Junqueras libra de corsés laborales al ICF para que haga de banco público catalán

El vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, ha dado otro paso para convertir el Institut Català de Finances (ICF) en un banco público. La última medida se encuentra en la ley de acompañamiento de los Presupuestos del 2017. En este texto legal se señala de forma literal que al ICF “no le son aplicables las limitaciones a la contratación” que rigen para el resto de organismos dependientes de la Generalitat ni tampoco para el resto de la administración catalana.

Junqueras pretende que el ICF tenga ficha bancaria. Algo que podría pasar durante el año 2017 y que le facilitará acceder en condiciones de igualdad a las líneas de descuento del BCE. El nuevo clima de diálogo con Cataluña que impulsa la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; y la buena relación de esta con el propio Junqueras facilita que las cosas vayan a ser así. El diálogo entre la Generalitat y el Gobierno central precisa de puntos en común en los que apuntalarse y el ICF podría ser uno de ellos.

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Fuentes del departamento de Economía han reconocido que este aspecto de la ley es para que el instituto financiero público se rija en términos de recursos humanos con los mismos parámetros que el resto del sector bancario.

Por tanto, el ICF queda libre para poder contratar personal sin las limitaciones que encorsetan al resto de la administración catalana. En la práctica, quiere decir que desde el punto normativo dependerá más del BCE que de la Generalitat. En la misma línea, el pasado mes de agosto se nombró un consejo de administración con mayoría de miembros independientes.

Desde el departamento advierten que esta medida no quiere decir que el ICF va a ponerse a contratar gente sin freno. Ahora tiene 91 personas en una plantilla que encabeza su consejero delegado, Josep Ramon Sanromà, un antiguo directivo de Deutsche Bank a quien fichó Andreu Mas-Colell cuando era 'conseller' y que ahora ha sobrevivido a la llegada de Junqueras. Sin embargo, sí podrá ampliar personal de manera selectiva y en condiciones de mercado para adecuarse a su nueva situación de banco público cuando esta sea una realidad.

No es comparable, por ejemplo, a la Agencia Tributaria catalana, que incrementará su personal en 400 personas. Es decir, el ICF ampliará plantilla el próximo año pero no será en cantidades ingentes.

Fondos Feder

No es el único mecanismo para potenciar el ICF que se prevé en la ley de acompañamiento. Así también se anuncia que será el ICF el que asuma las “tareas de ejecución de los fondos Feder” provenientes de la UE que lleguen a Cataluña en el período entre 2014 y 2020, lo que supone gestionar unos 500 millones de euros adicionales, tomando como referencia lo que llegó a Cataluña en el lustro anterior.

La medida no implica que el ICF vaya a contratar sin freno, a diferencia de la Agencia Tributaria catalana, que incrementará su personal en 400 personas

El ICF es un instrumento capital tanto para la economía catalana como para la propia Generalitat. En los Presupuestos del 2017, que previsiblemente se aprobarán el próximo mes de febrero, se prevé que durante ese año el instituto aporte 660 millones en apoyo financiero al sector empresarial, de los cuales 488 millones serán préstamos, 155 millones en avales y 17 millones en capital riesgo.

Miles de empresas

Se espera que se beneficien de la actividad de esta entidad crediticia más de 1.500 empresas, buscando dar apoyo al desarrollo y crecimiento de empresas innovadoras de nueva creación. En los Presupuestos también se aboga por potenciar y consolidar el ICF como banco público de inversiones en el marco de la Unión Bancaria Europea.

El ICF suma en balance un total de 3.192 millones de euros. En 2015 ganó un total de 8 millones de euros, con unos fondos propios de 817 millones y un ratio de morosidad del 13,8%. En 2016 dio créditos por valor de 694 millones, según consta en la memoria de la entidad.