El PP tiene en sus manos la privatización de los parking de Barcelona por 400 millones
La mayor privatización que afronta el Ayuntamiento de Barcelona, la concesión de sus aparcamientos municipales, valorada en 400 millones, está en el aire
La política hace extraños compañeros de cama. Y en Cataluña más. La mayor privatización que afronta el Ayuntamiento de Barcelona, la concesión de sus aparcamientos municipales, está en el aire porque el alcalde, Xavier Trias (CiU), se encuentra en minoría y necesita para sacarla adelante los votos de ERC, pero también los del PP. En juego, ingresos extraordinarios para la segunda ciudad de España por cerca de 400 millones de euros porel conjunto de la operación.
Pero por ahora el PP se opone y al concurso está sujeto a las numerosas alegaciones que se han presentado al pliego, según explican fuentes cercanas al Ayuntamiento de Barcelona. El líder del PP en el pleno municipal, Alberto Fernández Díaz, hermano pequeño del Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, tiene la llave de esta privatización.
El PP se opone por los coqueteos de Xavier Trias con el independentismo. El alcalde se declara no independentista pero al mismo tiempo asegura que votaría síen una hipotética consulta. La tensión con los populares en Barcelona llegó al máximo con la presencia de la estelada en diversos actos en las pasadas fiestas de la Mercé. Así que desde este septiembre el PP está castigando a Trias y ha estado bloqueando la operación. Así siguen las cosas.
La privatización de los aparcamientos es una gran transacción. Tan importante que Xavier Trias se ha comprometido a impulsar proyectos de vivienda social con los fondos obtenidos, lo que no le ha servido para recabar el apoyo de los grupos municipales de la izquierda.
Con este concurso, el Ayuntamiento de Barcelona trata de privatizar 26 aparcamientos. De ellos, 15 están gestionados por la sociedad municipal Barcelona Servicios Municipales (BSM), uno por Vinci y los otros diez se encuentran sujeto a un régimen de concesión en manos de Saba.
Precisamente, Saba es la compañía favorita para adjudicarse el concurso, puesto que ya está gestionando diez de los aparcamientos que salen a concurso. Por lo tanto, para Saba supone renovar buena parte de sus plazas de aparcamiento en Barcelona, y alargar el vencimiento de una de las joyas de la corona de su cartera de activos. En total,se quieren sacar a concurso 11.646 plazas si finalmente se logra desbloquear el concurso.
El voto conjunto de ERC y PP
Pero si el PP y ERC no votan juntos nadade esto será posible.Así que la política amenaza una gran operación económica. El concurso está diseñado como una subasta en la que el ganador pagará unos 100 millones por hacerse con el 60% de la nueva sociedad. Y el precio es el factor determinante tal y como se ha diseñado el concurso.
Pero además, habría que abonar un canon anual durante 25 años, un pago variable en función de los ingresos y los dividendos de la nueva sociedad. Por tanto, en juego cerca de 400 millones por el total de la operación que precisa del apoyo político de dos fuerza antagónicas y en donde sólo está seguro que PSC e ICV se opondrán al concurso.
Perfil de Saba
Saba es el favorito porque se trata de una subasta y el sector de los aparcamientos sufre una fuerte debilidad financiera. El último ejemplo fue a principios de este mes diciembre, con la reciente puja por los parkings de Adif en estaciones de tren de toda España, en la cual Saba se impuso a sus competidores y se hizo con un lote de 23.000 plazas, precisamente porque había que poner dinero sobre la mesa un total de 141 millones.
Saba, que está presidida por Salvador Alemany, esta engordando su parque de activos cara a una futura salida a bolsa a medio plazo. Ahora factura 152 millones anuales. La Caixa mantiene el 50,1% pero ha captado inversores como el fondo KKR, que tiene el 18,2%; Torreal, el holding de Juan Abelló, con el 20%; o ProA, con el 10,5%; además de más de 3.500 minoritarios provenientes del antiguo accionariado de Abertis, quienes se reparten otro 1,2%.
La política hace extraños compañeros de cama. Y en Cataluña más. La mayor privatización que afronta el Ayuntamiento de Barcelona, la concesión de sus aparcamientos municipales, está en el aire porque el alcalde, Xavier Trias (CiU), se encuentra en minoría y necesita para sacarla adelante los votos de ERC, pero también los del PP. En juego, ingresos extraordinarios para la segunda ciudad de España por cerca de 400 millones de euros porel conjunto de la operación.
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