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¿Cuánto cuesta poner en marcha una 'start-up'? Cuatro casos de éxito y fracaso
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el 70% de las empresas no pasa del año y medio

¿Cuánto cuesta poner en marcha una 'start-up'? Cuatro casos de éxito y fracaso

"Convertir una idea en proyecto es como subir a un precipicio, saltar y aprender a volar de camino… pero la mayoría se estampa". ¿Y si sale bien? Varios jóvenes con iniciativa cuentan su historia

Foto: La mayoría de las 'start-ups' no sobreviven al primer año. (Stock)
La mayoría de las 'start-ups' no sobreviven al primer año. (Stock)

"Soy emprendedor". Suena bien, ¿verdad? Los jóvenes españoles ya no quieren ser funcionarios porque ahora está de moda forjar tu propia empresa. Se dice pronto. Jugarse el tipo, invertir los ahorros de toda una vida, pedir préstamos de difícil retorno a familiares, endeudarse con el banco y lanzarse a la piscina está en la letra pequeña de una aventura profesional de alto riesgo, o si no que se lo digan a Cristina Barranco y Fernando Dal Re, fundadores de Pupilum.

“Está muy bien que te animen a montar tu propia empresa y más en una situación de paro como la actual. Pero nadie te advierte de los riesgos, las historias de fracaso y el sufrimiento”, opina Fernando. Nadie dijo que emprender sea un camino de rosas y tampoco lo fue para ellos. Ambos dejaron sus respectivos trabajos en el sector financiero para plantar la semilla de Neomed, la red social de los médicos. “Hicimos un plan de negocio super-elaborado, pero los inversores nos dijeron que necesitaban algo tangible”. Los 5.000 euros que consiguieron tras ganar un concurso de emprendedores se esfumaron con la misma velocidad con la que llegaron.

placeholder Cristina Barranco y Fernando Dal Re, fundadores de Pupilum.
Cristina Barranco y Fernando Dal Re, fundadores de Pupilum.

El programador al que recurrieron tuvo que tirar el primer prototipo a la basura. Tras varios intentos fallidos, el grupo de Facebook para médicos que buscaba resolver sus dudas se transformó en una aplicación que contaba con 6.500 usuarios. No fue fácil. “Se apuntaron 100 personas el primer día y cuatro el segundo”. Ahí se dieron cuenta de que la travesía por el desierto acababa de comenzar. Como nunca lograron sacarle rentabilidad al proyecto, Neomed se transformó en Pupilum, una 'universidad online' con una amplia oferta de cursos virtuales para médicos con poco tiempo libre para formarse.

Rentabilidad, divino tesoro

Si facturar unos euros ya es motivo para descorchar una botella de champán, cubrir costes pone eufórico a cualquiera. Y ya ni hablemos de obtener beneficios, el sueño de todo emprendedor. Sergio Laguarda y Paula Martín se han gastado 800 euros en la compra del dominio de una web para poner en marcha 50 Pasiones, dedicada a la venta 'online' de productos fetichistas inspirados en la trilogía de 'Cincuenta sombras de Grey'. “Queríamos aprovechar el tirón de la película. Empezó como un 'hobby”, explica Sergio.

Ahora se sacan unos 150 euros al mes y aspiran a ser rentables a mediados del año que viene sin dejar de lado sus respectivos trabajos: profesor de cocina y diseñadora gráfica. Al contrario de lo que pueda parecer, el perfil del emprendedor no es el del joven universitario que se topa de bruces con la cola del INEM. Así lo explica Ignacio Macías, CEO de la aceleradora de 'start-ups' tecnológicas Top Seeds Lab: "La edad media son 30 años. No son chavalitos recién salidos de la carrera, sino gente que ya conoce el mercado laboral y tiene buena formación".

No son chavalitos recién salidos de la carrera, sino gente que ya conoce el mercado laboral y tiene buena formación

Olvídate de facturar en los primeros seis meses. Pero si llevas más de dos años sin ingresos, hay algo que no cuadra”. La rentabilidad es otra historia, un punto de inflexión al que pocos llegan. Juan Urdiales y Felipe Navío tardaron cuatro años en conseguirlo desde que fundaron Job and Talent (2010), una plataforma de búsqueda de empleo basada en las recomendaciones. Empezaron con 250.000 euros con los que lograron constituir el germen del equipo: al principio eran siete personas y ahora son 100. Empezaron en el salón de la casa de Juan y hoy cuentan con oficinas en España, Reino Unido, México y Colombia.

¿Sueldo? ¿Eso qué es?

Tras año y medio sin facturar ni un euro, Fernando y Cristina -que hoy son marido y mujer- comenzaron a desesperarse. “Cada seis meses estábamos a punto de cerrar porque no nos quedaba dinero en el banco”. No son los únicos que se quedaron con la cuenta corriente en números rojos y los bolsillos vacíos. Juan lo perdió todo cuando la tienda de ropa personalizada que había fundado en 2005 quebró por la crisis. “Mi socia y yo estábamos endeudados y tardamos años en pagar lo que debíamos”. Pero ni siquiera esta situación dramática le desanimó para volver a jugársela con Job and Talent poco después.

placeholder El equipo de Job and Talent.
El equipo de Job and Talent.

