuentan con "el total respaldo y consenso de la mayoría del consejo de administración". Fuentes próximas a la empresa socia del Real Madrid en las apuestas deportivas consideran que era necesario un nuevo liderazgo para fortalecer el crecimiento rentable y maximizar el valor de la acción.

Los tres consejeros de los Martínez-Sampedro, entre los que se encuentran Pío Cabanillas, el expolítico del PP, han votado en contra en un consejo de alta tensión y palabras gruesas. La guerra podría continuar próximamente porque la familia continuará sentada en el órgano de gobierno y está preparando una batalla legal para recuperar su posición de poder.

Codere evitó la quiebra entre 2014 y 2015 gracias a la conversión de gran parte de sus 1.100 millones de euros de deuda que llegó a acumular. Los acreedores de la sociedad, en la mayoría bonistas y 'hedge funds', aceptaron una pérdida relevante de sus préstamos que canjearon por capital para esquivar el concurso de acreedores. A cambio se hicieron con la mayoría del accionariado, que hasta ese momento estaba controlado por los Martínez-Sampedro en un 70%.

Tras el rescate, la familia fundadora se quedó con cerca del 18% y los acreedores con el restante 82% de una empresa que en ese momento vio como su capitalización bursátil se había hundido a apenas 50 millones de euros. Dos años y medio después, los 'hedge funds', liderados por Abrams Capital y Silver Point, han decidido poner la gestión en otras manos.

Menos es más

Sorensen Valdez, quien desde abril de 2016 ocupa un puesto en el consejo de administración de Codere (como Consejero Coordinador, presidente de la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo, y vocal de la Comisión de Auditoría), en nombre de los fondos, cuenta con un profundo conocimiento del mercado de servicios financieros, ya que previamente trabajó en Citibank y en AIG.

Por su parte, Di Loreto, que tendrá funciones de consejero delegado, había trabajado previamente en Arthur Andersen, Pepsi, Bunge, Grupo Clarín y la propia Codere, en la que entre 2004 y 2011 ejerció primero como CEO para Argentina y posteriormente como director general para Latinoamérica. Su trayectoria profesional ha estado fuertemente vinculada al sector del juego en los últimos catorce años, en los que ha acumulado una amplia experiencia en el desarrollo e implementación de planes estratégicos de crecimiento.

Pese a todo y gracias a la conversión de la deuda, Codere vale ahora cerca de 1.000 millones, por lo que la participación de los Martínez-Sampedro, aun siendo menor en porcentaje, vale cerca de 200 millones, casi diez veces más de lo que tenían cuando poseían el 70% de las acciones y pusieron la empresa en riesgo de quiebra cuando eran los principales gestores.