Panrico presenta hoy un plan industrial para pactar los ajustes con los sindicatos

Panrico presenta hoy su plan industrial con el objetivo de alcanzar un pacto con los sindicatos que permita salvar la empresa, según han explicado fuentes cercanas a las negociaciones entre la dirección de la compañía y el comité de empresa.

Los tres ejes del plan son: presentar una propuesta de despidos inferior a las 1.900 personas que se habían planteado en un principio, pedir una rebaja salarial por debajo del 30% que se apuntó en una primera fase y mantener abiertas todas las plantas de España: Santa Perpètua, Paracuellos, Zaragoza, Valladolid y Puente Genil.

El principal objetivo es que Santa Perpètua, cerca de Barcelona, la mayor planta de Panrico, desconvoque su huelga preventiva que arrastra desde hace días, al menos durante las cuatro semanas que han de durar las negociaciones con el comité del ERE. Fuentes de la empresa han preferido no hacer declaraciones y se han reservado los datos hasta que los presenten hoy a los representantes de los trabajadores.

Desconvocar el paro indefinido en Santa Perpètua resulta clave. Los avales que ha dado la Generalitat (5 millones) y la Junta de Castilla León (1,5) no se han podido hacer efectivosporque no existe la paz social a la que están condicionados. Estas líneas de liquidez son claves para pagar a los proveedores.

Pérdidas esperadas

Panrico prevé cerrar este 2013 con 90 millones de pérdidas. Desde 2008 se han perdido en la compañía de bollería 760 millones de euros. La intención de Carlos Gila como consejero delegado de Panrico es atajar la sangría y estabilizar la compañía en función de las ventas.

Entre 2008 y 2013, las ventas de Panrico han caído en 200 millones. Con este panorama y la presión de la marca blanca, la nueva dirección de Panrico quiere aplicar la máxima de “si no puedes con ellos, únete”. Por tanto, ante la amenaza de dicha competencia, una de las líneas estratégicas pasará por fabricar más para las grandes marcas de distribución.

Ajuste de los costes

Panrico está controlada por el fondo Oaktree. Gila proviene de Oaktree, pero desde que asumió el cargo de consejero delegado de la empresa fabricante de Donuts se ha desvinculado del accionista. Gila tiene el mandato de salvar la empresa, y para ello quiere aplicar un plan de ajuste que implica una reducción de costes laborales.

La dirección de la empresa considera que los salarios son demasiado altos. Por ejemplo, la plantilla de Santa Perpètua tiene un salario por encima del 30% en comparación con el convenio del sector. Y en Puente Genil (Córdoba), la retribución supera el 16% sobre la competencia. Por ello, la compañía considera que además de los despidos, que en todo caso superarán las mil personas, hay que aplicar una reducción de salarios.

Panrico cuenta en este momento con una plantilla de 3.950 personas. Un total de 380 trabajan en Santa Perpètua, el centro en huelga indefinida. Para la empresa, al tener cero deuda, el problema reside en una estructura de costes que no se ha adaptado a la caída del mercado provocada por la crisis del consumo. Ahora empieza la negociación del ajuste.