“Creamos un producto fallido los primeros dos años pero detectamos un 20% que sí estaba funcionando”, explica a este periódico. De ahí nació el algoritmo de 'matching' (recomendaciones) y el proyecto comenzó a rodar. Eso no quita que los fundadores estuvieran muchos meses sin ver un céntimo. “Llega un momento en el que te preguntas si debes ponerte un salario. Un emprendedor con problemas financieros no puede dedicarse en cuerpo y alma a la empresa”.

Los fundadores de Pupilum ahora están “cerca de ser rentables” y son conscientes de que es difícil que algún día puedan ganar lo que ganaban antes. Hoy no llegan a mileuristas, como la mayoría de los emprendedores consultados. Hay quien incluso les ha echado en cara que no vivan del aire y se ha permitido el lujo de dar lecciones de moralidad a pesar de sus turbios antecedentes, como un inversor que llegó a reprocharles que tuvieran sueldo. Más tarde salió a la luz su implicación en el caso de las 'tarjetas black'.

Un inversor nos reprochó que tuviéramos sueldo. Resultó ser uno de los beneficiarios de las tarjetas black de Caja Madrid

Siempre hay excepciones, como la de Luis Monge y Paulina Malko, fundadores de Clever Consulting (2009). Ellos no buscaron financiación porque la financiación les buscó a ellos. “Los 3.001 euros de constitución de la empresa nos los pagó el primer cliente” a raíz de un atractivo proyecto fin de carrera sobre 'marketing online', explica Sergio. Ganaron un concurso de emprendedores y la idea gustó tanto que empezaron a recibir peticiones de presupuesto sin tener ni siquiera una firma constituida.

placeholder El equipo de Clever Consulting.
El equipo de Clever Consulting.

“Como al principio no teníamos ni un duro, dábamos clases de inglés y matemáticas para costear nuestra vida y reinvertirlo en la empresa”. El primer año ya probaron las mieles del éxito con 2.000 euros de beneficio y hoy tienen una situación económica cómoda.

A la caza de los inversores

Hay pocas cosas más duras y frustrantes que seducir a un inversor. “Es una labor complicadísima porque a la vez tienes que estar gestionando la compañía. Para captar uno, tienes que visitar un mínimo de 15 o 20 y aprender a que te digan que no”, señala el fundador de Job and Talent. Pero es conveniente escuchar sus afiladas críticas para sacar buenas ideas. "Es la montaña rusa de ser emprendedor. Un día estás en la miseria pensando que vas a quebrar y al día siguiente, triunfas".

Es la montaña rusa de ser emprendedor. Un día estás en la miseria pensando que vas a quebrar y al día siguiente triunfas

Según Cristina y Fernando, “los inversores suelen comentar que hay dinero pero no hay proyectos buenos”. A ellos les han llegado a decir que “solo invierten en cosas rarunas”, pero… ¿qué buscan realmente? Capacidad comercial, un equipo sólido y multidisciplinar que sepa cubrir las deficiencias y resolver los conflictos, un prototipo escalable y una solución a una necesidad de mercado, explica Macías. En el mercado triunfan las ideas “imaginativas, innovadoras y con alto potencial de crecimiento”, añade Paco Abad, creador de la fundación Empresa y Sociedad.

placeholder La aceleradora de 'start-ups' Top Seeds Lab.
La aceleradora de 'start-ups' Top Seeds Lab.

Con la ilusión no basta

Top Seeds Lab desvela que el 70% de las nuevas 'start-ups' no pasa del año y medio, el 17% no termina de desarrollar la solución tecnológica que tenía en mente y en el 23% se dan problemas serios entre los socios tras apenas 12 meses. De ese 30% que sí sobrevive, solo un 20% consolida su negocio y un 10% se convierte en una empresa mediana o grande. “Hay que animar sin frivolizar” y no perder la perspectiva de lo que significa crear una empresa, matiza Abad. Macías lo corrobora y suscribe las palabras que un emprendedor le dijo una vez: "Esto es como subirte a un precipicio, lanzarte al vacío y aprender a volar por el camino".

Emprender es subirte a un precipicio, lanzarte al vacío y aprender a volar por el camino

Agilizar los trámites administrativos es una de las grandes tareas pendientes. Luis está convencido de que no existe ningún impedimento para montar una empresa -a pesar de que el FMI no habla bien de nuestro país en este sentido-. “El problema es que es muy difícil hacer cualquier trámite burocrático en España. La lentitud es terrible y es imposible sacar tiempo para pedir una subvención”, sentencia.

Juan pone el acento en la elevada cuota de autónomos y el coste de los seguros sociales para pymes. Este joven considera injusto que una 'start-up' tenga que desembolsar “lo mismo que paga Telefónica” o cualquier otra gran compañía. “La ley es mucho más benévola y favorecedora en otros países como Reino Unido, donde no te cobran intereses por retrasos a la seguridad social. Aquí una deuda te tumba la compañía y Hacienda te mete unos palos bestiales”.

"Soy emprendedor". Suena bien, ¿verdad? Los jóvenes españoles ya no quieren ser funcionarios porque ahora está de moda forjar tu propia empresa. Se dice pronto. Jugarse el tipo, invertir los ahorros de toda una vida, pedir préstamos de difícil retorno a familiares, endeudarse con el banco y lanzarse a la piscina está en la letra pequeña de una aventura profesional de alto riesgo, o si no que se lo digan a Cristina Barranco y Fernando Dal Re, fundadores de Pupilum.

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