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Monzón devuelve un millón de euros a Indra por usar el 'jet' privado para fines personales
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ha firmado un escrito de disconformidad

Monzón devuelve un millón de euros a Indra por usar el 'jet' privado para fines personales

El expresidente de la compañía de seguridad y defensa controlada por el Estado ha entregado la citada cantidad pese a no reconocer los cargos que le imputan

Foto: Javier Monzón posa junto al logo de Indra cuando era presidente de la multinacional. (EFE)
Javier Monzón posa junto al logo de Indra cuando era presidente de la multinacional. (EFE)

Fernando Abril-Martorell escuchó algunas críticas en la junta general que Indra celebró el pasado jueves en Madrid por no exigir responsabilidades a los gestores que provocaron las pérdidas de más de 700 millones registradas entre 2014 y 2015 y que trajeron consigo la supresión del dividendo. El presidente de la compañía de defensa y tecnología no quiso entrar en detalles sobre el pasado y optó por hablar de futuro. Sin embargo, según ha sabido El Confidencial, el primer ejecutivo del grupo sigue pasando facturas a su predecesor, Javier Monzón.

Fuentes próximas a Indra han confirmado que el que fuera presidente de la compañía durante más de dos décadas hasta enero de 2015, se ha visto obligado a pagar un millón de euros por el uso indebido del avión privado que la multinacional tenía alquilado para viajes corporativos. Un 'leasing' que costaba 3,5 millones al año a la sociedad y que, según detectó una auditoría interna solicitada por Abril-Martorell, habría surcado los aires para asuntos presuntamente personales del anterior presidente.

Según documentación interna, el Gulfstream G200 contratado por Indra aterrizó en Tenerife y en Gran Canaria el 4 de abril de 2015, fechas que coinciden con la celebración de la Semana Santa de ese año. El citado avión también tomó tierra en Menorca y en Mallorca en los veranos de 2010 y 2013 en pleno mes de agosto. Incluso se sabe que viajó a Ginebra (Suiza), algún 1 de enero, día de Año Nuevo y festivo desde el punto de vista laboral. Malta fue otros de los destinos habituales del aeroplano contratado por la compañía con la autorización del consejo de administración.

El uso del avión privado costaba 3,5 millones de euros al año a la sociedad. Monzón había surcado los aires para asuntos meramente personales

Por todo ello, Abril-Martorell ha exigido a Monzón la devolución de casi un millón por estos gastos, cantidad que el expresidente ha devuelto a Indra pese a firmar un escrito en disconformidad. El actual consejero de Banco Santander España no está de acuerdo con la reclamación que le ha cursado el departamento de auditoría de la compañía, pero ha preferido abonar la cantidad para evitar un litigio legal con la empresa participada por el Estado en un 18% del capital.

Indra rescindió en 2015 el contrato para el uso del avión privado, que posteriormente fue comprado por Cristiano Ronaldo por 19 millones de euros. Tras descubrirse este uso indebido, en noviembre de ese año el consejo de administración retiró por unanimidad el título de presidente honorífico a Monzón al considerar que no había actuado con la “transparencia debida”.

Indra rescindió en 2015 el contrato para el uso del avión privado, que posteriormente fue comprado por Cristiano Ronaldo por 19 millones de euros

Monzón ha defendido en todo momento su honestidad profesional, un asunto primordial para recolocarse como consejero de determinadas compañías cotizadas o reguladas por el Banco de España. Como adelantó El Confidencial, Ana Botín le ha propuesto como presidente de Openbank, el banco 'online' del Santander que el grupo quiere relanzar. Su nombramiento está pendiente del test de idoneidad que realiza el organismo supervisor, así como del escrutinio del Banco Central Europeo (BCE). El expresidente de Indra es también consejero de Ferroglobe, la filial siderúrgica de OHL, compañía que cotiza en el Nasdaq estadounidense y que está presidida por Javier López Madrid.

Monzón, que recibió una indemnización de 14,33 millones de euros por ser relevado de la presidencia, incluido un millón de euros por una destitución sin el preaviso legal de 15 días, mantiene aún una relación contractual con Indra. De hecho, en 2016 percibió tres millones de euros adicionales por un pacto de no concurrencia y tiene derecho a otro millón más con cargo a las cuentas de 2017.

Fernando Abril-Martorell escuchó algunas críticas en la junta general que Indra celebró el pasado jueves en Madrid por no exigir responsabilidades a los gestores que provocaron las pérdidas de más de 700 millones registradas entre 2014 y 2015 y que trajeron consigo la supresión del dividendo. El presidente de la compañía de defensa y tecnología no quiso entrar en detalles sobre el pasado y optó por hablar de futuro. Sin embargo, según ha sabido El Confidencial, el primer ejecutivo del grupo sigue pasando facturas a su predecesor, Javier Monzón.

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