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Francisco Román: "España regula las 'telecos' en 2013 con criterios de 2005"
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EL PRESIDENTE DE VODAFONE en el foro ec pwc

Francisco Román: "España regula las 'telecos' en 2013 con criterios de 2005"

El presidente de Vodafone España, Francisco Román, aborda sin pelos en la lengua la compleja situación de las 'telecos' en España y en toda Europa

Foto: Franciso Román, Presidente de Vodafone (Fotografías y vídeo: Enrique Villarino)
Franciso Román, Presidente de Vodafone (Fotografías y vídeo: Enrique Villarino)

El mercado de las telecomunicaciones está que echa fuego. Tanto en Estados Unidos como en la zona de Asia-Pacífico, y especialmente en Europa, se suceden movimientos corporativos que tienden a reestructurar el mapa de una industria muy intensiva en capital y sometida al vértigo de los grandes avances tecnológicos. En las ‘telecos’ globales sólo se admite derecho de admisión al líder porque los segundos están condenados a ser los primeros entre los derrotados.

En esta carrera de supervivencia que los especialistas definen con el eufemismo de consolidación sectorial juega un papel especial Vodafone, el único operador mundial que no tiene su origen en un monopolio. Dicha singularidad es el motivo principal de la intervención que Francisco Román, presidente de la compañía en España, protagonizó esta semana pasada en el Foro de Alta Dirección que organiza El Confidencial en colaboración con PwC.

El encuentro sirvió para testimoniar en primer lugar el carácter estratégico del llamado sector de las tecnologías de la información y comunicación. Las célebres TIC suponen cerca del 6% del PIB, pero aportan al crecimiento económico anual entre un 50 y un 60%. Bajo estas credenciales, Román considera que “estamos, sin duda, en los albores de un nuevo clico económico que debemos aprovechar para superar la vulgaridad y conseguir que España no sea uno más en el panorama mundial”.

El desafío resulta aleccionador, pero las impresiones de nuestro experto invitado dejan claramente entrever que, por desgracia, no es oro todo lo que reluce en el mercado nacional de las telecomunicaciones: “España está llevando a cabo en 2013 una regulación con criterios del año 2005 o 2006”, afirma el presidente de Vodafone, quien critica la obsesión de las autoridades por inducir una bajada permanente de precios a costa de provocar una competencia desleal y contraproducente para el desarrollo de la infraestructuras que requiere el mercado.

La 'fusión encubierta' de Telefónica y Yoigo

Francisco Román considera que la declaración de dominancia conjunta de los tres principales operadores, Telefónica, Vodafone y Orange, favorece una propuesta comercial extraordinariamente agresiva por parte de Ono y Jazztel. A todo ello se une un marco de obligaciones al operador incumbente, es decir, a Telefónica, que, en opinión del presidente de Vodafone, “es una broma”.

Este esquema de actuación normativa es lo que Román llama “los errores de la inercia” que, a su parecer, pueden ser corregidos por la nueva Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC). El flamante regulador único supone algo así como la gran ‘esperanza blanca’ de una empresa que, como Vodafone, contribuye a la economía española con casi 5.200 millones de euros y más de 26.000 empleados directos e indirectos.

El presidente de la compañía en España no se muerde la lengua a la hora de recordar la denuncia dirigida al nuevo organismo de supervisión en contra de la reciente alianza estratégica establecida por Telefónica y Yoigo para la comercialización de servicios de banda ancha: “Nos encontramos ante un abuso de posición dominante con clara discriminación a terceros que quizá suponga una ingeniosa manera de sortear los inconvenientes de tener que comprar un operador, pero realmente esto es un escándalo”, afirma Román.

El falso sueño de la Agenda de Lisboa

Las incertidumbres regulatorias se extienden con un cierto deje de melancolía al repasar la evolución del mercado en Europa: “Hace diez años lideramos el proyecto más ambicioso, que fue el GSM, y ahora somos los últimos en el desarrollo del 4G”, asegura el presidente de Vodafone en España. En su opinión, “Europa no alienta tampoco los procesos de consolidación porque, aunque existe conciencia de los problemas, no hay luego capacidad para abordar decisiones y pautas de actuación que garanticen movimientos eficaces y a tiempo”.

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Francisco Román estima que la agenda de Lisboa “se ha quedado en un simple sueño” y califica como “ortopédicas y artificiosas” las recientes propuestas de la vicepresidenta Neelie Kroess para suprimir el roaming (tarifas de itinerancia internacional) dentro de la Unión Europea: “Deje usted que compitamos y que haya posibilidades de concentración y vigile lo que hay que vigilar”, afirma a modo de lamento del primer representante institucional de Vodafone en España.

Ante este panorama, no muy alentador, la estrategia de la multinacional en nuestro país sigue una senda clara que consiste en disponer de la mejor red de banda ancha: “Fue vital en el 3G y lo es con el 4G”, apostilla Román al tiempo que reconoce las expectativas de inversión que depara también en España la venta de la participación en Verizon: “Vodafone tiene una buena oferta en fijo, construye red de fibra y promueve planes combinados que están teniendo aceptación por el cliente. Quizá hayamos perdido cuota con la eliminación de los subsidios a los terminales, pero esas pérdidas están concentradas desde hace tiempo en segmentos de poco valor”.

El presidente de Vodafone no suelta prenda sobre los planes de compra que su compañía pueda definir en un próximo futuro, pero admite que “estamos en un momento espléndido para abanderar proyectos de reestructuración en toda Europa”. En España, los brotes verdes de las telecomunicaciones empiezan a asomar en el segmento de empresas, donde ya se nota animación. En definitiva, tiempo de esperanza, pero sin lanzar las campanas al vuelo: “El entorno económico está mejor que hace dos años, no cabe duda. Pero todavía queda mucho por hacer y mucho por sufrir”, concluye Francisco Román.

El mercado de las telecomunicaciones está que echa fuego. Tanto en Estados Unidos como en la zona de Asia-Pacífico, y especialmente en Europa, se suceden movimientos corporativos que tienden a reestructurar el mapa de una industria muy intensiva en capital y sometida al vértigo de los grandes avances tecnológicos. En las ‘telecos’ globales sólo se admite derecho de admisión al líder porque los segundos están condenados a ser los primeros entre los derrotados.

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